Estridente olvido de la Cope

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La periodista católica de la COPE Cristina López Schlichting dedicó un especial a Juan Pablo II en el aniversario de su muerte. Contaba con testimonios, recuerdos, grabaciones, muy interesantes. Pero una ausencia fue lo más estridente. En toda la duración del programa repasaron la aportación del Papa a la historia y a la Iglesia. Y ni una mención a la SOLIDARIDAD.

En toda la duración del programa repasaron la aportación del Papa a la historia y a la Iglesia. Y ni una mención a la SOLIDARIDAD. Ni una mención a los EMPOBRECIDOS de la Tierra, a los que tanto amó y defendió Juan Pablo II. Un Papa que padeció y denunció, como ellos recordaban, al comunismo y nazismo, pero también (y eso lo callaban) al capitalismo que condena a la mayoría de nuestros hermanos al asesinato por hambre. El Papa viajero sacudió las conciencias dormidas de los europeos que tan bien vivimos. Fue un Papa que llamó a las grandes instituciones de poder «estructuras de pecado» enseñándonos a reconocer el pecado en su dimensión institucional, más allá de los actos o de la conciencia de cada persona.


Antes de que otros hablaran de «globalización» él lo llamó valientemente, con más precisión «Imperialismo»…  Juan Pablo II nos enseñó la solidaridad con toda su vida. No en vano su experiencia obrera le dio profunda conciencia de lo que el movimiento obrero aportó a la historia: la solidaridad colectiva. Dijo que la solidaridad es compartir «hasta lo necesario para vivir» (¡qué diferente significado cuando usan esta palabra nuestros políticos o incluso las ONG's!). Y predicó con el ejemplo esta solidaridad, agotando hasta su último aliento en el servicio a la Iglesia.


Pero en la COPE, de eso ni una palabra. Juan Pablo II fue el Papa de la Verdad Transparente, de la Familia, tienen ustedes razón. Pero también vivió en su tiempo. En un mundo donde la mayoría de la Humanidad está oprimida, porque es negocio que así sea, el Papa no traicionó a los preferidos del Señor, por eso fue el Papa de la Solidaridad, de los empobrecidos, de los últimos de la Tierra. A las víctimas del hambre, de la esclavitud, NADIE los defenderá si los cristianos callamos.


Esto no es un olvido secundario, sino que refleja la mentalidad que en la COPE les impide escuchar el grito de Juan Pablo II, un grito que pone en peligro nuestra buena vida. En esto se juega la vida de la inmensa mayoría del Planeta.


Nos jugamos la autenticidad o la hipocresía los cristianos del Norte enriquecido.


Pilar Gómez-Ulla