FALLECE LA VíCTIMA NÚMERO 818 DE ETA

1969

Ante el silencio general de los medios de comunicación a este hecho, queremos hacer extensiva la trágica noticia que contiene al mayor número posible de personas de buena voluntad.
Fallece a principios de octubre de 2006 el hijo del policía José 
Anjeán; policía que fue asesinado por ETA. La muerte se produjo tras celebrarse en la Audiencia Nacional el juicio contra el etarra 
«gadafi», autor del asesinato de su padre. El hijo del policía asistió 
al juicio contra el asesino de su padre. El juicio se celebró 14 años 
después del asesinato, tiempo en el que el muchacho ha precisado ayuda psicológica. Su madre declaró entre sollozos el relato del crimen y cómo le pidió al etarra «gadafi» que no rematara a su marido. Al salir soportó las risas de la «camada» de ETA ante su dolor. Tras lo ocurrido en el juicio el muchacho «se quitó la vida». Medios como «La Razón» o «Alfa y Omega» recogen la denuncia del periodista Iñaki Ezquerro, que ha calificado el hecho como el asesinato 818 de ETA y habla del muchacho como la primera víctima de la «tregua» o «proceso de paz». Iñaki Ezquerro ha llamado a las cosas por su nombre. No estamos ante un «suicidio»; más bien estamos ante un «suicidio provocado», es decir, ante un asesinato.

Asistimos a la impunidad de ETA y del entorno etarra; este muchacho ha sido víctima de una  agresión física y, sobre todo, psíquica; agresiones que lo han llevado a la desesperación más absoluta. La camarilla etarra ha masacrado la dignidad de la persona. El hecho ha sido silenciado por la inmensa mayoría de los medios. Ningún partido político del arco parlamentario ha condenado el hecho. No hay ninguna iniciativa judicial en marcha 
para evitar la impunidad de este crimen. Ningún juez castigará a los causantes del mismo. Ningún ciudadano se ha manifestado en memoria de la víctima: si no lo hacemos nosotros nadie lo hará jamás.

   Tenemos el deber moral de dar voz a quien no la tiene.

   Miguel Larrategui