Fe en las matemáticas

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Entrevista a Inmaculada Gayte Delgado. ‘Sentí acoso social por tener siete hijos’. ‘Trabajamos en una ecuación para saber cómo crecen las células cancerígenas’

Fuente: El País . com  Andalucía 25/04/09


El problema llega con las vacaciones: ¿dónde meter a siete hijos sin que la familia se arruine? Inma y Manuel dedican mucho tiempo a buscar hoteles que sean capaces de hospedar a todos en sólo dos habitaciones.


-¿Hay que falsear las matemáticas, para que quepan nueve donde sólo caben cuatro?


-Sí. Manolo me dice: Inma, que los niños salgan poquito a poco- sonríe.


Pero ella sabe de sobra que los resultados matemáticos no se pueden falsear. Inmaculada Gayte Delgado es Profesora Titular en la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Sevilla. Adscrita el Departamento de Análisis Matemático. ¿Una mujer experta en números? Hace unos años, algo poco probable. Hoy, una realidad: de los 24 profesores del Departamento, siete son mujeres.


De adolescente, Inma quería ser arqueóloga. Pero algo detectó en ella su profesor de Matemáticas en el Instituto Carlos Haya de Sevilla, José María García, para animarla a sumergirse en tan dura disciplina.


– Era buena estudiante, no especialmente brillante. No soy tonta, claro, pero más que magníficas ideas, yo era muy trabajadora y constante.


Nacida en Sevilla, hace 41 años, Inma es hija única. «Eso me marcó mucho». Años más tarde, ella tendría nada menos que siete. «Siempre he tenido la sensación de ir contracorriente. En la época en que se llevaban las familias numerosas, me sentía acomplejada por no tener hermanos. Ahora, a veces he sentido el acoso social por tener tantos hijos y que me tilden de ser una mujer muy tradicional y digan 'ésa tiene que ser del Opus».


Pero no lo es. «Ni del Opus, ni de ninguna secta», afirma abriendo sus grandes ojos de un hermoso azul acuoso. Declara ser «una militante heredera del movimiento obrero cristiano». Su marido y ella pertenecen al Movimiento Cultural Cristiano desde hace un año. Una organización católica que lucha contra la pobreza, la esclavitud infantil, el hambre, las guerras y el aborto.


Una pelea que cuadra con el perfil de esta madre de siete hijos, la mayor de las cuales, Inma, sufre parálisis cerebral desde poco después de nacer. «Tiene una minusvalía muy profunda, a nivel psicológico y motórico». El cuadro que presenta es estremecedor: «está en un carrito, no se mueve, su nivel de comprensión es el de un bebé, conoce las voces, reconoce el afecto, expresa sus molestias, pero ya está. No habla, no coge…».


¿Habría abortado de haber sabido eso antes de nacer Inma? Hace 17 años, «quizá me habría entrado la duda, cuando mi conciencia estaba más manipulada por los medios». Pero no ahora: «es un asesinato; y no soy de derechas».


Inma la constante supo compaginar su numerosa familia con su pasión: las matemáticas. «Con notables, sobresalientes y alguna matrícula», se licenció. Con un sobresaliente cum laude se doctoró y comenzó a dar clases a los 23 años. En las facultades de Matemáticas, de Física, de Biología, de Farmacia. Desde 2002 es Profesora Titular en Matemáticas y dedica mucho tiempo a la investigación con el deseo «de contribuir al bien común».


Su discurso se nutre de palabras y conceptos extraídos de la doctrina social católica. Bien Común. No es extraño que haya orientado su labor investigadora hacia «algo que sirva».


-A veces me frustra ver artículos con una hipótesis más sobre el teorema de fulanito y te preguntas: ¿esto modela la realidad, sirve para algo?


Por ello, hace cuatro años la profesora Gayte y un compañero del Departamento, Antonio Suárez, iniciaron una investigación sobre Matemáticas para el crecimiento de tumores, a la que se sumaron luego otros colegas. Pretenden modelar el comportamiento de las células cancerígenas, explicar cómo crecen y cómo se forman los vasos sanguíneos en el tumor. En definitiva, utilizar herramientas matemáticas para ayudar a descubrir el misterio del crecimiento de las células cancerígenas y su control.


-¿Podrían las matemáticas aportar una solución al cáncer?


La profesora Gayte advierte:


-¡Cuidado, no vaya a ser sensacionalista!


El cáncer es muy complejo y tiene distintas fases. Algunas de ellas, como la metástasis, son casi inabordables matemáticamente. «Es difícil escribir un modelo que explique la metástasis en su totalidad y ser capaz de decir que en ese modelo hay una solución, mucho menos sacar conclusiones».


El matemático tiene que simplificar la ecuación para poder tratarla. Es un ejercicio de equilibrios: «simplificas el fenómeno que se estudia, sabiendo que lo que se quiere modelar ha de ser real».


Al plantearse una ecuación, lo primero que hace el matemático es ver si tiene solución. Luego, si esa solución es única, porque si no, no estás determinando el problema, lo que está pasando en la realidad. «Yo veo una cosa, no dos». En tercer lugar, «lo que llamamos un problema realista: si se está hablando de células tumorales, la solución debe ser positiva. No puede salir una cantidad de células negativa».


Descartada la metástasis, la doctora Gayte estudia la angiogénesis, es decir la formación de vasos sanguíneos, un proceso clave en la transformación maligna de un tumor. «Las ecuaciones son algo más sencillas y hay más matemáticas hechas».


Después, el problema será el control de estas ecuaciones, cómo introducir una función en la ecuación que represente la terapia, para que la solución del problema llegue a cero, lo más parecida a cero o lo más parecida a una solución con valores más pequeños.


Resume la profesora Gayte:


-Controlar la enfermedad, sí se puede hasta el punto de que no haya células tumorales o casi no haya o, al menos, se consiga retrasar el avance de la enfermedad.


¿Un milagro? No. Matemáticas. Esas que nos aseguran que dos y dos son cuatro, aunque a veces puedan falsearse y donde solo caben cuatro puedan entrar nueve.


Pero claro, eso ya son personas, no números. Son los hijos de Inma y Manuel.


Vida, religión y racionalidad


Al hablar con un matemático, uno espera que la racionalidad presida toda su vida. ¿Cómo se combinan las ciencias exactas con las creencias religiosas? La profesora Gayte las conjuga sin complicaciones.


Newton, el descubridor de la ley de la gravedad, tenía en casa un artilugio que le había hecho un relojero. Representaba el sistema solar y los planetas girando. Un científico lo vio y le dijo: ¿quién te lo ha hecho? Newton respondió: nadie, se ha hecho solo. El amigo dijo: imposible. Newton replicó: ¿no crees que esto se haya hecho solo, pero sí el universo, que es infinitamente más complejo?


Newton quería demostrar que las cosas, entre ellas el universo, no se hacen solas.


Añade la profesora sevillana una interesante lista de matemáticos que, como Newton, tenían una profunda fe religiosa: los sacerdotes católicos Georges Lemettre, descubridor de la teoría del Big-Bang y Bernard Bolzano, padre del análisis matemático; Blaise Pascal, Florence Nightingale o Leonhard Euler, quien además de ser el matemático más prolijo de todos los tiempos, y trabajar los últimos 17 años de su vida ciego, tuvo 13 hijos.


-Si tus razonamientos matemáticos los llevas a tu vida, estás perdido. La vida es más amplia y complicada que las matemáticas -concluye Gayte.


En su lista de científicos a los que admira hay un lugar de honor para la premio Nobel Marie Curie. Su biografía la impactó de niña. «Algunas veces, cuando no me salía algo, pensaba: Marie Curie estaba en un cobertizo luchando con su marido para descubrir las propiedades de la radioactividad y cuando todo parecía que se les venía abajo, descubrieron el radio».


¿Habrá que rezar para que algún día, alguien -¿por qué no la profesora Gayte- descubra una ecuación que resuelva el problema del cáncer?.