Frases del Papa Francisco que no te dejarán indiferente

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Tras la imagen apacible del Papa Francisco, hay un obispo que ha lanzado duras críticas sociales.

“Con mucha vergüenza hace años hemos asistido a lujosas cenas de Cáritas en las que se rifaban joyas y cosas fastuosas. Te equivocaste: eso no es Cáritas”. En los últimos años, cuando el Papa Francisco era el cardenal Bergoglio, obispo de Buenos Aires, no ahorró duras críticas contra un sistema económico y social injusto. Destacamos frases que abarcan diversas temáticas sociales.

Contra la trata de seres humanos

“Buenos Aires es una fábrica de esclavos y una picadora de carne (…) ¡Por favor, no nos lavemos las manos, porque si no, somos cómplices de esta esclavitud! (…). Buenos Aires es una picadora de carne que destroza la vida de estas personas y les quiebra su dignidad”.

13/07/ 2010. Homilía pronunciada durante una misa en el barrio de Constitución (Buenos Aires).

Sobre la justicia social

«El que duerme en la calle no se ve como persona sino como parte de la suciedad y abandono del paisaje urbano, de la cultura del descarte, del ‘volquete’».

26/08/2011, ante 400 delegados –laicos, sacerdotes, religiosas y religiosos- de las diócesis de la Región Pastoral de Buenos Aires, que participaban en el I  Congreso Regional de Pastoral Urbana.

Contra los sacerdotes que no bautizan bebés de madres solteras

«Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo del Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen».

4/09/2012, en la misa de clausura del encuentro de Pastoral Urbana de la región pastoral de Buenos Aires.

Sobre la cultura de la vida; contra el aborto y la eutanasia

«Hay que poner la cara y decir: esto es cultura de la vida, esto es vida, todo lo contrario a la cultura de la muerte; si alguien ve que alguna de estas cosas falta, díganle que no, que por ese camino no se va a ninguna parte, que por ese camino se fracasa siempre».

1/09/2009, en el santuario de San Ramón Nonato a quien tradicionalmente las madres gestantes le agradecen el don de la vida y las mujeres le piden su intercesión para quedar embarazadas.

Sobre la ley de matrimonio homosexual en Argentina

“No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”.

8/07/ 2010, en una carta dirigida a las religiosas carmelitas de Buenos Aires.

Sobre la explotación laboral

«He dicho que los que nos enseñaban en el colegio, que la Asamblea del año XIII abolió la esclavitud, son cuentos chinos. En Buenos Aires tan vanidosa, tan orgullosa, sigue habiendo esclavos, sigue habiendo esclavitud».

29/03/ 2011. Misa en el lugar donde funcionaba un taller clandestino en el que murieron seis personas calcinadas por un incendio en 2006.

Sobre la predicación

«Descuidamos fácilmente el ministerio de la predicación y, para vergüenza nuestra, nos continuamos llamando obispos; nos place el prestigio que da este nombre, pero en cambio no poseemos la virtud que este nombre exige».

11/11/2009. Ante el plenario de la Conferencia Episcopal Argentina.

Sobre los peligros del laicismo

«Al hacer como si Jesucristo no existiera, al relegarlo a la sacristía y no querer que se meta en la vida pública, negamos tantas cosas buenas que el cristianismo aportó a nuestra cultura, haciéndola más sabia y justa; a nuestras costumbres, haciéndolas más alegres y dignas».

8/08/ 2010, homilía en la celebración religiosa dedicada a San Cayetano en el barrio porteño de Liniers

Sobre el peligro del «clericalismo»

«Los curas tendemos a clericalizar a los laicos. Y los laicos -no todos pero muchos- nos piden de rodillas que los clericalicemos porque es más cómodo ser monaguillo que protagonista de un camino laical. No tenemos que entrar en esa trampa, es una complicidad pecadora. (…) El laico es laico y tiene que vivir como laico con la fuerza del bautismo, (…) llevando su cruz cotidiana como la llevamos todos. Y la cruz del laico, no la del cura. La del cura que la lleve el cura que bastante hombro le dio Dios para eso».

Noviembre 2011, en una entrevista hecha por la agencia argentina AICA.

Autor: Juan Bosco Martín Algarra