Frente al Centro de Internamiento de Capuchinos

2615

Bajo el lema ‘LOS INMIGRANTES SON PERSONAS, NO MERCANCÍA’ se celebró en Málaga el 16 de enero una marcha de solidaridad con los inmigrantes y una concentración en la Plaza de Capuchinos, frente al CIE (Centro de Internamiento para Extranjeros), símbolo de la opresión contra los inmigrantes

El acto convocado por el Movimiento Cultural Cristiano y el Partido SAIn (Solidaridad y Autogestión Internacionalista) denunciaba los mecanismos de represión contra los inmigrantes que provocan muerte y sufrimiento, y dejan a millones de inmigrantes sin ningún derecho (8 millones de sin papeles en Europa) que junto a las altas tasas de paro artificialmente provocado hacen que la sociedad sufra control y disciplina, obligándoles a soportar cualquier explotación laboral para conseguir o conservar su empleo y no perder los permisos de residencia o el temor a ser denunciado y deportado.

Y es que el paro y la represión contra los inmigrantes tienen la misma causa: un sistema económico mundial que busca en cada operación el máximo beneficio.

Se denunciaron los mecanismos de represión:

Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE): 220 en territorio europeo, y más de 100 financiados en países empobrecidos. Un hecho de los procesos de externalización de fronteras que convierte a los propios africanos en gendarmes de sus propios compatriotas.

La Agencia FRONTEX, SIVE: financiada con más de 100 millones de € (más de 16 mil millones de Ptas.). Todo un ejército para impedir que las personas hambrientas se acerquen a las fronteras europeas. Y financiado por la política criminal de la Unión Europea.

Las Leyes de extranjería, Directiva de Retorno, Tratado de Schengen: leyes inmorales que atentan contra los derechos fundamentales de la persona como la libertad de movimiento, la sanidad, la educación y la indefensión ante la explotación laboral o mafiosa. Un exponente de todo esto es el actual gobierno del PSOE, con la última Ley de Extranjería y el Plan África.

Se llamó la atención sobre la dignidad inviolable de la persona humana a la que hay que respetar por encima del lucro y los intereses de unos pocos.

El derecho a emigrar y a no tener que emigrar, es decir, que en el propio país se creen condiciones dignas para todos.

La eliminación de los mecanismos comerciales y financieros de robo a los países empobrecidos y restitución de lo robado.

La promoción de una cultura solidaria y autogestionaria. Caridad política para transformar las instituciones asesinas en instituciones solidarias.

El acto finalizó con las exigencias de:

– Eliminación de los sistemas de control de fronteras: el Frontex y el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior que provocan miles de muertos.

– El cierre inmediato de todos los Centros de Internamiento: los del mundo entero, especialmente los silenciados en el Norte de África.

– La derogación de la ley de extranjería y de la Directiva de Retorno. Salida inmediata del espacio Schengen.

Construyamos un mundo

Sin banderas, ni fronteras