Por los hijos que son arrebatados de sus madres, esposas y hermanas, a causa de la violencia, este 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes y de la Sagrada Familia; la Fundación por la Dignidad Sagrada de la Persona, realizó su tradicional acto en denuncia de los asesinatos violentos y la impunidad que socava a Venezuela y a Ciudad Guayana.
Con un rechazo rotundo a todos los atentados contra la vida desde su concepción, cientos de cristianos se sumaron a esta actividad que inició con la Eucaristía, donde se recordó en la homilía, que la familia es la institución llamada a cambiar la realidad de pecado y sufrimiento que padece el mundo.
La familia guayanesa se sumó a esta caminata que empezó desde la parroquia San Martín de Porres al concluir la Eucaristía, como respuesta a los sobornos, torturas y extorsión por parte de los organismos de seguridad del Estado.
La caminata llena de esperanza fue un signo de solidaridad con las familias que lloran la ausencia de sus hijos porque fueron asesinados violentamente, como el reciente caso de los jóvenes Alexander Alvarado Reyes y Ashleiker Ríos, cuyos cuerpos fueron hallados recientemente en el lago de la Central Hidroeléctrica Macagua.
La Fundación por la Dignidad Sagrada de la Persona en su comunicado exigió justicia y celeridad procesal ante la trágica muerte de estos jóvenes.
«Instamos a las instituciones responsables de la seguridad y la administración de justicia en el municipio Caroní y del estado Bolívar a iniciar una investigación transparente, técnica y exhaustiva. El objetivo primordial es el esclarecimiento total de las causas de muerte para brindar respuestas concretas a los familiares y a la colectividad», reza parte de comunicado que fue leído después de rezar el Rosario en la concentración.
Con cada vida que se roba la violencia ante el silencio de las autoridades, la ciudad entera llora la muerte de sus hijos y por ello, reclaman una respuesta inmediata.
Desde hace 15 años la Fundación por la Dignidad Sagrada de la Persona formada en su mayoría por madres que se han asociado tras el arrebatamiento de sus seres queridos, ha denunciado la destrucción institucional que genera más violencia y criminalidad.
Bajo este contexto, denunciaron que Venezuela ha desmejorado de una manera alarmante y vertiginosa, producto de la corrupción que mantiene al régimen aún en el poder.
A raíz de este drama, aproximadamente 9 millones de venezolanos han huido de Venezuela desde 2014, según lo indica la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), y cerca de 5,9 millones se han dirigido a países de Iberoamérica y el Caribe. Representa una de las mayores crisis migratorias del mundo.
La Fundación también denunció el aumento de la trata de personas en el país y en los barrios de Ciudad Guayana, focalizando estos últimos como medios para las mafias.
La prostitución infantil, sobre todo en las minas del sur del Estado Bolívar, va en aumento. El último informe del centro de derechos humanos de la UCAB logró documentar como niñas entre los 7 y 10 años de edad realizan trabajos sexuales en las calles de los pueblos mineros, específicamente en Las Claritas se constató la presencia de niñas en la plaza que realizaban actividad sexual con hombres que pagaban entre 30 y 50 bolívares por acto.
En su labor, lograron documentar situaciones en las que el intercambio sexual era transado a cambio de alimentos. La mendicidad de niños y adolescentes es factor de alarma en el estado Bolívar; niños pidiendo comida y ropa de casa en casa, otros en las afueras de panaderías y farmacias, limpiando parabrisas en los semáforos son una constante a lo largo y ancho de la entidad.
Ante este drama, las familias cristianas, fueron un signo de esperanza en la marcha silenciosa que recorrió las callas de San Félix, con cruces y pancartas para transmitir un mensaje claro: no quieren más muertes, ni más hambre, ni más violencia.
N. Díaz.


