El recuerdo que los militantes del Movimiento Cultural Cristiano tenemos del P. Ricardo Antoncich es de afecto, de gratitud. El nos impartió varios ejercicios espirituales y cursos de Doctrina Social de la Iglesia en el Aula Malagón Rovirosa. También nos ofreció todos estos materiales de manera desinteresada para que pudiéramos difundirlos a los empobrecidos de la Tierra a través de las Ediciones «Voz de los sin Voz». Así lo lo hemos hecho desde hace más de 25 años.
A su gran nivel intelectual, fruto del trabajo y el esfuerzo, unía una gran pedagogía que hacía accesible a los más sencillos comprender los principios más profundos de la Doctrina Católica para que pudiéramos vivirla y defenderla de forma adecuada.
Su cercanía y paciencia nos permitió a algunos poder amar el estudio de la filosofía y la Doctrina Social de la Iglesia de la que él mismo decía con humor que era uno de los grandes misterios del catolicismo porque muy poca gente la conocía y practicaba.
Muchas gracias por todo P. Ricardo.
Le pedimos que interceda ante el Padre por el Movimiento Cultural Cristiano para que podamos seguir trabajando con su ayuda en la evangelización del siglo XXI.
Hasta mañana en el altar.