El próximo 23 de febrero, el Movimiento Cultural Cristiano y la Casa CyS de Granada organizan un homenaje a Guillermo Rovirosa, promotor de militantes cristianos pobres, hoy en proceso de beatificación.
«Hoy padecemos un exceso de gente prudente. (…)
¡Señor, mándanos Pablos en plena locura, de los que se lanzan a fondo, de los que se olvidan de sí mismos, de los que aman al hermano más que con palabras, de los que se entregan de verdad y hasta el fin! (…)
En estos tiempos hacen falta locos, enamorados de la vida sencilla, libertadores eficaces del proletariado, amantes verdaderos de la paz, limpios de compromisos, decididos firmemente a no ser traidores jamás, despreciadores de la propia vida, decididos plenamente a la abnegación, capaces de aceptar cualquier tarea, dispuestos a salir para cualquier parte, al mismo tiempo libres y obedientes, espontáneos y tenaces, fuertes y suaves»
(Rovirosa)
Contenido del Acto:
19.00 hs. EUCARISTÍA
Presidida por el Vicario General.
20.00hs. LA ESPIRITUALIDAD DE GUILLERMO ROVIROSA:
por Eugenio Rodríguez, Sacerdote diocesano, doctor en teología moral.
MIÉRCOLES, 23 de FEBRERO en el CENTRO AGORA (Plaza de los Lobos), GRANADA
El Concilio Vaticano II ha puesto en primera línea de la vida de la Iglesia la vocación de los laicos a la santidad en la lucha por la justicia y la transformación del mundo. La contribución del apostolado obrero fue imprescindible para que en la Iglesia madurara esta conciencia y, en el caso de España, la figura de Guillermo Rovirosa marcó desde mediados de los cuarenta la misión de muchos cristianos en el mundo del trabajo, lo que entonces era lo mismo que decir entre los más pobres.
Este ingeniero catalán había vivido muchos años alejado de la fe, buscando la verdad en la ciencia y en distintas sectas y filosofías. El testimonio de su esposa y unas palabras del cardenal Verdier que escuchó casualmente un día en una parroquia de París le devolvieron al camino de la fe que había vivido en su infancia.
Durante la Guerra Civil tuvo ocasión de convivir con los obreros del Madrid republicano que le dieron la confianza de presidir el comité de Su empresa. También en este tiempo se entregó al estudio de la doctrina social católica y organizó una capilla clandestina. Al terminar la guerra, acusado de comunista –cosa que nunca había sido- fue encarcelado.
Ya en libertad ingresa en la Acción Católica en la parroquia de San Marcos y desde ahí se encarga del secretariado obrero de la AC madrileña y trabaja en las chabolas de Vallecas. Cuando en 1946 Pío XII pide a los obispos españoles el lanzamiento del apostolado obrero, él será el encargado de poner en marcha la HOAC.
Desde ese momento Rovirosa deja la profesión, viste como un pobre obrero y se dedica a una labor infatigable por toda España. Un año después su mujer desaparece diciéndole en una nota que no quiere entorpecer su entrega. Esta herida acompañará a Guillermo toda su vida y será utilizada contra él por sus enemigos.
El va a ser, junto a los consiliarios Eugenio Merino y Tomás Malagón, el inspirador de la espiritualidad que caracteriza a la HOAC mediante el Boletín, el Plan Cíclico, los Cursillos Apostólicos,… Sostenidos por este estilo militante y por la fidelidad a Cristo, a la Iglesia y a los pobres los militantes obreros tenderán los puentes que permitieron el encuentro entre la Iglesia y la clase obrera, crearán un nuevo estilo en los seminarios españoles con los Grupos de Jesús Obrero, iniciarán la lucha por la libertad de expresión con la difusión del semanario ¡TU! y posteriormente la editorial ZYX (cuyo primer presidente es Rovirosa),… preparando así desde los años cuarenta a la sociedad y a la Iglesia españolas para una transición pacífica que evita una nueva guerra civil.