Guillermo Rovirosa 50 años

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Murió Rovirosa hace 50 años, en realidad sigue acompañándonos en nuestras luchas en defensa de los pobres de la tierra

Impulsó la militancia cristiana de los pobres en los años 40 del siglo XX en una España de postguerra marcada económicamente por la miseria. Las organizaciones de pobres habían sido políticamente derrotadas hasta el agotamiento. Cultural y socialmente sin esperanza, desengañada de todo y sin perspectivas de futuro. ¡Cuántos militantes obreros se convirtieron a Cristo desde el marxismo y desde el anarcosindicalismo por el testimonio de Rovirosa!

Fue el primer militante y el espíritu impulsor de la HOAC. Rovirosa y los militantes obreros pobres que formaba, llegaron más allá que la izquierda. Las organizaciones militantes habían desaparecido. Y fueron los militantes obreros cristianos los únicos que enfrentándose a la falta de libertades políticas del franquismo, protagonizaron los cambios desde los más pobres arriesgando la libertad, el trabajo, la difamación…

Su radicalidad cristiana basada en el bautismo, propugnando que la emancipación de los pobres, tenía que ser obra de los pobres mismos, le creó muchas incomprensiones dentro de la Iglesia. Formar militantes, no dirigentes ni elites. Evangelizar desde abajo, no desde el tener o desde el saber, haciéndose pobre, era un absurdo para la sociedad bienpensante, para el cristianismo aburguesado y espiritualista promovido desde el poder.

Los militantes construyeron realidades de promoción de todo tipo: editoriales desde la gratuidad, bufetes laboralistas, cooperativas en las que trabajan miles de obreros. Promovieron realidades políticas como la ley de Sociedad Anónima Laboral…

Gran científico, no permitió que se pusieran en práctica los inventos que suponían supresión de puestos de trabajo, siempre consideró que el dolor de un obrero en paro, era infinitamente más importante que sus adelantos científicos.

Converso, tenía un feroz amor a la Iglesia, fue perseguido, difamado desde dentro de la Iglesia y expulsado de la Comisión Nacional de la Hoac, se negó a que se le defendiera ante el Papa.

Sus planteamientos económicos revolucionarios, los nuevos caminos de liberación… Todos sus escritos son para los pobres, para esa multitud que constituye la inmensa mayoría de la humanidad. El Movimiento Cultural Cristiano vive de su espíritu y de las grandes coordenadas militantes y apostólicas que él nos mostró con su vida de pobreza, humildad y sacrificio. El imperialismo actual, el monstruoso sistema económico salvaje bajo el que vivimos, tiene que caer. Es necesaria la militancia de pobres como Rovirosa nos enseña

Editorial de la revista Autogestión