La muerte por inanición, por hambre, es terriblemente cruel. En Sudán del Sur, hemos visto que el hambre afecta particularmente a niños pequeños, mujeres y ancianos
El hambre debilita tanto a las personas que ni siquiera pueden combatir la enfermedad más “sencilla”: un resfriado común, y se convierte de hecho en una sentencia de muerte. Eso es lo que está pasando allí ahora mismo.
Dos etnias (la del presidente y vicepresidente) sostienen este conflicto pero, ¿quién financia su armamento?
Hemos conocido a mujeres y niños con los ojos hundidos que luchan para hacer frente al hambre en la parte norte, la más afectada del país. En la zona de Ganyiel, viven mujeres como Nyakon, que caminan por pantanos con el agua hasta la cintura y comen nenúfares para sobrevivir. Esos mismos pantanos les sirven aún para refugiarse relativamente de los enfrentamientos…
Como siempre son los civiles son los que más sufren este conflicto. Se bloquea el acceso de los camiones de comida. Se queman casas y cosechas, se roba el ganado. Se han vaciado aldeas enteras y la producción de alimentos se ha reducido drásticamente.
Cada mes 50.000 personas se van de Sudán del Sur. Ya son 1,6 millones los que viven en el extranjero. Recordemos que en 2011, después de 20 años de guerra civil nació Sudán del Sur. Pero desde 2013 la disputa interna entre presidente y vicepresidente ha generado prácticamente otra guerra civil. Dos etnias (la del presidente y vicepresidente) sostienen este conflicto pero, ¿quién financia su armamento?
El papel de la ONU- su falta de intervención militar en alguna de las matanzas- y la sombra alargada de las grandes potencias que tienen intereses en el petróleo, gravitan sobre este joven país, donde 12 millones de personas esperan un halo de esperanza.
Luchemos contra las causas de esta lacra, del hambre que mata cada día, de esta violencia que se cobra vidas. Pongamos a los empobrecidos en la primera plana de la vida política y social de nuestros países enriquecidos. Muchos venden que la principal causa del hambre es la sequía. Sequía también hay en España y no morimos de hambre.
Pidamos por tanto, ¡Justicia para Sudán del Sur!
Redacción: Solidaridad.net