La especulación con los precios de los alimentos: fondos de inversión, contratos de futuros… Los precios de las cosechas en el mundo se deciden en lugares tan ruines como la Bolsa de Chicago, que condena a muerte a miles de millones de personas.
Las grandes empresas transnacionales controlan el mercado mundial de la alimentación condenando al hambre crónica y a la muerte por hambre a la inmensa mayoría de la población del mundo. Hay alimentos para más del doble de la población actual y las producción potencial podría dar de comer a más de 30.000 millones de habitantes. Ya en el año 2005 solo diez empresas controlaban el 85% del mercado mundial agro-alimentario. El hambre es un negocio y un genocidio planificado y sostenido. Es la forma más eficaz, junto con el aborto y las esterilizaciones, de eliminar a los empobrecidos de la Tierra.
Durante el verano de 2010, subieron los precios mundiales de los alimentos básicos: el trigo subió un 130%, el arroz un 74%, el maíz un 31%. En Liberia, la empresa Firestone, se ha quedado con el 10% de las tierras fértiles del país, expulsando a los campesinos pobres, que ahora tienen que trabajar para los que les han robado sus tierras, en condiciones de esclavitud, en jornadas de 12 horas a 3,38 dólares día, sin protección.
La especulación con los precios de los alimentos: fondos de inversión, contratos de futuros… Los precios de las cosechas en el mundo se deciden en lugares tan ruines como la Bolsa de Chicago, que condena a muerte a miles de millones de personas. ¿Qué hacen los organismos internacionales ante este crimen? Callan y ocultan la verdad.
¿Qué hacemos nosotros?
Luchemos y juntos hagamos posible la creación de las instituciones políticas y sociales que combatan la raíz de la injusticia y generen una presión moral liberadora desde la promoción de los empobrecidos. No es admisible el posicionamiento de tantas ONGs, viviendo de subvenciones, que «denuncian» el hambre ocultando sus causas y sus responsables. También ellas son cómplices.