HOMENAJE a un MILITANTE llamado JUAN PABLO II

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Juan Pablo II en la celebración del jubileo, donde reunió a 2 millones de jóvenes , les dijo: "Hoy estáis aquí para afirmar que no os prestaréis en el nuevo siglo a ser instrumentos de violencia y destrucción; defenderéis la paz, incluso a costa de vuestra vida si fuera necesario».


Revista Autogestión nº  61


Diciembre de 2005


Así se expresaba: «Habiendo vivido en un país que ha tenido que luchar tanto por su libertad, en un país expuesto a las agresiones y a los condicionamientos por parte de los países vecinos, esto me ha llevado a una comprensión muy profunda de los países del Tercer Mundo, que viven otra clase de dependencia, ésta sobre todo económica. He hablado de ello muchas veces con los líderes africanos. He comprendido lo que es la explotación y me he colocado inmediatamente de la parte de los pobres, desheredados, oprimidos, marginados e indefensos. Los poderosos de este mundo no siempre miran bien a un Papa así. A veces incluso lo miran mal» …

El primero de mayo del 2000 Juan Pablo II , con frágil voz, dijo rotundamente ante 100.000 trabajadores: «En tiempos de globalización, hay que globalizar la solidaridad. Hay que restaurar la dignidad el hombre y la mujer. Hay que abrir los ojos sobre la pobreza y la discriminación. Hay que reducir o condonar la deuda de los países más pobres. Hay que afrontar los desiquilibrios económicos. No es justo que los pobres se alimenten con la comida que cae de la mesa de los ricos.


Terminamos con estas bellas palabras de Juan Pablo II en la celebración del jubileo, donde reunió a 2 millones de jóvenes. « En el transcurso del siglo que muere, jóvenes como vosotros eran convocados en reuniones masivas para aprender a odiar y para combatir los unos contra los otros. Los diversos mecanismos secularizados que han intentado sustituir la esperanza cristiana se han revelado después como verdaderos infiernos. Hoy estáis aquí para afirmar que no os prestaréis en el nuevo siglo a ser instrumentos de violencia y destrucción; defenderéis la paz, incluso a costa de vuestra vida si fuera necesario». Las palabras del Pontífice se escucharon con escrupoloso silencio, a pesar de la multitud, cuando dijo:» No os conformareis con un mundo en el que otros seres humanos mueren de hambre, son analfabetos, están sin trabajo. Defenderéis la vida en cada momento. Os esforzaréis en que esta tierra sea más habitable para todos»