Human Rights Watch denuncia que la junta militar birmana sigue reclutando a menores

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El nuevo informe del instituto resalta que los menores son reclutados, frecuentemente, por medio de la coacción y el engaño para lograr la cifra de nuevas incorporaciones que fija el Gobierno… Se estima que el número de niños representa el 20% de los efectivos del Ejército

BANGKOK.- La Junta Militar de Birmania (Myanmar) continúa reclutando muchos niños, algunos de 11 años de edad, para suplir las filas del Ejército en los frentes de combate contra las guerrillas étnicas, según ha denunciado la organización Human Rights Watch.


El reclutamiento de menores, denunciado por ese grupo internacional comprometido con la defensa de los derechos humanos, es una práctica habitual en Birmania pese a las promesas del gobierno militar.


La organización ha indicado en un comunicado que el último informe elaborado por el Instituto Birmano para la Educación de los Derechos Humanos (IEBD) estima que el número de niños representa el 20% del total de los efectivos del Ejército, que es de 375.000 militares.


«El nuevo informe del instituto resalta que los menores son reclutados, frecuentemente, por medio de la coacción y el engaño para lograr la cifra de nuevas incorporaciones que fija el Gobierno», ha apuntado el grupo internacional.


El estudio del IEBD, que tiene su sede en Tailandia, cita que algunos de los soldados infantiles son obligados a tomar parte en «atrocidades» cometidas por el Ejército en las áreas habitadas por las minorías étnicas enfrentadas a la Junta Militar.


Denuncias sistemáticas


Entre los años 2003 y 2005, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, denunció al régimen birmano ante el Consejo de Seguridad por vulnerar la ley internacional que prohíbe reclutar niños para la guerra.


Las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Estados Unidos y la Unión Europea acusan a menudo a la Junta Militar birmana de violar sistemáticamente los derechos humanos, incluida la opresión que sufren las fuerzas democráticas del país.


Los militares que gobiernan Birmania desde 1962 rechazaron el resultado de las últimas elecciones legislativas celebradas en el país, en 1991, porque les derrotó la Liga Nacional por la Democracia (LND), que encabeza la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario desde el 2003.