Según las conclusiones del estudio del Observatorio Social de La Caixa y analizando el informe del Proyecto WISE la mayoría de los participantes que respondieron a una encuesta sobre los efectos del confinamiento tuvieron un impacto negativo en su bienestar personal.
La tecnología ha sido de gran ayuda para la población, ya que ha permitido mantener el contacto con familiares y amigos, trabajar y estudiar a distancia, pero su uso excesivo de la tecnología se asocia a un menor bienestar.
Algunos datos:
Los jóvenes, las mujeres y la población sin estudios superiores presentan niveles más bajos de bienestar.
El 70% de los encuestados han aumentado bastante o mucho su tiempo delante de pantallas durante el confinamiento.
De media, durante el confinamiento se utilizaron las pantallas durante 9 horas y 16 minutos al día.
Se observan niveles altos de bienestar entre los que han aumentado el ejercicio físico y también entre los que afirman estar muy satisfechos con sus familiares y amigos.
El bienestar personal aumenta con la edad y el nivel de formación.
¿Qué otros factores contribuyeron al bienestar personal durante la cuarentena?
Las mujeres, los jóvenes y los que solo tienen educación básica han sufrido mayor malestar durante el confinamiento.
Destaca el marcado perfil de edad del bienestar: no hay apenas personas mayores de 50 años con niveles bajos de bienestar, y más del 40% de ellos presentan un alto nivel de bienestar. Esto parece indicar que la disrupción en las rutinas diarias (falta de asistencia a la escuela, al trabajo y alteración en los ámbitos del ocio, la vida social o el deporte) ha dañado más el bienestar de los jóvenes que el de los mayores, para quienes el confinamiento, quizás, ha supuesto un menor cambio en sus hábitos de vida.
El uso de la tecnología digital se ha incrementado considerablemente durante el confinamiento.
El tiempo no dedicado a trabajar o estudiar se dedicó, principalmente, a comunicarse con amigos y familiares. Entre los usuarios de redes sociales (Instagram, TikTok y similares), la media de uso fue de 3 horas y 22 minutos al día. Para el entretenimiento (películas, series y similares) se destinaron 2 horas y 50 minutos al día. Los aficionados a videojuegos les dedicaron una media de 2 horas y 11 minutos al día.
El uso moderado de la tecnología permite alcanzar un mayor nivel de bienestar.
Sin embargo, para los usos no relacionados con el trabajo, a mayor tiempo de uso, los encuestados manifiestan menor bienestar. Los profesionales presentan mayor bienestar que los estudiantes.
Las personas que usaron predominantemente la tecnología para ciertos fines tales como: la evasión de sus problemas, entretenimiento, conocer la vida de otros, ver pornografía, apuestas mostraron una disminución del bienestar personal. Sin embargo, aquellos que lo usaron para organizarse en el trabajo o el estudio, mostraron un mayor bienestar.
El ejercicio físico y otras aficiones distintas a las pantallas se asocian a niveles más altos de bienestar personal y psicológico.
La familia y las amistades siguen siendo fundamentales a pesar del distanciamiento físico. Cuanto mayor era el grado de satisfacción en las relaciones personales y familiares mayor bienestar se reportó y consecuentemente a menor grado de satisfacción en las relaciones familiares y personales menor bienestar personal.
Resumen realizado por solidaridad.net