El premio Nobel de Literatura húngaro, Imre Kertész, superviviente de Auschwitz, falleció el jueves (31 de Marzo 2016) a los 86 años en su ciudad natal, Budapest. Fue testigo directo de los sucedido en Auschwitz…como otros testigos dieron testimonio escrito de los genocidios del siglo XX.
Su obra, sobre todo su novela Sin destino, que tardó 13 años en escribir y publicó en 1975, ofrece tanto desde el punto de vista literario como testimonial una ventana única para observar el acontecimiento que define el siglo XX: el Holocausto.
Kertész era un muchacho de 15 años cuando fue deportado en 1944 por la policía húngara al campo de exterminio alemán de Auschwitz, en Polonia. Cuando regresó a Hungría, no sólo halló el apartamento de sus padres ocupado por extraños, sino que se dio cuenta de que se encontraba totalmente solo, que toda su familia había sido engullida por la máquina de asesinar nazi.
Esa sensación de soledad ante el horror, de que cada decisión tomada por un adolescente que no ha cumplido la mayoría de edad puede determinar su vida o su muerte, se encuentra en el corazón de la obra de Kertész, que recibió el premio Nobel de Literatura en 2002.
«El campo de concentración», escribió en Diario de una galera, «sólo es imaginable como literatura, no como realidad (tampoco cuando lo vivimos, que es cuando resulta menos concebible)».
Años más tarde aclararía: «Se trata de un libro que no reivindica nada, que no se preocupa por la Historia, porque me niego a mirar los hechos desde lo alto o desde fuera (…) No se trata de la realidad histórica sino de la autenticidad vivida».
Otro testigo Hermann Sheipers
Como diría el sacerdote Hermann Scheipers* en “Por el borde del precipicio” Voz de los Sin Voz: «En el campo de concentración te hacías santo o criminal»
*Hermann Scheipers, un testigo sufriente de lo sucedido, pasó directamente del horror nazi a vivir bajo la persecución comunista en la parte oriental de Alemania, dominada por la Unión Soviética hasta la caída del muro en 1989.
Este sacerdote católico de casi 98 años, nombrado “prelado de honor” por Juan Pablo II en 2003, participó en unas Jornadas sobre el Totalitarismo organizadas por el Movimiento Cultural Cristiano en la Casa Emaús (Torremocha, Madrid). Leer más