¿Disimular las cifras del paro? Por Dios, ¡quién ha dicho eso!

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El Ministro de Trabajo español ha propuesto excluir a los prejubilados del cómputo de parados pero enseguida ha dicho que el objetivo del Gobierno ‘no es quitarle importancia a las cifras del paro porque eso da igual, el paro es real, potente y afecta a muchas familias’.

Pues claro, señor Ministro, ¡quién iba a pensar eso! Por supuesto que estamos seguros de que la intención no es la de disimular la cifra real de parados. ¡Por supuesto que no!

La prueba es que ustedes hacen una definición de ocupado/parado sumamente rigurosa con el fin de que la sociedad tenga una información perfecta de la realidad del empleo y la ocupación.

A saber: Población ocupada es la formada por todas aquellas personas de 16 o más años que durante la semana de referencia hayan tenido un trabajo por cuenta ajena incluso de forma esporádica u ocasional, al menos una hora a cambio de un sueldo, salario u otra forma de retribución conexa, en metálico o en especie; que hayan tenido empleo pero sin trabajar siempre que durante la semana de referencia hubieran mantenido un estrecho vínculo con él; o que hayan ejercido una actividad por cuenta propia trabajando, incluso de forma esporádica u ocasional, al menos una hora a cambio de un beneficio de una ganancia familiar, en metálico o en especie (definición de la Encuesta de Población Activa).
Es decir, que estadísticamente se considera ocupada a una persona que hubiera trabajado una hora a la semana a cambio de un par de entradas de cine.

Con esas definiciones, ¿quién iba a pensar, Señor Ministro, que lo que se busca es disimular aún más las cifras de desempleo? ¡Qué tontería!