Restaurantes de Bilbao se suman a numerosas empresas que discriminan a los niños de sus establecimientos. La asociación de familias numerosas critica que “se estén equiparando conductas incívicas con la entrada de un menor con un responsable”
Una cafetería del centro de Bilbao ha decidido prohibir la entrada a niños, aunque vayan acompañados de adultos. Este hecho ha provocado una encendida polémica ya que muchos sectores consideran que se trata de un trato discriminatorio hacia el menor. Además, la ley respalda este tipo de acciones de los hosteleros que se escudan en el conocido “derecho de admisión”.
El debate saltó cuando la directora de la asociación de familias numerosas Hirukide, Natalia Díez-Caballero sacó a la luz el suceso, aunque precisó que tiene noticias de dos establecimientos más.
Uno de los cafés-restaurantes tiene un cartel en el que se puede leer que está “reservado el derecho de admisión” para los que incurran en comportamientos incívicos “y también a los menores de edad, acudan solos o acompañados”.
La asociación de familias numerosas ha criticado esta “discriminación”, así como que “se estén equiparando conductas incívicas con la entrada de un niño menor con un responsable”, ha dicho a Efe Díez-Caballero.
Lo que han hecho estos establecimientos es acogerse a una normativa del año 1995 de espectáculos y actividades recreativas, que dice que en las cafeterías se puede reservar el derecho a vetar la entrada siempre y cuando se coloque un cartel en la entrada informando de ello.
Existen precedentes
No obstante, estos casos de niñofobia ni son los únicos, ni son nuevos. En Estados Unidos lo saben bien. Como ejemplo, McDain, un restaurante de la zona de Pittsburgh, también se sumó a esta tendencia tras prohibir la entrada a niños menores de 6 años de edad en este establecimiento de cenas informales.
También una cadena de cines de Texas prohibió a los niños menores de 6 años de edad, excepto en los días específicas de los niños, su asistencia, y Whole Foods, un restaurante de Missouri, ha establecido horarios comerciales sin niños. Existe incluso una industria de viajes dedicada a la coordinación de viajes ‘sin niños’. Se llama Leavethembehind.com.
Jenn Giroux, fundadora de Speaking of Motherhood, manifestó que la mentalidad detrás del movimiento “No se permiten niños” lleva a “reflexionar sobre qué es lo que somos hoy como sociedad en Estados Unidos.
“Los niños son vistos como una carga que se refleja en el uso generalizado del control de la natalidad y del aborto”, dijo Giroux. “Aquellos que han perdido su oportunidad o que han postergado la decisión de tener hijos por mucho tiempo ahora desdeñan la visión o el sonido de ellos”.
Por su parte, Mercedes Arzú Wilson, de la Family of the Americas Foundation afirmó que las generaciones mayores de Estados Unidos son menos acogedoras de los niños: “estamos viviendo en una sociedad donde la población, especialmente del mundo occidental, está envejeciendo y está menos interesada en los niños”.
“Por lo tanto, -ha concluido- algunos de ellos simpatizan con el movimiento anti-hijo”, algo que “ha ido creciendo con la ayuda de los gobiernos, financiando programas para destruir la inocencia de los niños, del jardín de infancia en adelante”.