La frasecita no es mía. Se le ocurrió a Mijail Gorbachov, que la lanzó a una audiencia de estudiantes universitarios en Roma en el año 2000. «allí donde va siempre habla de los pobres y de la solidaridad». Lo dijo con cariño, porque quiere y admira al Papa y se sabe comprendido y querido por él. Para «Gorby», el Santo Padre es el mayor socialista del planeta porque «allí donde va siempre habla de los pobres y de la solidaridad».
Es obvio que el autor de la perestroika tiene un concepto un tanto ideal del socialismo. Ignora, porque eso no se enseñaba en la Rusia estalinista de su juventud, que la preocupación por los pobres es algo más antigua que el marxismo: cumple 2000 años, pues la sembró en el mundo Jesucristo. El socialismo, en la medida en que trata de ayudar a los desfavorecidos, se inspira en una tradición cristiana. Por eso decía Chesterton que el marxismo se nutre de ideas cristianas que se han vuelto locas…
En el Cairo, los líderes europeos se codeaban por primera vez con los africanos ese mismo año. Muchos adalides de la UE no habían pisado el continente negro desde que ostentan el poder. Allí no se les había perdido nada: no hay dinero, ni poder, ni mercados. Juan Pablo II, sin embargo, desde 1980, se ha recorrido el continente de cabo a rabo en una docena de extenuantes viajes. Yo tuve la suerte de seguirle en el primero, como enviado especial. Le vi estrechar la mano de los leprosos, consolar a los enfermos, animar a los pobres introduciéndose en sus chabolas… Y le oí mucho hablar de amor, de generosidad, de justicia. Y también presencié con qué calor felicitaba a los misioneros por su inestimable labor.
En esa Africa olvidada y cada vez más marginada, la más importante aportación de occidente, no son los préstamos o ayudas oficiales, ni los proyectos de las ONG. Lo más valioso ha sido y es la aportación de la Iglesia católica, que desde mucho antes de la independencia extendió por todo el continente una tupida red de escuelas, colegios, dispensarios y hospitales, para atender las necesidades materiales y espirituales de los africanos.
¿Es socialismo eso? Tal vez mejor llamarle cristianismo, ¿no les parece?.