Venezuela encabeza el ranking de clientes, en el que también figuran otros compradores de material bélico cuestionados por la Unión Europea: Angola, Camerún, Colombia, Cuba, Indonesia, Israel y SudánLa imagen que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, intenta «vender» en todas sus intervenciones ante los organismos internacionales y ante la opinión pública mundial de una España pacifista y dialogante puede verse empañada por la realidad que muestra su política exterior en cuanto a la venta de armas se refiere. El Ejecutivo español exporta armas a 13 países, 8 de los cuales están vetados para este tipo de comercio por la Unión Europea.
Venezuela, que ya era un comprador habitual de armamento español, con la última operación cerrada entre Zapatero y Chávez por un importe de 1.300 millones de euros, arrebata el primer puesto como cliente al Reino Unido, que en 2003 compró material armamentístico a España por valor de 121 millones. Además de estos dos países, entre los que no están «marcados» por la UE y que compran armas a España, se encuentran Alemania, Italia, Grecia y Estados Unidos. Otros compradores de material bélico, en este caso no recomendados por la Unión Europea, son Angola, Camerún, Colombia, Cuba, Indonesia, Israel y Sudán.
Infringiendo los derechos humanos
Según denuncia Amnistía Internacional, España ya vendía a Venezuela bombas, cohetes e incluso «material radiactivo y tóxico», a pesar de que esta organización tiene incluido al régimen de Chávez como uno de los que incumplen sistemáticamente los estándares de derechos humanos.
Los datos sobre la venta de armamento español a países que vulneran el código de conducta europeo pone de manifiesto que, a pesar de sus esfuerzos, Zapatero no deja de anteponer los intereses comerciales y económicos a los planteamientos democráticos y éticos respecto a fomentar las condiciones ideales para establecer la paz en el mundo.