La subida de la factura de la luz (la más cara de Europa) y los 5 millones de parados dispara los impagos.
Las desconexiones de suministro se han duplicado desde 2006. Todo se conjura contra el que peor lo está pasando.
El contubernio que permite a las eléctricas, que monopolizan el mercado español de la energía en connivencia con el gobierno, subir artificialmente el recibo de la luz, provoca un aumento y los riesgos de impago de los recibos.
En agosto, además de subir escandalosamente los “peajes” destinados a retribuir las “actividades reguladas” (transporte, distribución y otros más oscuros…) cambió su peso en la factura, de tal forma que subió un 63% el término fijo (el de la potencia contratada) y bajó ligeramente (entre un 0,6 % y un 12%, dependiendo de la modalidad) el término variable (el de la energía consumida). (Véase artículo)
El hecho es que en 2012 las eléctricas desconectaron el suministro a alrededor de 1,4 millones de viviendas, duplicando así la cifra de 2006.
La ley fija que las compañías pueden cortar la luz a los dos meses de comunicar el impago. Alrededor de 1,4 millones de viviendas sufrieron un corte de luz por impago el año pasado en España, más del doble que antes de la crisis: en 2006 se registraron 600.000.
El sector es reacio a ofrecer cifras globales, por lo que no se puede establecer una cantidad exacta, pero si se bucea en las memorias de Iberdrola y Endesa, las dos grandes compañías que acaparan el 80% del suministro y las únicas que tienen publicado el dato, se puede obtener una aproximación significativa.
En 2012, Iberdrola suspendió el suministro un total de 588.120 veces y Endesa lo hizo en 524.814 ocasiones (engloba Portugal, pero según la propia eléctrica en ese país tiene muy poco mercado y el porcentaje es irrelevante).
Entre ambas realizaron 1.112.934 desconexiones, lo que supone una tasa en torno al 5% del total de sus clientes domésticos —unos 20 millones, según la Comisión Nacional de la Energía (CNE)—. Si extrapolamos este porcentaje a los otros seis millones que tienen contratado el servicio con otras operadoras, habría que sumar otras 300.000 desconexiones.
Desde 2007 la factura eléctrica ha aumentado más de un 60% y la renta media de los hogares se ha reducido un 8,5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La consecuencia es que las familias tienen cada vez más dificultades para pagar el recibo —un 9,2% lo hacen con retraso—, lo que se traduce en más cortes de suministro. Nunca antes la cifra había sido tan alta.
Autor: Luis A Fernández