La Defensora: el Gobierno incumplió la ley con los inmigrantes de Isla de Tierra

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El informe anual reprende a Interior por «no adecuarse al ordenamiento jurídico vigente”. Los inmigrantes, como denunció solidaridad.net y varias asociaciones, fueron expulsados fuera de las vías legales.

La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, considera que el Gobierno incumplió la ley el pasado mes de septiembre cuando entregó a Marruecos a 71 inmigrantes que habían llegado al islote español Isla de Tierra, frente a la costa marroquí. El Ejecutivo nunca ha reconocido la acusación de numerosas asociaciones que ahora asume la Defensora del Pueblo: que para resolver el problema se vulneró la ley y no se respetaron los derechos que el ordenamiento prevé en España para los inmigrantes.

“Esta institución no comparte que las actuaciones llevadas a cabo se adecuaran al ordenamiento jurídico vigente”, indica en el informe anual.

El documento revela, "que se incumple lo previsto en la ley orgánica 4/2000”. Los inmigrantes fueron expulsados de madrugada, al margen de cualquier procedimiento legal e individualizado, y entregados sin más a las autoridades marroquíes en la playa de enfrente. Ninguno pudo hacer valer ningún tipo de derecho.

“Por último”, prosigue el informe, “tal como señaló la Comisión Europea en su Comunicación al Parlamento Europeo y al Consejo, con motivo de la evaluación de los Acuerdos de Readmisión de la UE, resulta necesario, además, garantizar el respeto a los derechos humanos de aquellas personas que son readmitidas en un país de tránsito donde pueden encontrarse en una situación especialmente precaria, sobre todo en países con un sistema de protección insuficiente de los derechos humanos, incluida la protección internacional”.

El problema de Isla de Tierra no fue solo el procedimiento de expulsión de territorio español, sino también la suerte de los inmigrantes en suelo marroquí. De nuevo, no tuvieron acceso a ningún procedimiento legal para pedir asilo o hacer valer sus derechos, sino que fueron directamente conducidos a la frontera con Argelia en autobuses desde Isla de Tierra y obligados a caminar hacia Argelia sin más trámite. La mayoría regresó después a pie a Oujda, ciudad marroquí junto a la frontera, donde buscaron cobijo en la Universidad o en los bosques cercanos.

Autor: Mónica Cebeiro