Doy gracias por su experiencia y por su firmeza cuando dijo que «el defender a los indefensos y el rechazar cualquier forma de violencia le produce náusea…
Estimado Señor director:
Todos los que hemos podido seguir por la prensa los últimos momentos, la muerte y el entierro de Miguel Delibes. Una de sus últimas palabras han sido éstas:
«Tengo la esperanza soberbia de poder encontrarme a Cristo en la última curva del camino. Esa es mi posición, que me da cierta serenidad y una cierta tranquilidad. No me asusta ahora mi muerte. Creo que es un accidente más de la vida, en la que a todos nos corresponde al final».
Si supo afrontar con esperanza su muerte también defendió valientemente al débil y la no violencia y esto le llevó a posicionarse en contra del aborto porque era defender la vida, la más pequeña y menesterosa contra la agresión social, y precisamente en la era de los anticonceptivos.
Doy gracias por su experiencia y por su firmeza cuando dijo que «el defender a los indefensos y el rechazar cualquier forma de violencia le produce náusea igualmente la explosión atómica, la cámara de gas y el quirófano esterilizado». Con más razón ahora que se ha convertido en un derecho el matar a una vida humana en el seno de la madre.