La Esclavitud Infantil en el mundo.

3810

Facilitamos una de las ponencias sobre Esclavitud Infantil pronunciada en la Casa Emaús el 20 de Marzo de 2004. Deseamos con ella colaborar al trabajo de la campaña por la Justicia Norte-Sur que cientos de militantes vienen realizando especialmente en estas fechas. Hagamos que del 16 de abril:El DIA MUNDIAL CONTRA LA ESCLAVITUD INFANTIL. Los niños esclavos y empobrecidos de la Tierra esperan nuestra colaboración…

CHARLA ESCLAVITUD INFANTIL


Por José Marín
Ponencia pronunciada en la Casa Emaús en Marzo de 2004.


0. INTRODUCCIÓN

La esclavitud infantil es un holocausto de dimensiones planetarias que va en aumento. Es una táctica de un bando en la guerra fuertes-débiles, por lo tanto un problema político
Estamos profundamente implicados en ello. No se puede hablar de niños esclavos dejándonos a nosotros a un lado. Vivimos en un mundo universal interdependiente en todos los sectores del vivir humano.

Antes de nada, es necesario centrar el tema del que vamos a hablar. No se puede hablar de la esclavitud infantil, ni siquiera escuchar una charla sobre ello, de cualquier modo. Sentarse a hablar técnicamente o disponerse a recibir información sin estar dispuesto a cuestionarse la vida, es inmoral. Mientras nosotros estamos aquí sentados, hay más de 400 millones de niños malviviendo o muriendo en minas, prostituidos en burdeles, gastando su vida en fábricas insalubres… vamos a hablar de rostros, manos, nombres y vidas reales que están sufriendo atrozmente ahora. Nadie tiene derecho a contemplar esto sin desear con toda su alma com-padecer, padecer con ellos y compartir también su lucha por la liberación. Lo contrario sería morboso e inhumano. Tener en cuenta que podemos estar citando a niños que han fabricado mi ropa, que han recolectado mi café o que han muerto por mi falta de acción política solidaria. Lo quiera o no, formo parte del pie que les está aplastando. ¿Qué derecho tengo, desde mi buena vida, a hablar de su desdicha?

Que vosotros y yo, dejemos que estas vidas nos interroguen, que nos miren y puedan ser ellos, los niños esclavos, los que nos hagan preguntas. Preguntas que sólo podamos contestar con nuestras vidas. De verdad no creo que sea perdonable preparar este curso, o participar en él, sin dar pasos, objetivables, de solidaridad con los niños esclavos.
Existe una violación sistemática y permanente de los derechos del niño en todo el mundo. Todos los niños tienen derechos pero sólo el 15 % de la humanidad los «disfrutan». No solo lo decimos nosotros sino que lo dice la misma ONU que no pasa por ser un organismo muy revolucionario que digamos. Dice Kofi Annan el secretario General de la ONU «Una riqueza sin precedentes coexiste con una pobreza extrema, una época en que los derechos de la infancia, al tiempo que han sido reconocidos de manera casi universal, sufren violaciones sistemáticas y cotidianas en todo el mundo».

La esclavitud infantil se ha convertido en un instrumento de la guerra comercial internacional mediante la explotación de niños y adolescentes que forman el grupo laboral mas vulnerable y desprotegido. Poderosas empresas conocidas en todo el mundo- con producciones que van desde los automóviles y ropa de gran consumo hasta refrescos y zapatillas deportivas- utilizan a niños y niñas, mediante subcontrataciones en los países empobrecidos, para abaratar una mercancía que se vende en otros lugares y que esos menores nunca podrán disfrutar. La esclavitud infantil de los niños aumenta en todos los sectores, tanto en la agricultura como en la industria como en los servicios. Los niños y las niñas trabajan en todo el mundo como consecuencia de la miseria y de la pasividad o complicidad de los gobiernos y organismos internacionales.

Como resumen podríamos decir que:
Por lo tanto de cada tres niños que hay sobre la tierra uno se atiborra, otro es esclavo y el tercero sobra.
LA NOVEDAD EN LA HISTORIA ES QUE CONVIVIMOS CON LA MISERIA, LA GUERRA, EL HAMBRE, LA ESCLAVITUD INFANTIL, ETC. CON ABSOLUTO CONSENTIMIENTO.


1. ESCLAVITUD INFANTIL EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XX

Muchos historiadores nos recuerdan que la esclavitud infantil no es un invento del capitalismo. Ya los artesanos y campesinos del siglo XIX explotaron a sus niños en sus talleres y familias. En la revolución industrial la situación de los niños pobres de Europa se hizo más espantosa. Hacia mediados del XIX 1 de cada 8 obreros era un niño. Trabajando entre 12 y 14 horas en atmósferas cargadas de fibra y polvo, mutilados o deformados. En Francia, por ejemplo, un trabajo de 1837 consiguió despertar la sensibilidad de la población y se fijó la edad del primer empleo a los 8 años. La jornada laboral para obreros entre 8 y 12 años pasó a ser de 10 horas.
En el caso español practicamente nada se ha investigado sobre este tema todavía. En cuanto a las causa suele haber coincidencia en anotar la necesidad que tienen los padres de emplear a sus hijos para complementar, de diversas formas, la escasez del salario del cabeza de familia. Pero en el fondo hondea la rapiña de los patronos con su excesiva necesidad de lucrarse. ¿acaso si hubiesen pagado un salario justo al cabeza de familia tendrian que trabajar sus hijos?
E. Salut presenta un testimonio sobre las necesidad de que los niños trabajaran:»Las apremiantes necesidades de las familias obreras en estos dias (cambio de siglo) causaron el establecimiento de esta lamentable costumbre de que sus hijos comenzaran a trabajar antes de haber cumplido los diez años y, todavía más, los padres no podian seguir pagando la peseta mensual por la escuela de sus hijos. Niñas de tres años que tejian puntillas en Extremadura. Los niños se quedaban así en un estado de analfabetismo e ignorancia permanentes.

Sobre los años 30 sólo el 53 % de los niños comprendidos entre los 6 y los 12 años estaban escolarizados. En Toledo por ejemplo a principios de siglo sólo el 8% de los niños iban a la escuela empezando a trabajar a los 5 años en la ganaderia y la agricultura.

En las industrias del textil, conservera, esparto, la alimentación, fundición de metales, fábricas de vidrio y loza, sastrerias, zapaterias, la madera, el trabajo doméstico, la agricultura y la ganadería (los hijos de los labradores sirven para conducir el ganado al pastoreo, para cuidar el sembrado si peligra, para llevar comidas a los que trabajan en el campo, para recojer estiercol, para trillar), la minería, en el transporte con pequeñas carretas manuales para traer agua, leña, etc a varios Km de distancia,etc. Las disposiciones legislativas que tratan el trabajo infantil son generalmente pasadas por alto. Los patronos se oponen a la reducción de los dias de trabajo de los niños, porque éstos sirven como ayudantes de los trabajos de los adultos, se daba mucho el trabajo a destajo en los que los padres tenian a varios hijos que le ayudaban a hacer la tarea. Muchos padres engañaban sobre la edad de los niños para que los admitieran en las empresas.
Los más elevados porcentajes de niños se encontraban en las provincias de Valencia y Alicante en la industria del papel y del textil que en conjunto absorbian al 80% del total de niños empleados por la industria. Pero en 29 provincias de España había trabajo de los niños.
En el bajo Miño muchos niños de 12 años se iniciaron en el oficio de tejeros.

Industria Textil en Cataluña. Niños gallegos que acompañaban a los segadores a otros lugares.
1/5 de trabajadores en la mineria eran niños.

En cuanto al horario general de los niños en el trabajo es mayor que los mayores a los que auxilian ya que ellos están encargados de abrir el taller, de barrerle y cerrar, de todos los servicios menudos de recoger herramienta, etc. En las fábrica donde dormian ellos eran los encargados de llamar a los maestros para que se levantaran al tajo.

La personalidad de los niños no puede adquirir desarrollo alguno. Las incesantes voces de los operarios pidiendo materiales, el continuo ruido de los motores y ventiladores, el pésado y monótono golpe de las prensas, el chirrido de las latas, los gritos desacompasados y groseros de los encargados, las continuas blasfemias, los cotidianos cachetes y trompazos hacen que la personalidad de los niños se atrofie y embote de forma que no saben practicamente ni hablar.

Me voy a referir más en profundidad a las ciudades donde vivo o me muevo por razón de trabajo o apostólica.

ELCHE(ALICANTE)

El trabajo de mujeres y niños tenia un papel fundamental en el sistema indrustrial de Elche desde principios de siglo hasta los años 60. Era frecuente y habitual sin ninguna diferencia de jornada o tipo de trabajo en relación con el varón adulto. Si los recién llegados se incorporaban a los 10 años empleados por las urgentes necesidades de las familias inmigrantes, los hijos de las familias obreras asentadas de más antiguo habian empezado a trabajar incluso antes gracias a la existencia del trabajo a domicilio. Casi la sexta parte del sector alpargatero era menor de 14 años y de estos una cuarta parte no llegaba a los 10 años. Los activos industriales infantiles eran tan numerosos e importantes para la economía de sus familias que en 1905 la sociedad de Socorro Mutuo el Porvenir(la más importante de Elche después del Circulo Obrero)decidió rebajar la edad de admisión para sus asociados a los 12 años. Los patronos se servian del trabajo femenino e infantil para rebajar el salario de los varones. A principios del siglo XX comenzó la legislación protectora del trabajo de los niños señalando jornadas máximas, según las edades, y prohibiendo el trabajo a los menores de diez años y las mujeres estableciendo disposiciones relativas al periodo del embarazo, el trabajo nocturno o en indrustrias peligrosas. Era la coinciencia de la penuria familiar, percibida y siempre rememorada por los niños trabajadores de entonces, la que les hacia soportar las largas jornadas y la dureza del trabajo. Las jornadas de trabajo que oscilaban entre las nueve y las once horas seis días a la semana. Los esfuerzos de la inspección del trabajo para controlar el trabajo femenino e infantil no tenian efectividad alguna en el trabajo a domicilio y tampoco servian las constantes denuncias de la prensa obrera en relación con el mantenimiento del trabajo infantil contra la legislación social y con la constante rebaja de la mano de obra femenina en la industria alpargatera. Hay casos de extremada explotación, donde se afirma que la mayoria de las obreras que hacian el reborde de las alpargatas eran ancianas o niñas con jornadas de dieciséis a dieciocho horas. Se denuncia el caso de niños empleados en trabajos duros durante diez horas. Cuando se producia alguna visita de inspección, los patronos ocultaban a los niños que empleaban contando incluso con la colaboración de los propios padres, que ayudaban a falsear la edad de los muchachos, obligados por la miseria. Era posible ver a enjambres de tiernas criaturas esperando la hora de entrar en el taller que para ellos significaba el presidio y donde se perpetuaba su ignorancia: su trabajo era un arma importante contra el salario del adulto.

Algunos de los que llegaron con menos edad a Elche, tuvieron tiempo de acudir aquí a la escuela, aunque fuera muy brevemente; otros la mayoria no llegaron siquiera a conocerla.
Para los niños el primer ciclo se cerraba cuando, cumplidos los catorce años, pasaban a intregrarse en plantilla.

El 85 % de los empleados en la industria alpargatera que tenia menos de 14 años trabajaba fuera de las fábricas y llegaba a suponer 1/5 de la mano de obra. Padecían jornadas de trabajo extenuantes en ocasiones de más de 16 horas trajando toda la semana excepto el domingo. En el hilado trabajaban niños todos menores de 14 años.

También trabajaban en la recolección de dátiles y su selección y en la poda de las palmeras.

CIEZA(MURCIA)

En los años 50 en la ciudad de Cieza en Murcia la economia se basaba en un gran tanto por ciento en la industria del esparto. Los niños que trabajaban en el esparto se llamaban Menaores, ese viejo oficio de darle a la rueda en las carreras de hilaores. Niños de pantalón corto que llevaban a cuestas una cruz de madera y un cajón, que no eran sino sus herramientas de trabajo para una larga y dura jornada de trabajo. En cada carrera además de 2 o 3 oficiales hilaores, trabajaban siempre dos menaores(uno en la rueda y otro en el ferrete) . Comenta un anciano: «Empezábamos a trabajar a muy temprana edad, no habia más remedio: A veces no levantábamos dos palmos del suelo y tenian que ponernos un cajón debajo de los pies para que alcanzaramos a darle la vuelta completa a la rueda.» Los niños empezaban a trabajar a los 7 u 8 años.»Cuantas veces me recostaba en el caballete y me quedaba derrotao perdio». Trabajaban desde que amanecia hasta que anochecia y a veces hasta los domingos a mediodia dependiendo de la falta que hiciese, aprender el oficio de menaor era muchas veces a base de leña(sogonazos y gaviazos). Habia que echarse a temblar cuando el hilaor te decía Nene ¿Con que quieres que te dé con la gorra o con la gavia? Ni los hilaores ni los menaores bajaban a comer a sus casas para así no perder el tiempo. La rutina diaria se rompía a veces con visitas de extraños. Las más temidas por los patronos eran las de los Inspectores, teniéndonos leida la cartilla de que en tales casos los menaores teníamos que salir a estampida y perdernos por las oliveras.

Nadie ajeno, sin embargo tuvo que venir a enseñarnos a ser solidarios con otros más necesitados que nosotros. Compartian parte del salario del domingo con otros necesitados.

Todo el año íban de pantalón corto, como si fuesen en pantalón de deporte, y en el invierno, con las piernas y las manos cortadas por el frío, no conocian nunca lo que eran unos guantes ni unas calcetas, excepto cuando en semana Santa nos vestían de «armaos».

Eramos los menaores la pesadilla de los guardias del río y de los dueños de los huertos más cercanos a las ruedas de los hilaores, pues con las tripas siempre zurriendo por la mala alimentación no había higuera ni frutal que se nos resistiese.

Los menaores eran los niños proletarios de la Industria del Esparto, en la que varias generaciones de hombres, mujeres y niños se dejaron parte de sus vidas, siendo los artífices de un efímero desarrollo económico que permitió al pueblo sobrevivir y a unos cuantos patronos un enriquecimiento rápido, sin ser capaces de consolidar un sector industrial que, a faltas de una necesaria reconversión, estaba condenado a desaparecer, como así fue finalmente. Dice otro anciano: «Bajo aquellos tanganillos, a muchos chitos de Cieza entre 7 y 10 años de edad se nos gastó el tiempo de la infancia, dándole y dándole a la rueda lejos de las escuelas, y nos hicimos mayores antes de tiempo. A veces, cuando coincidimos entre nosotros, solemos revivir nuestros recuerdos, en una mezcla de amargura y ternura, en un afán nostálgico por recobrar la infancia perdida, aquella que nadie nos devolvera. Allí lo aprendimos todo: a trabajar, a sobrevivir, a ayudarnos,… y también a desesperarnos, a huir, a desconfiar,… Aquello fue definitivamente nuestra escuela elemental. Una escuela de la vida y para la vida. Haber sido uno de los menaores es algo que nunca se olvida».

LA UNIÓN(CARTAGENA)

En esta zona a finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX se dió con gran frecuencia el trabajo esclavo de los niños en un sector tan dramático como la mineria. Los niños se empleaban en las minas tanto en los trabajos del exterior como en los del interior así de día como de noche.
En el transporte interior de los minerales desde los tajos de arranque hasta las vias generales. Largas filas de muchachos llamadas gábias corren con agilidad las rampas y galerias llevando sobre sus espaldas cargas de 20 Kg. Capaces de mover en un día casi 2000 Kg. El trabajo en las minas requeria en muchos casos la pequeñez de los niños para introducirse en los sitios más reconditos a transportar la mercancia por sitios que no podian los adultos, a picar o a colocar los explosivos que hicieran más grande el orificio. El esfuerzo físico de los niños mineros era tan fuerte que se quedaban pequeños de estatura, tenian un irregular desarrollo físico y una perversión moral por las palizas recibidas por los adultos y el trabajo diario con ellos. El horario de trabajo oscilaba entre las 12 y las 14 horas.

Un material de consulta de primera categoria es el fondo histórico del antiguo hospital de Caridad de la Unión. Hay un libro de registro de los ingresos de los heridos, donde se recojen en toda su crudeza los accidentes laborales sufridos por los niños.

A partir de 1900 la legislación prohibió todo trabajo subterráneo o peligroso a menores de 16 años y excluía desde 1873 a los menores de 10 años de cualquier tipo de trabajo. El precepto legal no dejó de ser vulnerado repetidamente. Numerosos heridos estaban en torno a los diez años. Dos hechos de niños heridos en el trabajo minero:

Francisco Fernandez Nadal de 14 años sufrió la pérdida de la mano izquierda, herida en el vientre y ojo izquierdo a consecuencia de un fulminante de dinamita. Se le tuvo que amputar por el tercio medio del antebrazo.

Joaquín Ferrón Méndez de 12 años, sufrió quemaduras externas por explosión de pólvora en la mina La Rita. Falleció.

Así cientos de niños que murieron, ellos los más débiles eran los que más sufrian las consecuencias de este dramático trabajo.

2. ESCLAVITUD INFANTIL HOY.

ESPAÑA

Tenemos que echar un vistazo hoy cuando hablamos de niños esclavos que la primera causa de muerte en España en relación a los niños fue el aborto 77.125 en el 2002 de los que el 96,8 % se alegó la salud maternal; en un 3,03 % el riesgo del feto y en un 0,03 % porque existió violación. En el 2003 más de 70.000. Uno cada siete minutos. Un informe de un sociólogo de la Universidad de Valencia José Pérez Adán. 1 de cada 10 se realiza con más de tres meses. La mayoría con menos de 8 semanas.

La generalización del aborto parece como algo imparable, por eso es útil recordar el ejemplo polaco: los primeros que legalizaron el aborto en Polonia fueron los ocupantes nazis en el año 1942. Adolf Hitler lo tenía claro: «Dada la proliferación de indígenas, hemos de considerar como una bendición que las mujeres y las muchachas practiquen el aborto a gran escala («Discurso sobre los Territorios ocupados. La Alemania nazi», Alianza Editorial, 1973, pág. 243). Con la liberación, aquella ley fue derogada, pero en 1956, bajo la dictadura comunista y a instancia directa de Stalin, fue otra vez legalizado, hasta que en 1993, uno de los primeros gobiernos democráticos lo suprimió sustituyéndola por una nueva legislación sobre «protección del feto humano y las condiciones de permisión del aborto».

La burguesía se lo impuso a los proletarios para matar al hijo del obrero.

En España hay un millón de niños menores de 16 años trabajando en el calzado, juguetes, agricultura y textil. Según otros datos hay unos 500.000 niños empleados, aunque se sospecha que la cifra real oscila entre 700.000 y 800.000. esa cantidad, representa el 10,62% de la población infantil menor de 15 años.

Más de 20.000 menores son explotados laboralmente en la comunidad de Madrid.
En Madrid, hay más de 5000 niños inmigrantes sin escolarizar, viviendo en condiciones de auténtica miseria.

Los niños españoles están empleados en el sector de los servicios en un 38% de los casos, en la agricultura en un 31%, en la industria en un 18% y en la construcción en un 7%.
Es en la hostelería la rama de servicios en la que más se da el trabajo infantil, se encargan de servir mesas o cargar cajas dentro de un horario muy extenso, que puede llegar hasta la madrugada.

Otra rama es la de las ferias, en las que los niños son empleados para el montaje y desmontaje.
Dos sectores industriales destacan por el empleo de mano de obra infantil: los juguetes y el calzado. En Alhama de Murcia en el calzado y en Bullas con las muñecas.
En España CCOO denuncia la importación de niñas marroquíes para trabajar en el servicio doméstico sin sueldo alguno..

He estado investigando por la zona en la que me muevo haciendo visitas a todos los sindicatos, llamadas por teléfono a un sitio a otro y no he conseguido practicamente nada de datos actuales del trabajo de los niños en España. Te dicen que o bien no saben nada no tienen ningún estudio, o que trabajan en explotaciones familiares dificilmente de controlar o que no se hacen estudios porque sino tendrian que denunciar a las empresas que tienen niños trabjando. También te dicen que ellos son los primeros interesados en denunciar estos caso y que si se enteraran de esto ellos serian los primeros en denunciar.

España se encuentra entre los cinco paises del mundo que más turismo sexual practica con menores. La esclavitud sexual está en auge en España con más de 5.000 niños prostituyéndose. Según un informe de Save The Children España ha pasado a encabezar la lista negra de paises donde más se trafica con niños y jóvenes. Casi la mitad de los menores victimas de abusos sexuales no ha cumplido los 12 años. El 22 % de las prostitutas de nuestro pais confiesa haber empezado cuando sólo era una niña.

Unos 8.000 niños desaparecen al año y la mayoria acaban en redes de prostitución.
Cada año viajan a América Latina, Africa o el sudeste Asiático entre 30.000 y 35.000 ciudadanos españoles con el único objetivo de mantener relaciones sexuales con niños y niñas.
Los potenciales explotadores de sexo infantil se encuentran, según los estudios de la Organización contra la Explotación Sexual de la Infancia, en Madrid, Cataluña y Valencia.
EL SILENCIO ante la EXPLOTACIÓN SEXUAL de MILLONES de NIÑOS nos HACE CÓMPLICES.

En España, durante el año 2000, el Ministerio de Cultura clasificó 1.028 títulos como «X» frente a las 1.480 películas que recibieron la calificación de «Para todos los públicos». En cuanto a los usuarios de la pornografía en nuestro país, 850.000 personas consumen este tipo de productos, de los que el 45 por ciento son consumidores habituales.

Pero donde más se ha disparado el consumo de pornografía en los últimos años ha sido en Internet. Los internautas españoles son los ciudadanos que visitan más páginas de contenido sexual: según el anuario de España 2001, realizado por Retevisión, el 38 por ciento de los cibernautas españoles navega por webs de contenido pornográfico.


LA ESCLAVITUD INFANTIL EN EL MUNDO

No es fácil hacerse una idea general, y contemplar un balance de cifras, si uno quiere informarse a través de los organismos internacionales oficiales (confusión, manipulación del lenguaje que luego veremos, baile de cifras…). Las cifras (siempre conservadoras) de organismos como la ONU, OMS, UNESCO, UNICEF, OIT (y su oficina permanente BIT) van entre 130 y 400 millones de niños esclavos. La OIT admite que 1 de cada 4 niños trabaja en el mundo empobrecido (¡¡El mundo empobrecido es la inmensa mayoría de la humanidad, el 86%!!). Admite así unos 300 millones de niños esclavos. Según Martín Medem, los especialistas de USA habían calculado para el 2000, 400 millones de niños esclavos. Estamos en 2004 y la tendencia no se ha invertido. Por desgracia para los niños, estas cifras son a la baja: muchos niños son explotados en la clandestinidad (es difícil contabilizarlos), además no se incluyen niños que van a la escuela (aunque muchos van unas pocas horas a la semana o al mes, y luego tiene «jornadas laborales» de 12 a 16 horas diarias). Y además las cifras se refieren a niños menores de 15 años. Los organismos internacionales coinciden en admitir que aumentan estas cifras. Aumenta la esclavitud infantil en número y en gravedad de las condiciones de explotación. Y la esclavitud infantil, según toda predicción, AUMENTA.

Hay niños esclavos en cada sector de la economía, en cada continente, y la prueba de ello llega a nuestras casas, a nuestros objetos personales, a nuestros platos, a veces hasta se cuela en nuestras teles y periódicos. No hay más que mirar las etiquetas made in… para saber que en otros lugares están muriendo para nuestro «supuesto bienestar». Pero no se contempla en los programas políticos. Cuando uno va a votar, cuando un sindicalista sale en la TV, cuando un ciudadano se plantea su acción política ¿cómo no tener en cuenta a los niños esclavos? La esclavitud infantil es un tema político, no de ONG.

Defiendo que lo que estamos haciendo con los niños en este planeta es un verdadero holocausto. El holocausto de la infancia hoy supera en mucho, en cifras, el holocausto nazi. 400 millones de niños esclavos. En crueldad es incontestable. Nosotros no somos el capataz de utiliza el látigo sobre un niño exhausto de 6 años. Pero somos del mismo bando que ese capataz, del bando vencedor, el que necesita al niño para poder tener productos baratos en todo a 100.

Los niños esclavos
El mapa de la esclavitud infantil ensucia el planeta entero, pero iremos citando algunas concreciones, viendo que donde más se padece es, por supuesto, en países empobrecidos.
El 96% de los niños del mundo vive en países obligados por ley a defender sus derechos. En 1989 todos los países menos Islas Cook, Suiza, Omán, Emiratos Árabes, Somalia y EEUU firmaron la convención sobre derechos de la infancia.

El contexto actual

Hay países, como India donde el número de adultos en paro iguala al de niños esclavos. Los niños copan los puestos de trabajo por su docilidad y porque cobran menos, y es fácil entender la íntima relación entre esclavitud infantil y paro o precariedad para los adultos. Entre 1977 y 1996 (en 20 años) la cifra de niños esclavos pasó de 54 a 100 millones (SE DUPLICA), según el BIT.
Los niños esclavos querrían ir a la escuela, sin escuela el círculo de la pobreza se perpetúa, la formación es imprescindible para el protagonismo personal y colectivo. Pero los niños esclavos no tienen escuela. Las políticas de ajuste estructural no lo permiten.

Sólo si hubiera un niño esclavo en la Tierra su clamor se levantaría al cielo tanto como para cuestionar nuestra honradez como seres humanos. No tendríamos derecho a dormir tranquilos. Pero este clamor alcanza hoy los 400 millones.

Dónde están y qué hacen los niños esclavos

En la unión europea, son dos millones, los niños que son explotados laboralmente, sobre todo en las zonas sacudidas por las reestructuraciones ultraliberales como en el Reino Unido, Dinamarca, Holanda o Francia; enmascarado bajo la forma de contratos de aprendizaje. En Portugal, se ha descubierto que hay un número considerable de niños que trabajan en las industrias textiles, de las prendas de vestir y del calzado». En el sur de Italia, cita, «hay niños que trabajan en pequeños talleres industriales o manufactureros sin condiciones de seguridad, por cantidades muy inferiores al salario equivalente de un adulto». Según la Federación de Sindicados Italiana, 400.000 niños de entre 11 y 14 años que trabajan, el 10% se dedica a la construcción.

La cifra más alta en términos absolutos de niños entre cinco y 14 años que trabajan se concentra en la región de Asia y el Pacífico, el 60 % del total mundial. En segundo lugar figura el Africa Subsahariana, (23%), seguida de América Latina y el Caribe (8%) y Oriente Próximo y el Norte de Africa con (6%).

Por ver algunos ejemplos, en Pakistán tejen alfombras. Los niños tejedores se pasan horas y días en posturas que les dejan enanos y deformados. Encadenados y esclavos sufriendo tortura física y psicológica, son niños como nuestros hijos, y la mayoría padecen problemas respiratorios por inhalación de polvo de fibra y algodón. En Pakistán es común la venta del niño a los productores, supuestamente a cambio de una vida mejor y una formación profesional. El niño va acumulando con el patrón una deuda en concepto de alojamiento, manutención… que nunca puede pagar y se perpetúa incluso por generaciones o entre hermanos. Hacen alfombras para nuestros pies.

En Arabia Saudita los niños se importan de otros países cercanos para hacer sirvientes o de yóqueis en las carreras de camellos. Niños de 5 y 6 años son atados al camello, que con los gritos y patadas del niño aterrorizado, corre más deprisa. A veces se azota al niño antes de la carrera, o se le somete a descargas eléctricas para excitarlo.

En Nepal, India, Tailandia, los niños engordan las arcas de los mercaderes del sexo, sirviendo los inmorales placeres de los nativos y también de los turistas occidentales. Según la revista Autogestión, en Nepal niñas de 7 años esperan a que se acabe su jornada laboral para ir a jugar a las muñecas. En los vídeos de la Editorial Voz de los Sin Voz, podemos ver testimonios de muchas de estas niñas violadas. El capítulo de la explotación sexual es de los más terribles y extendidos. En Asia hay más de un millón de niños esclavos sexuales. Camboya, China, Laos, Vietnam… cuentan con redes en las que a menudo están implicados la policía y los políticos. En Italia se anuncia en folletos turísticos que las mujeres de Brasil siempre están disponibles. En Camboya el 35% de los explotados sexualmente son niñas entre 12 y 17 años. Gracias al proceso de paz y la demanda de los empleados de la ONU, en Phnom Penh (la capital) de 1991 a 1992 se multiplicó por más de tres el número de prostitutas (de 6 mil a 20 mil). El 25% de los turistas de países enriquecidos como el nuestro que eligen Sto. Domingo como destino, repiten según ellos mismos por la oferta sexual de menores. El papel de nuestro consumo, nuestras agencias y nuestros políticos es de nuevo, propio del bando más fuerte en una guerra sucia. Sus mujeres y sus niñas, para nosotros, los vencedores.

Un MILLON DE NIÑOS ENTRAN CADA AÑO en el INFIERNO de la ESCLAVITUD SEXUAL
Existen unos 100 millones de menores en todo el mundo atrapados en redes de explotación sexual.

De la industria pornográfica a la explotación sexual sólo hay un paso. La pornografía mueve cada año 60.000 millones de euros en el mundo, unos 250 millones de personas en el mundo son consumidores de pornografía según datos de la revista FORBES.

La industria del cine y el vídeo es la que mayores beneficios obtiene dentro del mercado del sexo: en Estados Unidos se ruedan cada año 13.000 películas porno y en Europa, unas 1.500, lo cual provoca que las productoras alcancen alrededor del 40 por ciento de beneficio por película.
El Vaticano denuncia la falta de leyes que protejan a los niños de la explotación sexual.
El arzobispo Pietro Monni –observador permanente de la Santa Sede ante al Organización Mundial del Turismo— denunció el vacío legal para detener el turismo sexual e invitó a valorar el empeño de las instituciones religiosas contra la pedofilia. Filipinas, Taiwán, Tailandia, la India, Sri Lanka, México, Brasil, Venezuela y Kenia son los países que el prelado citó como principales metas del turismo sexual.

En el mundo, la explotación sexual infantil es el tercer gran negocio mundial tras el tráfico de drogas y de armas. Según la Organización Mundial de Turismo, el 20% de los 700 millones de viajes que se producen al año en todo el mundo, tiene como motivación principal el sexo. Y de estos, el 3% explícitamente el sexo con niños. Sólo 24 países de todo el mundo tienen un derecho penal que les permita, aún con muchas dificultades, perseguir delitos sexuales contra menores cometidos en el extranjero.

En la industria se explota a miles de niños. En muchos lugares de Iberoamérica e India los niños fabrican ropa. En nuestros armarios cuelgan prendas de Zara, Levi Strauss, Nike, Lee… y muchas otras marcas que fabrican en el tercer mundo para abaratar costes y conseguir más sometimiento de sus empleados. En 1991 la Levi Strauss comenzó a cerrar sus fábricas de USA para llevarlas a Saipan (islote del Pacífico con particulares ventajas económicas, como poder exportar los productos con etiqueta made in USA). Leo una denuncia de la campaña de prensa que llevaron a cabo los sindicatos por las condiciones de esclavitud que padecían los obreros de estas fábricas. «Willie Tan (empresario) producía ropa para firmas como Levi’s, the Gap, Christian Dior. Tenía a su servicio a 1500 muchachas traídas de China con contrato laboral por tres años. Después del desembarco, les retiraba los pasaportes para impedir que abandonasen la isla, las alojaba en barracas valladas y las hacía trabajar durante 11 horas diarias 7 días a la semana, vigiladas por guardias armados. Durante una investigación sobre le explotación infantil en la India y Bangla Desh, Nick Buckley, un periodista del Mail on Sunday, encontró conexiones tanto con la empresa internacional de la confección C&A como con el fabricante de tejanos Levi Strauss. Buckley dice: ´Desde que estuve allí, para mí el trabajo infantil significa niños y niñas de once, doce o trece años que trabajan de las 8 de la mañana hasta la medianoche, en una fábrica, lejos de sus padres. Por la noche, comparten con tres o cuatro niñas una chabola hecha de bambú de tres por tres. Reciben dos raciones de arroz cada día, una vez con algo de verdura, y un poco de carne, quizá una vez a la semana. La mayoría de los niños que vimos no ganaban ni siquiera cincuenta peniques al día.´

Para muchos niños del mundo los juguetes son una pesadilla. En China se fabrican juguetes de marcas como Mattel, Chicco o Lego, siendo conocidos casos de explotación y condiciones infrahumanas, como en una fábrica de Chicco que ardió muriendo allí cientos de trabajadoras en su interior. Horas y horas empastando el plástico, vertiéndolo en moldes vigilados por capataces. Las pagas son miserables. Los niños esclavos que cosen balones Nike, Adidas, Reebok en Pakistán cobran 75 ptas al día por fabricar balones que se venden a 10 mil. También los niños hacen calzado en India, Indonesia, Tailandia…

Miles de niños dejan su vida en las terribles minas y canteras de África, Asia e Iberoamérica. A más de 3 mil metros bajo tierra acarrean en Perú enormes sacos medio desnudos y llenos de cicatrices sometidos a un calor y humedad sofocantes, amenazados permanentemente por los derrumbamientos. En Colombia, el 65% e los obreros de minas y canteras son menores de 16 años, y los hay de 5. Se les llama los niños topo: trabajan casi a oscuras durante 10 horas al día. Un niño de 14 años, que ha dejado la mina por un accidente, cuenta: «Era remolcador de carretilla, es un trabajo muy duro. Está en pendiente y la carretilla pesa toneladas. Subes, descargas y bajas muy deprisa, pues para cobrar nuestra paga hemos de llegar a la cantidad ordenada. Algunos días al salir ya no tenemos fuerzas ni para comer.» Hacen barato los trabajos que nadie de nosotros haría.

Las fábricas de ladrillos son el infierno particular de otros muchos niños, por ejemplo en Pakistán, en Egipto y en Colombia, algunos de los cuales no han salido nunca de la fábrica de ladrillos, y ni siquiera saben su edad. En Egipto los niños también recogen flores de jazmín para nuestros perfumes, con sus manitas pequeñas se levantan a la 1 de la madrugada y trabajan 10 horas recogiendo flores para una empresa de cosméticos, de noche, cuando están húmedas. Tienen entre 6 y 13 años y cobran al peso, su salario apenas consigue alimentar a sus familias.
También hay niños en la agricultura comercial, trabajan y cobran según rendimiento, a veces trabajan en familia y cobran sueldo familiar. En las calles de Haití los buscones abordan a chicos entre 8 y 15 años y les ofrecen trabajo en la República Dominicana, y se les lleva a las plantaciones de caña, a trabajar como esclavos. 12 horas al día 7 días a la semana, trabajando curvados, sin guantes ni protección en los ojos. Duermen en barracones sin agua ni luz, y comen arroz una vez al día. Niños de 8 años en Filipinas trabajan 11 horas diarias en la caña de azúcar, asfixiados de calor y agotados, cobran al 25 cs. Trabajando toda la familia no les cubre las necesidades básicas. ¡¡25 cs los pierdo en el bolsillo y no me entero!!

El servicio doméstico es uno de los sectores donde más prospera la esclavitud infantil. En Indonesia hay unos 5 millones, en Brasil, Venezuela, Colombia…

Los niños de los basureros, viven en los cinturones de las grandes ciudades, en ocasiones familias enteras, y viven de aquellas cosas que pueden recoger de la basura para venderlas. Hay que ser los más rápidos para encontrar más rápido los desperdicios de nuestra mierda que a ellos les darán de comer, por eso corren en cuanto llegan los camiones. Las montañas de basura humeante por la descomposición son fuente de infecciones, y sólo en uno de los siete basureros de Manila viven 3500 familias (12 mil niños). Es común que niños huérfanos malvivan y mueran solos buscándose la vida en los basureros.

Los niños submarinistas arriesgan su vida bajo el agua asustando peces para que caigan en las redes, los niños desguazadores de Corea, picapedreros de Bangladesh, de las fábricas de vidrio donde la temperatura es de 50º y el sonido alcanza los 130 dB. Estos niños se hacen cortes en los pies descalzos y padecen quemaduras e intoxicaciones. Cuando ocurre un accidente mortal, el cuerpo del niño se arroja al horno para hacerlo desaparecer, no le importa a nadie, no lo anuncia nadie, nadie pide perdón.

Hay niños que lían tabaco (bidis en India) , que fabrican cerillas… no hay sector que no aproveche la debilidad del más pequeño. Espectáculos de boxeo, de lucha contra animales…
No podemos ignorar uno de los comercios más escandalosos y oscuros: el tráfico de órganos. Para describir este vergonzoso negocio, el lema acusador «Nuestro banquete es el hambre de los pobres» se ha quedado corto. No sólo su sudor, su trabajo, su comida, sus materias primas… el cerdo cebado (que somos los países del Norte) no se conforma. También quiere sus riñones, sus córneas… o su corazón. Sí, se trafica con niños para la adopción, pero también se trafica con niños para el «destace», para despiezarlos, o se trafica con sus órganos para satisfacer las necesidades de órganos de los ricos. Esta realidad abarca a los niños callejeros que donan sangre hasta la anemia a cambio de unas monedas, y también otros muchos casos de robo de niños para exportar sus órganos a otros países. Un informe de la OMS denunció en el año 90 redes médicas que pagaban a niños pobres de Iberoamérica e India par extraerles los órganos y venderlos a precios astronómicos en el Norte. El gobierno de México denunció lo mismo, de niños mexicanos para vender los órganos a clínicas de USA. Se ha acusado de traficar con córneas a la conocida clínica española Barragán. Organismos oficiales como la OMS y ONGs han denunciado la desaparición sistemática de niños callejeros y la complicidad de autoridades en Argentina, Honduras, Paraguay, Perú, Colombia, Guatemala y México. Incluso el presidente de Costa Rica Calderón Fournier en 1991 afirmó «le puedo asegurar que ha habido trasiego de Sur a Norte para asesinar niños y sacarles sus órganos». Reciente el caso de la monjas de Mozambique.

La edad resulta determinante. Los órganos de un chico fallecido por enfermedad o accidente, que no haya cumplido 13 años o su peso sea inferior a 40 kilos, sólo podrían ir destinados a otro/a de similares características físicas. Es el caso del corazón, incapaz a esas edades de bombear con la fuerza necesaria el volumen de sangre que requiere un receptor adulto. O los pulmones, que, cuanto más jóvenes, no disponen de la capacidad suficiente para almacenar y expulsar todo el aire que necesita una persona mayor. Y lo mismo pasaría con los huesos y los cartílagos, aún en formación.Salvo excepciones. Por ejemplo, los riñones de un niño pueden ir a un adulto, siempre y cuando se trasplanten ambos a la vez, para que el filtrado de la sangre no peligre. A partir de los 14 años, y si el joven donante no ha sufrido alguna alteración anatómica o fisiológica que dificulte el correcto funcionamiento de sus órganos, estos pueden ser trasplantados, en su mayoría, a una persona de mayor edad. El hígado, pongamos por caso, de un donante de 15 años, serviría para ser trasplantado a un adulto de bajo peso, incluso podría dividirse en dos y sustituir los órganos dañados de dos receptores compatibles, dada su enorme capacidad de regeneración.

Prisión y condena. Hay niños en las cárceles de muchos países: en Birmania, Irak, Kuwait… En USA en 1999 había 29 menores en el corredor de la muerte a la espera de la ejecución. En Mississipi la edad mínima para la cámara de gas son 13 años. En Pensilvania no hay edad mínima. A esto le llaman progreso.

Los niños guerrilleros merecen también un capítulo aparte. En los últimos 50 años el mundo ha padecido más de 400 conflictos armados. Los países enriquecidos aportamos el 90% del armamento y defendemos nuestros intereses alimentando un conflicto u otro, apoyando un bando. Pero las guerras nos convienen sobre todo lejos de casa, entre los pobres. Además de ser víctimas de las guerras por muerte, mutilación, orfandad, horror en cualquier guerra, los niños a veces juegan papeles dramáticamente centrales. En ocasiones se usan como blanco prioritario. No hacen falta muchos conocimientos de psicología para adivinar las mejores formas de minar la moral del adversario o mermar sus fuerzas futuras. Se han inventado minas especiales para los niños. La técnica de los snipper, tiradores de élite: su misión es disparar a los niños para posteriormente abatir a los padres o adultos que se lanzan a socorrerlos. En Sarajevo 1995 el director de un diario publicaba sobre un niño de 7 años abatido por un snipper: «Su madre lo llevaba de la mano, y el disparo le alcanzó en pleno rostro. Mientras el niño agonizaba, el mismo tirador disparó con un fusil de mira telescópica sobre la madre, pero apuntó al vientre, para que no muriera inmediatamente y pudiera antes ver morir a su hijo.» En Ruanda el lema de la emisora hutu era «para suprimir las ratas grandes hay que matar a las pequeñas». Las guerras provocan también desplazados y refugiados. Sólo por citar algún ejemplo, en África se cuentan por miles los niños que se ven obligados a correr escapando por selvas y campos, muriendo de hambre, frío o enfermedad, o siendo devorados por las fieras.

Pero hay aún formas más crueles de protagonizar la guerra. Empuñando ellos mismos las armas que los matan, los torturan, los mutilan y los destrozan psíquica y moralmente. Este era un fenómeno marginal hasta finales de los 70, pero desde entonces su crecimiento es acelerado. Se calculan unos 450 mil niños en guerras: en países de África (Nairobi, Angola, Liberia, Etiopía, Eritrea, Sudán, Sierra Leona, Guinea, Mozambique, Tanzania, Zimbabwe, Uganda, Chad, Ruanda…), en Asia (Birmania, Laos, Camboya, Filipinas, Vietnam, Afganistán, Timor, Sri Lanka, Irak, Irán, Pakistán, Tayikistán, Chechenia…), en Iberoamérica (Colombia, Nicaragua, Perú, Honduras, El Salvador…). En los ejércitos gubernamentales y también en las guerrillas y ML. Se reclutan niños y niñas. Ven morir a sus hermanos y familiares, en ocasiones son obligados a matar brutalmente a sus padres, y conviven con la muerte y el horror mucho antes de tener madurez física y afectiva. El pulso con la violencia desde los 6 años, las drogas, el lavado de cerebro y otros mecanismos consiguen hacer de ellos verdaderas máquinas de matar, sin miedo a la muerte ni piedad. Hasta que pierden la cordura, y acaban encadenados en manicomios como fieras salvajes, o hasta que pierden la vida.

PRESENTAMOS LAS CANALLADAS QUE OCULTA MCDONALD´S.

Según un conocido diario de Hong Kong la empresa estadounidense utiliza en China el trabajo de menores de 14 años. McDonald´s fabrica juguetes de peluche por medio de la compañía City Toys, con destino sobre todo al mercado japonés, con mano de obra infantil a los que paga unas 27 pesetas por hora. Los menores duermen en una nave en camas sin colchón y carecen del dinero necesario para adquirir el permiso de residencia en la región. Muchos de ellos trabajan bajo una identidad falsa. 70 millones de esclavas en china. los juguetes que la multinacional de hamburguesas Mc donald´s regala en sus promociones están siendo elaborados en China por adolescentes entre 12 y 17 años.

MCDONALD´S, DISNEY, MATTEL y WARNER BROTHERS se ABASTECEN de PRODUCTOS HECHOS en ESCLAVITUD

Por su parte, la ONG China Labour Watch investigó las condiciones de trabajo en la fábrica Merton (situada en la ciudad de Sangyuan, este) y que abastece a McDonald´s, Disney, Mattel y Warner Brothers. En la sección de coloreado, por ejemplo, las jornadas eran de 14 horas diarias de media Ellas serán forzadas a trabajar 15 horas diarias, siete días a la semana, treinta días al mes, manejando químicos tóxicos con sus manos expuestas. Los equipos de pulverización del ´Buzz Lightyear´ ganaban unos 13 centavos de dólar por hora (0,1 euro), y durante las entrevistas los empleados se quejaron de quemaduras en las manos, causadas por disolventes químicos, y de mareos crónicos…

INDITEX (Zara), El CORTE INGLES Y MAYORAL ACUSADAS de COMPLICIDAD en la VIOLACIÓN de DERECHOS HUMANOS y LABORALES en MARRUECOS

Tras un año de investigaciones en decenas de talleres textiles en Tánger (Marruecos), la organización Setem ha demostrado que determinadas firmas españolas subcontratan con talleres que violan gravemente importantes derechos humanos y laborales. El trabajo infantil está generalizado. Niñas de entre 12 y 16 años ocupan puestos de última categoría, cortando hilos o transportando cajas de tela de una cadena a otra. Algunos niños cosen a máquina antes de los quince años. Se trata de niños que trabajan una jornada completa y al mismo ritmo que los adultos, pero con menor sueldo. A veces sufren malos tratos físicos y también acosos sexuales.

Los niños esclavos según los partidos y los sindicatos

En los programas de los partidos político no hay ni una sola referencia a los niños esclavos. Es fundamental aquí el papel de los sindicatos. ¿Alguien ha visto a algún sindicalista de hoy denunciando la esclavitud infantil? ¿En la TV, en la radio, en sus negociaciones? Ningún sindicato se ha unido el 16 de abril, por ahora al clamor ciudadano que se inició en 1996 contra las causas de la esclavitud infantil en toda España. Están demasiado ocupados en defender los privilegios de los pocos trabajadores privilegiados. Y en cobrar.
Y sobre todo, los sindicalistas no hablan nunca de los niños esclavos que hoy también luchan. Porque ellos sí luchan. Hay sindicatos entre los empobrecidos que han formado militantes de la talla de Iqbal Masih, niño esclavo que dio la vida a los 12 años en la lucha solidaria. Hay niños esclavos en la India y Pakistán, que se manifiestan exigiendo justicia para Iqbal, exigiendo el fin de la esclavitud infantil. Los niños de la calle, de Río de Janeiro se manifiestan con pancarta gigante denunciando que han asesinado a sus compañeros, los escuadrones de la muerte. Son niños de 8 años, con la cara tapada por miedo, pero en la calle. Por solidaridad. Los niños mapuche han sido agredidos por las fuerzas de seguridad en Chile por denunciar mediante murales la explotación que lleva a cabo la Shell… De todo esto, no pueden hablar nuestros sindicalistas. Sería reconocer que han traicionado la lucha.


4. LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES Y LA ESCLAVITUD INFANTIL.

Que 2004 haya sido declarado por Naciones Unidas como el Año de la Conmemoración de la Lucha contra la Esclavitud y de su Abolición puede sonar a cosa de un pasado más bien remoto. Y es que, en principio, se trata de recordar el segundo centenario de la creación del primer Estado negro, Haití.

Todos los informes sobre el estado anual de la infancia es con un lenguaje claramente burgues y del primer mundo. Todos los problemas de la infancia se solucionan escuchando a los niños o que los niños tengan educación pero nada de justicia para este mundo.
En cuanto a los organismos oficiales, además de las cifras, es necesario denunciar, antes de nada, para desmarcarnos absolutamente, la manipulación del lenguaje que insulta a los niños esclavos y sus familias. En los documentos de la OIT y UNICEF se habla de niños trabajadores. Se hinchan a decir «trabajo infantil». Y así, se mezcla la realidad de las niñas prostituidas que es esclavitud, explotación… con el trabajo que un niño realiza en el hogar o en el campo, para colaborar con su familia. Que un niño trabaje es positivo, y no debemos permitir que se degrade el valor del trabajo humano. Es negativo, es inmoral que un niño no pueda ir a la escuela, que esté esclavizado para beneficio de una economía que da dinero a unos pocos a costa del sudor y la sangre de los niños.

No sólo llaman niños trabajadores a chiquillos a quienes se roba la infancia: desnutridos, enanos a causa de los trabajos bestiales que realizan, desescolarizados, sin esperanza… sino que además, siembran la confusión dividiendo aún más las cifras. De los niños trabajadores sólo algunos tienen para la OIT la suerte de poder ser llamados «explotados». Son los que cumplen algunas condiciones: han de ser menores de 7 años (los de 7 no!!), han de trabajar más de 8 horas diarias, han de trabajar en oficios peligrosos o vejatorios para ellos (y aquí incluyen algunos como minas o prostitución). Esto es asqueroso e indignante, pero es así. Sirve para que haya menos niños esclavos (al dividirlos en muchos compartimentos), igual que hacen con los hambrientos. Sirve para luego justificar objetivos como «acabar con las peores formas de trabajo infantil». ¡Eso dice la OIT! Hemos creado una maravillosa institución, la Organización Internacional del Trabajo, cuyos funcionarios cobran tanto que jamás arriesgarán su sueldo atacando a quien les paga, es decir atacando a los verdaderos causantes de la esclavitud infantil. Prefieren invertir su presupuesto en acabar con las peores formas de trabajo infantil, ¿las hay mejores? Saben muy bien que se pueden erradicar todas las formas de esclavitud infantil. Oficios peligrosos o vejatorios, dicen, como «los niños que trabajan en la prostitución». ¿CÓMO? NIÑOS- QUE- TRABAJAN-EN-LA-PROSTITUCIÓN. ¿Cómo se puede decir eso y seguir cobrando por el cargo? ¡Es incompatible niño-que trabaja-en la prostitución! En esta casa preferimos utilizar el lenguaje de las víctimas: Son niños y niñas violados sistemáticamente a cambio de un plato de comida, o de nada. No es turismo sexual sino niñas violadas por turistas occidentales. No son problemas nutricionales sino Hambre. Y no son niños trabajadores, sino esclavos.
Reconocen que 33 de cada 100 niños no están anotados en ningún Registro Civil.

Por su parte, el director del programa de la OIT para la abolición del trabajo infantil, Frans Roselaers, desaconsejó el boicot popular contra los productos supuestamente elaborados con mano de obra infantil, pues este fenómeno debe abordarse desde un enfoque global que incluya la educación y el respaldo a las familias a través de ayuda directa y mejora de los salarios. «Puede haber incluso efectos perversos si el fin de las exportaciones provoca que la mano de obra infantil se desplace desde la producción formal hacia lo informal, donde es más difícil encontrar una solución», manifestó.

El ex director de la OIT, Michel Hansenne, citó como ejemplo el cierre de las fábricas textiles de Levi´s en Bangladesh, que provocaron una traslado de las niñas trabajadoras hacia la prostitución. En cambio, señaló como positiva la intervención de la FIFA para verificar el modo de fabricación de los balones, de procedencia principalmente paquistaní, u otros casos donde la colaboración, más que la sanción, han dado mejores resultados.

Los boicots promovidos por ONG y otras organizaciones de defensa de los menores tienen por tanto un valor importante para la concienciación popular, pero pueden crear más problemas a los países en vías de desarrollo que a la corto o medio plazo se trasladen directamente a los hogares de los niños afectados. «Hay que encontrar el equilibrio», dijo Hansenne.


5. CONCLUSIONES

La esclavitud infantil en una de las realidades que demuestran más claramente que vivimos en un mundo en guerra, pero sólo nos damos cuenta cuando nos toca a nosotros. Nos puede pasar lo que dice el poema de Bertol Brecht que sufrió el nacismo:
Primero se llevaron a un cura pero a mí no me importó porqur yo no era cura, después se llevaron a un comunista pero no me importó porque yo no era comunista, ahora me llevan a mí pero ya es tarde.

Es un problema político, político en tanto en cuanto afecta al bien común de la humanidad. Lo político es la preocupación por el bien común. Y no hay mayor bien común que aquello que afecte directamente al ser persona y más a la infancia. La esclavitud infantil y otras lacras que sufren los niños nos llevan a dinamitar el futuro de la humanidad. ¿Qué futuro nos espera sin infancia?

¿Qué nos han dado a cambio de matar el ideal de luchar por un mundo nuevo? Debemos pensar cada uno, si aún nos queda sensibilidad, cómo es posible sostener este estado de bienestar a costa de 400 millones de niños, a costa de un planeta empobrecido, de hambre para el 83% de los seres humanos.

No podemos permanecer neutrales. O se está con el débil o se lucha contra él ¡Qué lejos aquel imperativo tan repetido, y que se encontró bordado en la camisa de algunos pobres durante la guerra civil, ‘ningún dolor me es ajeno’!. Seremos capaces de afirmar esto vitalmente nosotros.
Nuestra formas de vida nos van a pasar factura, pero más la que le estamos dejando a nuestros hijos con la permisividad y el paternalismo, dejamos que elijan lo que quieren comer, se dejan comida en los platos, juegan con los juguetes que fabrican otros niños como ellos pero esclavos, no les reñimos ni les castigamos por si se frustran pero si ven dibujos violentos moral y fisicamente. Les hacemos vivir en un mundo irreal.

Mientras que nuestros hijos canturrean la canción de los Lunis: Estoy muy, cansado hoy no he parado, de tanto jugar estoy agotado, ya se acaba el día y me voy a la cama por que por la noche cargamos nuestras pilas…. hasta mañana. … nos vamos a la cama… soñare todo el tiempo con sueños de colores y por la mañana le diré hola al sol….
Sin duda alguna muy muy lejos de lo que podria ni imaginar un niño que no estuviera en este pequeño primer mundo enriquecido. ¿Qué tanto por ciento de niños puede decir esto?

6. BIBLIOGRAFIA.

Martin, B. Los problemas de la Modernización. 1992
Francisco Moreno Sáez. El Movimiento Obrero en elche 1890-1931.
El Camp De Elx. Historia y Tradición.
FIA-UGT. Primer centenario de la Huelga de Alpargateros de Elche 1903.
José Antonio Miranda. Hacia un nuevo Modelo Industrial en Elche.
Informe Amnistia Internacional 2003.
UNICEF. Estado Mundial de la Infancia 2003.
UNICEF. Estado Mundial de la Infancia 2004.
Martín Monestier. Los Niños Esclavos. Alianza Editorial
Begoña San Miguel. Elche: Fabrica Dispersa.
Tras Cieza. Cartapacio Intimo nº2.
José Mª Borrás Llop. Historia de la Infancia en la España Contemporánea 1834-1936.