La explotación infantil vive en lo más sórdido de Tailandia

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La trata de personas nutre muchos de los lupanares, donde mujeres y niñas son esclavas sexuales. Las redes de trata de personas controlan el bajo mundo de Bangkok
Hacinadas en un mugriento burdel, 72 laosianas, entre ellas 19 menores, fueron rescatadas en Tailandia de las redes de trata de personas que se aprovechan de la corrupción de parte de las autoridades locales.

En insalubres cuchitriles, las mujeres, con edades comprendidas entre los 13 y 20 años, fueron obligadas a prostituirse durante meses tras ser captadas por una red de trata de blancas con la promesa de trabajo en Tailandia y así escapar de la pobreza de su país. Este caso no es un episodio aislado, señala PavenaHongsakula, directora de la organización protectora de los derechos de las mujeres y niños que recibió el pasado enero una denuncia anónima sobre los abusos en este prostíbulo, ubicado en la provincia de Suphanburi, al noroeste de Bangkok.

La trata de mujeres, la mayoría procedentes de países limítrofes como Birmania, Camboya o Laos, sigue nutriendo muchos de los lupanares tailandeses donde son tratadas en regímenes de esclavitud hasta que condenan la deuda «contraída” por su libertad. En la región «existe una gran red trasnacional de trata de mujeres” hacia y desde Tailandia, «no se puede culpar a solo un país del problema”, remarca Pavena, quien fue miembro del Parlamento tailandés durante casi dos décadas. A mediados de junio, la Policía de Bangkok realizó una redada contra un local del afamado «soi cowboy”, un extenso bazar del sexo a escasos metros del recorrido turístico de la metrópoli, donde liberó a dos menores, de 16 y 17 años, que estaba siendo ofrecidas para servicios sexuales por unos 2.000 bat (58 dólares).

Red de corrupción

La corrupción de las autoridades, la falta de cooperación entre la administración y el sector privado y las enrevesadas leyes del país dificultan la erradicación del tráfico de personas y trata de mujeres en el sector, según PavenaHongsakula.

El desarrollo de las nuevas tecnologías y la irrupción de las redes sociales ha abierto un nuevo frente de batalla, corrobora Vichien.

Situación límite

En un informe de 2008 sobre Derechos Humanos en Tailandia, publicado por el Departamento de Estado de EEUU, se hace referencia al carácter ilegal de la prostitución en el país, aunque es una práctica abierta e incluso protegida por los corruptos funcionarios locales. Organizaciones pro-derechos humanos datan la cifra entre 200.000 y 300.000 personas en estas redes y hay estudios que hablan de hasta 2,8 millones de personas involucradas, muchas de ellas, menores de edad.

Autor: Noel Caballero