Hay que recordar que para ser considerado estadísticamente empleado basta con haber trabajado una hora a la semana y aunque sea sólo a cambio de un modesto pago en especie
Los gobernantes españoles están muy satisfechos porque las estadísticas muestran que el paro se ha reducido en una gran medida en los últimos años. Teniendo en cuenta que la mitad de los nuevos contratos de asalariados firmados en 2005 cobraron menos del salario mínimo (fijado entonces en 513 euros mensuales) no es raro que los empresarios contraten más empleo basura.
Pero ni siquiera esa es la razón de los «buenos» datos del empleo. Hay que recordar que para ser considerado estadísticamente empleado basta con haber trabajado una hora a la semana y aunque sea sólo a cambio de un modesto pago en especie. Es decir, que si esta tarde le pido a mi sobrino mayor de 16 años que me lave el coche a cambio de una entrada al cine ¡habré creado un empleo!
Pero no. Ni siquiera esa es la fórmula mágica para mejorar las estadísticas del paro. Lo mejor es hacer cambios más o menos periódicos en la metodología de recuento. Así se logra mucho más fácilmente que las tasas de paro disminuyan asombrosamente para que los gobiernos puedan decir que gracias a nuestra moderación salarial y a sus políticas neoliberales está mejorando el empleo y la situación económica. Pongo debajo una gráfica bastante expresiva sacada de la Memoria 2005 del Consejo Económico y Social español que demuestra claramente lo que digo.