La guerra contra la droga en Filipinas, la sufren los más pobres

4491

Monseñor Broderick Pabillo obispo auxiliar de Manila, ha denunciado la situación del aumento de asesinatos por narcotráfico en Filipinas. Ha puesto el grito en el cielo ante las autoridades para que frenen esta sangría que sufren los más pobres, sin poner solución a las causas de esta situación

El prelado instó a los legisladores a “no dejarse intimidar ante esta situación”
Esta llamada se produce en medio de más de 1900 ejecuciones sumarias en las calles en los últimos meses.

Para invertir este proceso plataformas como (iDefend) pretender poner los derechos de las personas por encima de los grandes intereses de estos grupos que corrompen a la sociedad. “No podemos consentir que lo anormal parezca normal” han dicho desde este movimiento.

La corrupción y la implicación del gobierno (elegido el pasado 8 de mayo) ha sido denunciada por organizaciones humanitarias y por la misma iglesia católica.

El nuevo presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, aseguró durante su campaña electoral que acabaría con las drogas en seis meses «matando a los criminales si hace falta». Siete semanas después de su toma de posesión, su promesa empieza a materializarse. Desde el 1 de julio, unas 1.900 personas -entre presuntos narcotraficantes y consumidores- han muerto a manos de las fuerzas de seguridad o de grupos de vigilancia que patrullan las calles de las ciudades del país.

Tanto organizaciones en defensa de los derechos humanos como representantes de Naciones Unidas han criticado duramente esta particular guerra emprendida por el nuevo presidente, que no tiene visos de terminar pronto.

La organización Human Rights Watch (HRW) ya ha pedido al Gobierno filipino que rinda cuentas sobre este aumento exponencial de la violencia. El subdirector en Asia, Phelim Kine, señaló en un comunicado que estos asesinatos «sugieren que la retórica agresiva de Duterte, que aboga por soluciones violentas y extrajudiciales a la criminalidad, ha encontrado una audiencia receptiva».

Redacción: Solidaridad.Net