Aunque acertadamente los medios dedican mucha atención a la guerra de drones de EE.UU. en Pakistán y Yemen, hay una “guerra de drones” muy diferente pero pasada por alto que tiene lugar ahora mismo en Europa.
En salas de comités parlamentarios, en consejos de dirección de compañías, y en reuniones públicas abarrotadas, las discusiones abundan sobre si Europa debiera abrazar o rechazar el uso de drones armados.
Muchas fuerzas armadas europeas ya tienen en sus arsenales vehículos aéreos sin tripulación (VAST), comúnmente conocidos como drones, para propósitos de reconocimiento, inteligencia y vigilancia. Sin embargo, los países europeos están cada vez bajo más presión para seguir los pasos de EE.UU. y apoyar el uso de drones armados.
El Reino Unido ha sido un antiguo socio de EE.UU. en el uso de drones armados. Las fuerzas militares británicas han utilizado drones Predator estadounidenses en Iraq desde 2004 antes de adquirir sus propios drones Reaper para usarlos en Afganistán en 2007. Desde entonces, el Reino Unido ha lanzado más de 400 misiles y bombas desde sus drones en Afganistán y es probable que esto aumente cuando el Reino Unido duplique su flota de drones armados durante el próximo año, mientras ahora también opera drones desde su propio territorio así como desde suelo estadounidense.
Hasta ahora ningún otro país europeo ha usado drones armados. Las fuerzas francesas han usado drones Harfang sin armas (basados en el Heron de Israel) en Afganistán, Libia y Malí; las fuerzas alemanas en Afganistán han estado utilizando drones Luna y Heron israelíes, e Italia ha estado operando drones sin armas junto a EE.UU. en Libia y Afganistán desde una estación de control conjunta italiano-estadounidense en la base aérea Amendola en el sudeste de Italia.
Pero a pesar de la amplia oposición pública, la creciente presión del lobby pro drones y de compañías militares impulsa los países europeos a adquirir una capacidad de drones armados. Después de mucho debate, el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian anunció repentinamente en el verano que Francia adquirirá drones armados de EE.UU. Con gran rapidez pilotos franceses han comenzado a entrenar en drones Reaper en EE.UU. y parece probable que Francia colocará drones armados sobre Malí para fines de año. En Alemania, a pesar de inmensa oposición, el ministro de Defensa alemán Thomas de Maizière declaró: “No podemos seguir usando diligencias mientras otros desarrollan el ferrocarril”.
En EE.UU., la oposición a las guerras de drones se concentró en el uso de aviones sin tripulación para asesinatos selectivos. En Europa, sin embargo, el enfoque se concentra mucho más en si la naturaleza así llamada “libre de riesgo” de la guerra de drones –por lo menos para sus propias fuerzas– conducirá simplemente a más conflicto armado, así como a una expansión de asesinatos selectivos y una reducción de la seguridad global en general. En toda Europa, aumentan las protestas, audiencias parlamentarias y reuniones públicas sobre el uso de drones armados.
Pero el lobby pro drones todavía no iza bandera blanca. Entre bastidores, el lobby de los drones trata de persuadir a los gobiernos europeos para que ignore la ansiedad pública y se comprometa a sistemas armados sin tripulación. Sus artículos de opinión estratégicamente colocados elogian la virtud económica del desarrollo de drones armados y de no “quedarse atrás”. Al mismo tiempo, funcionarios de la OTAN y de la Unión Europea instan a los países europeos a aumentar los gastos en drones. Compañías militares estadounidenses tratan activamente de modificar tratados internacionales a fin de exportar tecnología de drones armados a Europa. Y altos ejecutivos de compañías de armamento están cabildeando directamente a los gobiernos europeos para que se comprometan a desarrollar y construir un futuro dron armado europeo. Compañías militares europeas ya dedican mucho esfuerzo y recursos a futuros drones de combate. Hay programas en desarrollo que incluyen los drones Taranis y Mantis de BAE System, Neuron de Dassault y Talarion de EADS. También hay programas encubiertos que todavía no son públicos.
Mientras las fuerzas de combate estadounidenses y europeas se retiran de Afganistán durante los próximos 12 meses, es probable que la guerra por los drones en Europa se haga más intensa. El lobby de los drones tratará de asegurar acuerdos citando que es poco probable que un público cansado de guerras apoye que haya soldados en el terreno en cualquier momento y que por ello apoyará una guerra de control remoto. Los escépticos exigirán más transparencia e información sobre exactamente cómo han sido utilizados los drones en Afganistán –incluyendo datos adecuados de víctimas– a fin de evaluar la supuesta precisión de los ataques de drones armados para que se tomen decisiones informadas sobre un uso futuro. Y los oponentes aumentarán sus protestas. Por el momento, por lo menos, no habrá un cese al fuego en la guerra de drones en Europa.
Autor: Chris Cole