La hoja de ruta de ZP para llevar a España a un Estado laicista

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Los pasos a seguir tocan cuatro puntos fundamentales: el modelo familiar, la educación, la financiación a la Iglesia y la revisión de los acuerdos con la Santa Sede. El objetivo, conseguir que la fe católica quede reducida al ámbito de lo privado.

Desde que llegó al poder el 14 de marzo de 2004, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ha practicado en numerosas ocasiones una política contraria a los postulados de la Iglesia española que ha sido calificada como «hostil» por numerosos colectivos católicos. La aprobación del matrimonio homosexual, la marginación de la asignatura de Religión en el nuevo plan educativo, las constantes referencias a la «urgente» autofinanciación de la Iglesia o el anuncio de reforma legal para extender el aborto y despenalizar la eutanasia son algunas de las cuestiones que más polvo han levantado en los últimos meses. No es casualidad.


Según ha podido saber LA RAZÓN, estas medidas responden a una estrategia diseñada por corrientes internas del PSOE que buscan establecer el Estado laico en España y que han marcado una hoja de ruta al Gobierno para implantar el laicismo en la sociedad. Los pasos a seguir tocan cuatro puntos fundamentales: el modelo familiar, la educación, la financiación a la Iglesia y la revisión de los acuerdos con la Santa Sede. El objetivo, conseguir que la fe católica quede reducida al ámbito de lo privado.



Propuestas clave. A través de distintas asociaciones, los ideólogos del laicismo socialista han conseguido que Rodríguez Zapatero haya aprobado, en menos de dos años, algunas de sus más importantes reivindicaciones. Un ejemplo claro es el del matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de que estas parejas puedan adoptar. Desde plataformas de gays y lesbianas próximas al PSOE –cuyo líder es el secretario socialista de Movimientos Sociales, Pedro Zerolo– se presionó para que este punto estuviera presente en el programa electoral y se aprobase a los pocos meses de llegar a la Moncloa. Lo mismo sucede con asuntos como la autofinanciación de la Iglesia y la revisión de los acuerdos con la Santa Sede. Las fundaciones Cives y Alternativas, dos de los núcleos más fuertes del laicismo militante –y que cuentan con el apoyo de líderes del PSOE como Felipe González, Diego López Garrido o el propio Rodríguez Zapatero– llevan varios años exigiendo que las aportaciones económicas del Estado a la Iglesia se supriman. De ahí que las referencias a este tema del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, o de la vicepresidenta Fernández de la Vega sean cada vez más habituales.


Logrado el modelo familiar laicista con los matrimonios gays y la adopción por homosexuales, en trámite la reforma educativa con la Religión fuera de la escuela y anunciada la autofinanciación de la Iglesia, es previsible que el próximo frente sea el de la despenalización de la eutanasia y la ampliación del aborto. Reformas que ya han sido previstas para 2006 por López Aguilar.


Uno de los principales «gurús» del laicismo que más influyen en el Ejecutivo de Zapatero es Gregorio Peces-Barba. Al rector de la Universidad Carlos III se suman la ministra de Educación María Jesús, San Segundo, ex vicerrectora de esa universidad; el secretario de Libertades Públicas del PSOE, Álvaro Cuesta; Victorino Mayoral, presidente de Cives; el catedrático Dionisio Llamazares y el presidente de la Generalitat, Pascual Maragall.


Información tomada de la Razón