La Europa de los ciudadanos es una entelequia frente a la realidad de la Europa de los mercaderes. Para las instituciones de la Unión Europea priman más los intereses de las grandes multinacionales que la de los propios ciudadanos
No hay más que consultar la legislación europea a través de sus Directivas para darnos cuenta que la inmensa mayoría de sus decisiones van encaminadas hacia el favorecimiento del negocio, ya sea el financiero o el de las grandes corporaciones industriales y de servicios; dejando de lado el referente al mundo del trabajo y del bienestar y calidad de vida de los ciudadanos europeos.
El poder que atesoran los grupos de presión (lobby) en Bruselas es prácticamente indescriptible. Son cerca de 30.000 grupos de presión, que representan el 75 por ciento del total de personas que tratan de influir en las instituciones europeas, a través del llamado cabildeo (actividad de los lobby). Aunque la actividad de los lobby está regulada en la Unión Europa mediante su inscripción voluntaria en un registro, esta no es transparente.
La negativa de las firmas de abogados lobistas a dar información sobre sus clientes es un hecho, amparándose en la confidencialidad abogado-cliente. Al igual que es un hecho la llamada “puerta giratoria”; políticos y altos funcionarios de las instituciones europeas, que cuando dejan de serlo, son fichados por las firmas de abogados lobistas o por las grandes corporaciones multinacionales para que ejerzan la labor de cabildeo.
Desde la Corporate Europe Observatory, organización dedicada a la investigación sobre la influencia y el poder de cabildeo de las empresas en la Unión Europea, están denunciando permanentemente la falta de unas normas de ética y de transparencia, así como que el registro de los grupos de presión sean obligatorio.
Las decisiones que están adoptando las Instituciones de la Unión Europea están incrementando las desigualdades que provocan la injusticia social….
Si queremos un mundo mejor hay que abordar los problemas globales, como el hambre y la pobreza, la injusticia social y la degradación del medio ambiente.
En los momentos actuales, la Unión Europea y los Estados Unidos están negociando la creación de la Asociación de Comercio e Inversión Transatlántica (TTIP), cuyo objetivo, según dicen, es el de generar crecimiento económico y empleo; pero también puede ser que, además, sirvan para socavar los niveles de protección existentes en aéreas como la salud, la seguridad y el medio ambiente. Los grupos de presión no serán ajenos a los acuerdos que se adopten.
Autor: José Manuel Morales (Extracto)