La masonería, a debate

2568

Los locales de la Asociación Católica de Propagandistas en Madrid han acogido una interesante conferencia sobre la masonería y su influencia en nuestros días. Intervinieron don Ricardo de la Cierva, ex ministro e historiador, y el sacerdote don Manuel Guerra, autor del Diccionario enciclopédico sobre sectas.

«La masonería es un maremagnum, un mundo, y muchas veces los masones nos replican, con razón, que al hablar de ella nos referimos sólo a una parte, o que estamos diciendo tonterías. Y es que es muy difícil hablar con coherencia de ella, porque la masonería en sí misma no es coherente. Es complicadísima, tiene un montón de ritos, de sectas…, unas se niegan a otras la condición de masónicas…» De esta manera hablaba don Ricardo de la Cierva de la masonería.

Y es que el tema no era para menos. La masonería, a debate, que así se titulaba la conferencia, corrió a cargo del sacerdote don Manuel Guerra, y de don Ricardo de la Cierva, y atrajo a un público interesado y curioso, expectante y necesitado al mismo tiempo de encontrar respuestas para tantas y tantas preguntas que la actualidad deja flotando en el aire, ante la perplejidad de muchos.

El historiador don Ricardo de la Cierva comenzó su intervención explicando que acababa de cumplirse el aniversario de la muerte de su padre, en 1936, en Paracuellos del Jarama, cuando contaba él con tan sólo 8 años: «A mí me conmovió profundamente que al sintonizar ese día el canal de Historia, de la National Geographic, en la televisión digital de Polanco, lo que vi fue la aparición de Santiago Carillo diciendo verdaderas barbaridades acerca de los que les calumniábamos haciéndole responsable de los asesinatos de Paracuellos. Quiero decir una cosa muy curiosa que no sabe casi nadie en España: Carrillo es comunista, y, teóricamente, el comunismo es enemigo de la masonería. Bueno, pues hay dos personas que no piensan, o pensaban así: una fue el general Franco, que unificó a la masonería y al comunismo como una especie de frente común. La otra persona que piensa que hay afinidad es Santiago Carrillo. En sus Memorias, del año 1993, Carrillo hace una encendida defensa de la masonería española. Carrillo se identifica con ella, aunque no afirma su pertenencia, porque parece que nunca perteneció, pero sí les considera como unos grandes patriotas españoles, que sufrieron lo indecible bajo la dictadura del general Franco, que asesinó, dice él, a miles de ellos. Bueno, yo tengo contabilizados a unos 350, que es una cifra tremenda, pero que no son miles».

Los ánimos del público se empezaron a encender cuando don Ricardo de la Cierva aludió a la noticia que hace un par de meses él mismo había hecho pública, acerca de «la condición masónica del actual Presidente del Gobierno, el señor Rodríguez Zapatero. Él no ha desmentido ni ha contestado a esta nueva aportación, aunque hoy la masonería no es ilegal en España»; una noticia que se vio apoyada por la publicación, hace unas tres semanas, en la prensa norteamericana, de las declaraciones de un gran maestro de una logia de Nueva York, que confirmaba que Zapatero es masón. Para el historiador, este dato es muy importante en este momento que estamos viviendo, en el que parece que «se vuelve a repetir calcada, sobre los mismos carriles, la persecución masónica a la Iglesia española».

Edad Moderna y masonería

«¿Hacia dónde va España ahora?», le preguntaban en un congreso, en el extranjero, al sacerdote don Manuel Guerra. Y es que a nadie se le escapa que los cambios repentinos y radicales que se están produciendo en este país no son fruto de la casualidad. «Si ahora os preguntara a cada uno por separado –continuó don Manuel Guerra– qué época de la Historia encarna, con luces y sombras, el camino de amor de Dios hasta el desprecio de sí mismo, posiblemente diríais que la Edad Media, el teocentrismo. En cambio, al pensar en el proceso inverso: el amor a uno mismo hasta el desprecio de Dios, todos concluiríamos que ésa es la Edad Moderna, con su antropocentrismo. Y es que la opinión pública de la Edad Moderna ha sido formada y conformada por la masonería. Sólo que, como es una sociedad secreta, no nos enteramos». Don Manuel Guerra afirmó que es cierto que hay miembros del PSOE en logias encubiertas, «pero del Partido Popular, también…» ¿Qué sentido tiene una logia encubierta, secreta, en un país abierto y democrático? «Desde luego –se respondía el padre Guerra–, siendo secretas nos engañan mejor…; si actúan a las claras, perderían muchísimo influjo».

En el turno de preguntas, se debatió, entre otras cosas, sobre la relación entre los masones y las monarquías europeas, donde Ricardo de la Cierva explicó que «ha habido dos reyes españoles masones, José I (Pepe Botella) y Amadeo de Saboya (masón que abjuró al venir a España). Con el rey Alfonso XIII hubo un intento formal de hacerle miembro de la masonería, y su respuesta personal fue consagrar, en 1919, a España al Corazón de Jesús. Su hijo Juan vivió muy impresionado porque pensaba que ése había sido el motivo de que su padre fuera destronado… Y respecto al rey don Juan Carlos puedo decir que hay intentos serios de infiltración masónica en su corte personal».

En el aire quedó una preocupación general: «¿El nuevo intento de desmembramiento de España… tiene orígenes masónicos?» «No sería la primera vez –afirmó De la Cierva–; recordemos la pérdida de las colonias, Cuba, Filipinas…; al fin y al cabo, todo el mundo sabe que Carod Rovira es masón».

Fuente: Alfa y Omega