La migración a Sudáfrica desde el cuerno de África, otra odisea

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Sudáfrica como potencia económica de África recibe miles de inmigrantes cada año desde hace décadas, la travesía y la estancia es un auténtico cúmulo de problemas y dificultades.

Testimonios como el de Abebe Aleme, de 41 años, ahorró toda su vida para viajar a un sitio donde encontrar trabajo, ganar algo de dinero y poder comprarse una casa. «En mi país, Etiopía, aunque trabajes 20 años, no puedes comprarte nada. Si salí de allí no era por diversión«. Como las rutas del norte (Melilla, Libia, Egeo o Madedonia) están cada vez más explotadas por las mafias y más blindadas por los muros de Europa, muchos inmigrantes y refugiados del cuerno de África, como Abebe, buscan vías alternativas para conseguir una vida mejor. Uno de ellos es el desconocido camino del sur, el que lleva hasta la próspera Sudáfrica.

Esa travesía atraviesa Kenia, Tanzania, Mozambique, Malawi y Zimbabue. Y los desafíos que plantea no son menores que la ruta de Agadez a través del Sáhara, la de Turquía hacia la isla de Kos o Lesbos o la del Sinaí. Las condiciones que sufren los inmigrantes son desconocidas en países sin libertad de prensa como Zimbabue, que también del régimen de Robert Mugabe.

Sin embargo, en Malawi, otro de los países de la ruta, la organización Médicos Sin Fronteras ha constatado la inhumana situación que viven decenas de miles de personas procedentes del cuerno de África. Cuando son detenidos en la frontera por entrada ilegal, son directamente enviados a prisión junto a criminales convictos. Allí en teoría deben esperar tres meses a que sean devueltos al país de origen, pero esos tres meses se prolongan por una burocracia tercermundista, que «hace que el propio inmigrante tenga que hacerse cargo de los gastos de repatriación«, como denuncia MSF. Y si no pagas, no sales de la cárcel. Además, muchos de ellos no desean ser repatriados y se deshacen de su documentación.

En Sudáfrica fueron expulsados hace pocos meses.

Unos 3.700 inmigrantes procedentes de diferentes países africanos han abandonado Sudáfrica por la ola de ataques xenófobos que vivió esa nación en Abril de 2015.

La violencia contra extranjeros se desató a finales de marzo en zonas deprimidas de población negra de la ciudad oriental de Durban y se extendió poco después a Johannesburgo.

Miles de inmigrantes tuvieron que abandonar sus hogares tras ser agredidos y ver sus casas y negocios saqueados, en un estallido insolidario que se cobró la vida de al menos siete personas.

Fuente: El Mundo y La Vanguardia