La ONU responsable de la extensión del Cólera en Haití

3861

Tras años negando cualquier responsabilidad, la ONU reconoció hace unos días su «implicación» en el inicio de la epidemia de cólera en Haití, tras la llegada de sus fuerzas de paz tras el devastador terremoto de 2010, y esgrimió que «tiene que hacer más» al respecto

El secretario general, Ban Ki-moon, consideró que el organismo tiene una «responsabilidad moral» y prometió impulsar un programa de ayuda a las víctimas. Pero evitó reconocer si sus trabajadores fueron los causantes directos del brote y asumir cualquier responsabilidad legal.

Informe interno

El mea culpa de la ONU llega tras filtrarse el borrador de un informe interno de un asesor de derechos humanos que sostiene que la epidemia «no habría estallado sin las acciones de Naciones Unidas» y critica duramente la política negacionista del organismo sobre su papel en esa crisis.

Pocas horas después, un tribunal de apelaciones de Nueva York, donde tiene su sede la ONU, reafirmó su inmunidad ante la demanda de víctimas de cólera en Haití, revalidando un fallo del año pasado de un juez federal. En la sentencia, el tribunal considera que la inmunidad debe mantenerse. El blindaje judicial de la ONU es similar al que gozan la mayoría de diplomáticos en los países en los que operan.

Los demandantes disponían de 90 días para recurrir al Tribunal Supremo y lo harán dependiendo de las acciones que tome la ONU en ese periodo. Un convenio internacional de 1946 permite al organismo bloquear cualquier acción judicial, pero los demandantes argumentan que esa convención obliga a establecer un proceso de acuerdo con las víctimas, algo que no ha ocurrido.

Una investigación del Centro de Control de Enfermedades estadounidense concluyó en 2011 que fuerzas de paz de la ONU procedentes de Nepal, donde el cólera es endémico, fueron probablemente las causantes del brote de la enfermedad, que se transmite mediante agua contaminada por residuos humanos. Los soldados estaban estacionados cerca del mayor río de Haití, al que vertieron aguas residuales. Ese mismo año, un informe de la ONU consideró que no se podía concluir cuál fue la causa del brote, lo que había mantenido hasta ahora.