Los SOCIALISTAS y los POPULARES CONTRA los EMPOBRECIDOS: El Parlamento Europeo aprueba la directiva de la vergüenza que criminaliza a los inmigrantes que huyen del hambre.
Diferentes políticos iberoamericanos habían declarado su intención de dar una respuesta a la agresiva directiva. También el mundo católico a través de Agostino Marcheto, Secretario del Consejo Pontificio para los Emigrantes dijo que no se puede criminalizar a los inmigrantes a ningún precio. Los ciudadanos de terceros países como los ciudadanos comunitarios, no deberían ser privados de libertad personal o sujetos a penas de detención a causa de infracciones de tipo administrativo. «La Directiva de la Vergüenza» ha sido denunciada por más de 30.000 ciudadanos europeos que se han movilizado en su contra, además de 906 organizaciones y 368 responsables políticos.
Durante las votaciones los partidos europeos se retrataron para la posteridad y para que caiga sobre ellos la vergüenza y el deshonor de haber aprobado una directiva de corte nazi. La mayoría de los diputados españoles se ha alineado con la directiva más salvaje de los últimos años. Es especialmente llamativo que mientras el PSOE hace un discurso progre ante la opinión pública española presiona en Bruselas para que la directiva sea lo más dura posible y así utilizar de coartada la política europea contra los inmigrantes. La socialdemocracia europea se dividió en la votación, pero los socialistas españoles fueron casi unánimes votando casi todos a favor de la Directiva de la Vergüenza. Por otro lado, los populares que tantas veces presumen de su humanismo cristiano, demostraron una vez que su verdadero dios es el capital. Mientras la Iglesia católica se ha mostrado radicalmente en contra de la legislación antiinmigrantes y está desarrollando acciones permanentes de solidaridad, los populares cada vez más salvajemente a favor de la insolidaridad.
Respecto a los eurodiputados españoles las votaciones fueron de la siguiente forma: PP y CiU a favor. IU y Verdes en contra. PNV abstención. PSOE 16 a favor y dos en contra, Joseph Borrel y Raimon Obiols. También una abstención. Votaron 672 parlamentarios de los 785 que forman el Parlamento Europeo.Votos a favor 369: Partido Popular 217; liberales 57; Europa de las Naciones 40; Partido Socialista: 34; No Inscritos 15; Independientes 6. Votos en contra 197: Partido Socialista 100; Izquierda Unida 37; Verdes 36; Independientes 11; Liberales 7; Nos inscritos 5; Partido Popular 1. Abstenciones 106: Partido Socialista 49; Partido Popular 27; Liberales 20; Nos inscritos 5; Independientes 3; Verdes 2.
La directiva preparará la expulsión de entre ocho y 12 millones de personas inmigrantes que viven en la Unión Europea. Esta propuesta es una vuelta de tuerca en la política europea de blindaje de fronteras, al más puro estilo Muro de Berlín y más recientemente las alambradas en Ceuta y Melilla colocadas por el PSOE.
La Directiva sobre el Retorno, como la llaman, pretende unificar las normas y procedimientos que se aplicarán en los países miembros de la Unión Europea, dando más poder a los Estados para repatriar a los «inmigrantes sin papeles». Se establecen procedimientos cada vez más crueles, como la posibilidad de ser detenidos incluso hasta 18 meses en los Centros de Internamiento para extranjeros (¡sin haber cometido ningún delito judicial!); se prohíbe su entrada en la Unión Europea durante 5 años, e incluso se abre la posibilidad de detener a menores extranjeros… Se trata de institucionalizar un Guantánamo europeo. Con normativas como éstas, se generaliza la vía de internamiento de los inmigrantes, criminalizándolos de forma institucionalizada.
Esta medida forma parte de la política común europea de unir inmigración con economía, con la nuestra ¡claro!: entrada de personas inmigrantes en función de los intereses de mercado. Dicho más claro: dejamos entrar bajo el nombre «inmigrantes legales» justo a los inmigrantes que necesitamos para enriquecer nuestra economía, solucionar el problema demográfico por la baja natalidad, resolver el cuidado de ancianos y niños… ¡pero! incluimos bajo la denominación «inmigración ilegal» a aquellos que «sobran» del mercado laboral y para ellos la política común europea es clara: fuera de Europa.
La postura española del gobierno del señor Zapatero no sólo es convergente sino impulsora de esta «política comunitaria». Es más, esta Propuesta de Directiva sobre el Retorno ha sido preparada por el Comité sobre Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo, del que forman parte miembros del PSOE en el Parlamento Europeo. «El compromiso de acuerdo, impulsado por Francia, Italia y España, fue alcanzado el pasado 23 de abril y ha sido celebrado como un logro por la presidencia eslovena de la UE». Según el diputado socialista italiano Claudio Fava «Europa ha creado una categoría inferior de seres humanos». El ponente de la directiva ha sido Manfred Weber, diputado alemán del Partido Popular Europeo que ha señalado que el Gobierno socialista español presionó para endurecer la ley, por ello hay que preguntar al Ministro del Interior español Rubalcaba.
Es mentira que el gobierno español tenga una postura distinta de la de los gobiernos italiano y francés. Es conocida la famosa cumbre franco-española, en enero de 2008, que terminó con visible satisfacción para el señor Zapatero, por los pactos conseguidos en la política común con Sarkozy; entre otros, un acuerdo sobre inmigración que abre la posibilidad de organizar repatriaciones conjuntas, ¡siempre en el marco europeo! por supuesto.
El Informe de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, aconseja estas prioridades en la política europea: «lucha contra la inmigración clandestina», «refuerzo del control de fronteras de la Unión Europea», «potenciar con todos los medios técnicos, logísticos y financieros necesarios para reforzar la capacidad operativa del FRONTEX» (una maquinaria que ha provocado más muertos en el mar que años anteriores), impulsar la política de retorno etc.
La política migratoria en España no difiere mucho… Nos remitimos a las propias fuentes del Ministerio del Interior, que concluyen «se han reforzado los procedimientos de expulsión y devolución de la inmigración irregular», ha aumentado casi un 200% las repatriaciones y devoluciones de personas inmigrantes en la pasada legislatura…
Y ahora la nueva propuesta del Ministro de Trabajo e Inmigración, que los inmigrantes cobren el subsidio de desempleo, a condición de que regresen a su país…
Es evidente que la posibilidad del voto inmigrante en las próximas elecciones municipales es una cortina de humo que nos quieren vender para ocultar la política mercantilista en inmigración del señor Zapatero, declarado a sí mismo como «europeísta convencido y militante».
¿Por qué la Unión Europea dedica tantos esfuerzos, reuniones, Informes, Comités, Consejos… para «luchar contra la inmigración ilegal» y ninguno en luchar contra las causas que provocan que millones de personas se vean obligadas a poner en peligro sus vidas?
¿Qué situación sin futuro ni esperanza tendrán estas personas a quienes llamamos «inmigrantes ilegales» que están dispuestas a arriesgar la vida para llegar a Europa o a EEUU? ¿qué desesperación obliga a una madre, como la que hemos visto hace pocos días, subir a una balsa neumática con su bebé en los brazos para llegar a Europa? Ya no podrán decírnoslo porque murieron ella y su bebé, como miles de personas, a las puertas de Europa…
Como en la película «La Marcha» nos dejan un mensaje: «si no hay solidaridad, al menos que nos vean morir»
¿Cómo juzgará la historia a nuestro continente, que teniendo los mayores medios tecnológicos de toda la historia, pone sus esfuerzos en blindar sus fronteras para que no lleguen o si llegan devolverlos o matarlos por el camino… y no poner ningún esfuerzo por cambiar la situación estructural de los países empobrecidos?
Nuestra responsabilidad como ciudadanos europeos, es denunciar con claridad que la actual política migratoria europea y española, no es solidaria sino opresora con los inmigrantes.
Es urgente una acción eficaz contra las causas que provocan esta situación injusta, otra nueva sociedad, un cambio estructural que permita el desarrollo de los países empobrecidos.
África tiene derecho a no emigrar, como decía el Papa Juan XXIII.
Debemos defender la dignidad de los inmigrantes como personas y no como mercancía.