Las grandes fortunas y la base de la pirámide

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En los pasados días Amancio Ortega se convirtió por unos momentos en el hombre con la mayor fortuna del mundo. Pero ¿qué hay debajo de esta pirámide?.

Y es que los 71.800 millones de euros de patrimonio que le atribuye Forbes a Don Amancio lo situarían con una riqueza superior a la que 132 países del mundo son capaces de producir en un año. En la relación encabezada por Estados Unidos y China, el empresario gallego ocuparía el puesto 65, casi al mismo nivel que Ecuador y Eslovaquia, ambos con un PIB anual cercano a los 75.000 millones de euros y con 15,7 y 5,4 millones de habitantes, respectivamente. Y se colocaría por delante de territorios de los cinco continentes, como Omán (61.541), Cuba (59.251) o Luxemburgo (49.428).

Valorar fortunas es siempre complejo, especialmente cuando lo que posee la persona en cuestión no son solo acciones de empresas cotizadas, sino también bienes inmuebles y otras sociedades. Pero por mucho que fluctúe la lista de los más enriquecidos del mundo, que publica la revista Forbes, los primeros puestos están siempre ocupados por Amancio Ortega, Bill Gates, el mexicano Carlos Slim, Warren Buffet…

Pero no olvidemos la base de esta pirámide de injusticia.

El derrumbe de la fábrica Rana Plaza, en Bangladesh, que arrojó un saldo de 1.138 muertos y alrededor de 2.500 heridos (2013),dejó al descubierto también las malas condiciones laborales en que tenían miles de costureras: A diario maquilaban millones de prendas de vestir para poderosas firmas de grandes firmas, entre ellas Zara- Inditex.

Los ciudadanos bangladesíes, que trabajaban en esa factoría tejían ropa de las principales marcas textiles del mundo: Primark, Auchan (matriz de Alcampo), Walmart, C&A, H&M y por supuesto las españolas Mango, El Corte Inglés e Inditex…

Hay empleados que trabajan de forma indirecta para estas empresas textiles por menos de 50 euros al mes, hasta 50 horas a la semana en condiciones laborales de esclavitud, en el maquilado de sus prendas como es el caso de Bangladesh.

En este paisaje no podemos dejar de ver la actualidad del consumo en España con la macro tienda abierta por Primark, en Gran Vía (llena de jóvenes y no tan jóvenes haciendo colas) o la no menos grande tienda que Inditex va a abrir en Zaragoza (1500 metros cuadrados en la milla de oro).

Hemos de señalar algunas características que están omnipresentes en las grandes fortunas, como son: especulación, explotación y/o esclavitud, así como el control mediante monopolios (como Bill Gates con Microsoft en los sistemas operativos, Google…).

Recordemos estos datos ya publicados que nos dicen mucho de la brecha abierta: 2015 será recordado como el primer año de la serie histórica en el que la riqueza del 1% de la población mundial alcanzó la mitad del valor del total de activos.

La sangre del pobre

Estamos con Leon Bloy cuando decía en sus escritos que «La sangre del pobre es el dinero”. y afirmaba que «hay gran maldad en la riqueza y el que tiene mucho es porque se lo está quitando a muchos otros».

Hoy, un siglo después de sus pensamientos, ¿qué no escribiría Leon Bloy ante un mundo más lleno que nunca de injusticias y desigualdades, de miseria y hambre? ¿qué pensaría de la indecencia del capital que aplasta al trabajo, de los perversos especuladores, de los todopoderosos mercados?

Autor: Luis Antúnez