Se analiza el papel que ha asignado el Imperialismo a las ONGs, sabiendo que no todas estas organizaciones son iguales…
Boletín COPAN nº46
Raquel Martínez y Rodrigo Lastra (*)
Autores del libro La esclavitud infantil: canallada real.
Voz de los sin voz, Madrid 2005.
El papel de las ONGs es el de restar nuevos luchadores a la liberación de los pobres. El mejor invento del sistema neocapitalista de los últimos años ha sido la proliferación de ONGS. Totalmente insertas en empresas, partidos políticos, etc. ejercen para el capitalismo, según el sociólogo James Petras, la tarea que precisaba: un lavado de cara (fingiendo lavar su conciencia). Nada mejor, para este fin, que estas organizaciones fuertes en imagen y prestigio social, pero débiles en análisis y conciencia política. La tesis de Petras es que las ONGS sirven a la misma estrategia que los poderes económicos (FMI y BM), formando una pinza perfectamente estructurada: uno actúa desde el Estado y el voluntariado apuntala desde la base social los mismos objetivos, mientras cree que hace otra cosa.
Para ello es fundamental que las ONGS sean dependientes cultural y económicamente. El papel que les asigna el imperialismo: la despolitización, la movilización puntual y rendirse totalmente a una estrategia de ayudas generadoras de dependencia disfrazada mediante la palabra cooperación como forma de integrar. Su lenguaje está diseñado para
generar simpatía popular y fortalecer la política de mantequilla, no-conflictiva, generando la ilusión de que un puñetazo es una caricia. Petras afirma: Sus proyectos parecen buenas obras, pero en realidad están bloqueando una lucha con protagonismo nacional (..) son subcontratados de los gobiernos y colaboran en su estrategia política. En las zonas donde las ONGs son fuertes no hay movimientos populares de relevancia. Forman parte de un nuevo colonialismo.
Toda una muy bien diseñada estrategia imperialista para dirigir la inclinación solidaria de todo ser humano hacia mera apariencia de la misma. Lo cierto es que el crecimiento de las ONGS coincide con el aumento cuantitativo y cualitativo de la pobreza y la esclavitud infantil en todas partes.
Recientemente, un alto cargo de INTERMON-OXFAM en una entrevista periodística decía: No queremos ir en contra de las empresas, queremos que mantengan sus beneficios pero que los consigan de manera decente (Heraldo de Aragón)