Las razones que calla Aznar sobre la guerra de Irak

3172

Aznar calló poderosas razones que le empujan a seguir a Bush.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se empleó a fondo en el parlamento para tratar de justificar su apoyo a la guerra contra Iraq. Aseguró que el régimen de Sadam Hussein almacena armas de destrucción masiva, ha burlado las inspecciones de la ONU y está relacionado con el terrorismo internacional, que amenaza a España.

Aznar calló poderosas razones que le empujan a seguir a Bush, como la ayuda de EEUU a España en la lucha contra ETA, en las relaciones con Marruecos o en las aspiraciones de nuestro país a presidir la UE e ingresar en el Club de los Ocho países más industrializados del mundo; aseguran fuentes políticas y diplomáticas consultadas.

Una de las razones más importantes de su impulsivo acercamiento a las tesis de Bush es la ayuda que Estados Unidos, a través de la CIA, el FBI y la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional que hace espionaje electrónico), está aportando a España en la lucha contra el terrorismo etarra, colaboración que se acordó durante el viaje del presidente Bush a nuestro país en junio de 2001. EE.UU. compensó la colaboración española en la lucha contra Al Qaeda, incluyendo a ETA en su lista de organizaciones terroristas.

El apoyo en la lucha contra ETA se sustenta en la utilización de la red Echelon que lleva funcionando desde 1971 y tiene en Washington y Londres sus dos principales soportes. Esta enorme red de espionaje electrónico, cuya existencia es negada por los promotores, intercepta las comunicaciones a través de teléfono, fax e internet. Un enorme poder que también puede utilizarse para el espionaje industrial o a gobiernos no afines, y que en octubre de 1998 llevó al Parlamento Europeo a abrir una investigación para evitar abusos en su empleo.

Aznar también sabe que puede contar con el presidente norteamericano si se producen nuevos desencuentros en las malas relaciones con Marruecos. Según el New York Time, Aznar se ha convertido en el interlocutor europeo más frecuente del presidente Bush. Un privilegio que no desaprovechará para lograr alguna de sus mayores aspiraciones, como la de lograr que España entre en el selecto club de los 8 grandes (G-8) y para potenciar su liderazgo internacional. Fuentes políticas y diplomáticas aseguran que si Aznar encabeza la listas al Parlamento Europeo en 2004 y cuenta con el apoyo de Tony Blair, Silvio Berlusconi, y el apoyo de Washington, (se ha tanteado a Chirac y no habría problemas), sus posibilidades para presidir la Unión Europea irían en aumento.

Aznar ha dado a entender que busca el apoyo de Washington para agilizar las “ayudas” del FMI y del Banco Mundial a Iberoamérica, especialmente Argentina, pero los mismos estadounidenses han reconocido que ante la crisis económica y social del continente de habla hispana “España nos puede ayudar más a nosotros que lo que nosotros podemos ayudarles a ellos”.