Respecto a ETA, el arzobispo de Toledo cree que «debe desaparecer ya; es más, nunca debería haber nacido. Debe dejar de extorsionar, debe dejar las armas, debe dejar de implantar el terror». El Primado de España, en consonancia con la Instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal aprobada en 2002, considera que «lo que está haciendo ETA es gravemente inmoral e intrínsecamente perverso» y que, por lo tanto, «la paz no se puede construir basada en graves inmoralidades».
LA Razón
1-06-2005
El Primado de España, monseñor Cañizares, cree que la banda terrorista es «gravemente inmoral» y que la única salida es «su desaparición» «Decir que hay división entre los obispos con respecto al terrorismo es una quimera», asegura Monseñor Cañizares ha denunciado que las víctimas «están siendo olvidadas» en el actual debate sobre la negociación con ETA y que esto les obliga «a salir a la calle el próximo sábado» para defenderse.
En los últimos días algunos medios de comunicación han sugerido que desde sectores de la Iglesia católica se alentaba el diálogo entre el Ejecutivo y el grupo terrorista. Lejos de esta posición, monseñor Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, ha mostrado a LA RAZÓN su cercanía a los que han sufrido la acción de ETA. «Son muchas las víctimas. El sábado tienen que salir a la calle porque se están olvidando de ellas. Tal vez las víctimas perciban que no están recibiendo suficiente apoyo. Tienen que defenderse y tenemos que defenderlas», ha manifestado monseñor Cañizares.
ETA debe desaparecer.
Respecto a ETA, el arzobispo de Toledo cree que «debe desaparecer ya; es más, nunca debería haber nacido. Debe dejar de extorsionar, debe dejar las armas, debe dejar de implantar el terror». El Primado de España, en consonancia con la Instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal aprobada en 2002, considera que «lo que está haciendo ETA es gravemente inmoral e intrínsecamente perverso» y que, por lo tanto, «la paz no se puede construir basada en graves inmoralidades».
Sobre esta posible negociación entre el Gobierno y el grupo terrorista, monseñor Cañizares sostiene que sólo existe una opción viable: «Que desaparezca ETA, porque es la única manera de que se solucionen los problemas, que deponga las armas sin ninguna condición». Y recuerda lo que en su día dijeron los obispos en la Instrucción pastoral sobre el terrorismo: «Al hablar del diálogo no nos referimos a ETA, que no puede ser considerada como interlocutor político de un Estado legítimo, ni representa políticamente a nadie, sino al necesario diálogo y colaboración entre las diferentes instituciones sociales y políticas para eliminar la presencia del terrorismo, garantizar firmemente los legítimos derechos de los ciudadanos y perfeccionar, en lo que sea necesario, las formas de organizar la convivencia en libertad y justicia».
El arzobispo de Toledo también ha señalado que en la defensa de esta posición «no hay diferencias» entre los obispos españoles. «No hay ninguna disparidad entre lo que ha dicho el arzobispo de Valencia y mis estimaciones. Decir que hay división es una quimera y una pura elucubración», ha destacado el prelado.
Mensaje de paz.
El arzobispo de Toledo también ha denunciado «la manipulación» de unas palabras suyas pronunciadas durante la procesión del Corpus el pasado domingo al afirmar que «en este acto no cité, en ningún momento, a ETA, sino que leí un párrafo del mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Mundial de la Paz de 2004 en el que pedía ‘que cesen tantas formas de creciente violencia, causa de indecibles sufrimientos; que se apaguen tantos focos de tensión, que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas; respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos; que aliente Él mismo las iniciativas de diálogo y reconciliación; y que nos ayude a comprender que la única vía para construir la paz es huir horrorizados del mal y buscar siempre y con valentía el bien’».
Fue después de esta introducción cuando el Primado de España aludió al terrorismo y realizó una oración «para que nunca más golpee en nuestras tierras de España ni en ninguna parte del mundo; que todos estemos frente a él; que se multiplique la misericordia de Dios y la solidaridad, la ayuda de la caridad y de la justicia de los hombres en favor de sus víctimas».
Fuera de contexto.
Según monseñor Cañizares, «era imposible que el Papa se refiriera en 2004 a la cuestión que actualmente está planteada del diálogo o no diálogo con ETA». Extraer de ahí un posible apoyo a las negociaciones «es una manipulación sacada de contexto y poner en mi boca palabras que nunca dije».