Libia ¿primavera árabe u otoño francés?

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Después de la intervención militar de 2011 comandada por Francia, el país se suma en el caos y en la guerra civil.

Sarkozy (Francia) fue el principal promotor intervención militar en Libia en 2011 y, como tal, uno de los mayores responsables de la situación creada por esa intervención cuatro años después.

Si se hace memoria se recordarán las prisas del Presidente francés en vísperas electorales para intervenir en Libia y compensar las críticas recibidas por su inacción en las «primaveras» de Túnez y Egipto.

También se recordará como tomó partido por los rebeldes cuando parecían a punto de derrocar a Gadafi en lo que ya era una guerra civil. Para su disgusto, Gadafi dio la vuelta a la situación y se presentó a las puertas de Bengasi. Entonces fue cuando acudió al Consejo de Seguridad junto a su socio británico, David Cameron, y con el apoyo inestimable de la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, vencieron las dudas del Presidente Obama…

Francia comenzó las operaciones militares el 19 de marzo y la intervención se prolongó ocho meses hasta el linchamiento del dictador en octubre de 2011. Estados Unidos estuvo al frente de las mismas durante dos días mediante su Mando para África (AFRICOM) pero enseguida pidió el relevo a la OTAN para poder “liderar desde atrás” un asunto en el que sus intereses no estaban en juego.

Ni Sarkozy, ni la pareja franco-británica, ni la UE tenían capacidad militar para hacerse cargo de la operación en marcha, por lo que tuvieron que recurrir a la OTAN.

El cambio de régimen tuvo entonces muchos pretendientes y varios, incluido Sarkozy, se hicieron la foto de rigor como liberadores de la población libia. Cuatro años después, no parece que la intervención haya mejorado la vida cotidiana.

Dos gobiernos de desgobierno

Los ciudadanos pueden votar pero el Parlamento está invalidado por el Tribunal Supremo y ahora tienen dos gobiernos: uno en Trípoli y otro en Bengasi. Del “todos contra Gadafi” se ha pasado al “todos contra todos” y se está librando ya una guerra civil con sus bandos, proxies y aliados externos. Las milicias de Misrata, apoyadas por los yihadistas deAnsar al Sharia combaten con las de Zintan, el Ejército bastante tiene con protegerse y fuerzas aéreas de algunos países árabes bombardean a la población y a las infraestructuras de las facciones rivales mientras un general (Khalifa Hiftar) se ofrece a salvar la patria.

El control del petróleo es uno de los grandes objetivos de las dos facciones armadas, como fuente principal de ingresos del país.

A todo esto se suma las milicias yihadistas que controlan parte del país.

¿Quién arreglará tanto desastre?

Fuentes: El País, El Mundo, Instituto Elcano