El agujero del fraude fiscal en España sobre el impuesto de la renta se eleva a 20.000 millones de euros. El problema no viene de las rentas salariales (del trabajo), el 61% viene de las rentas del capital.
El fraude fiscal en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), la figura que aporta casi la mitad de la recaudación tributaria a las arcas públicas, se eleva hasta el 1,7% del PIB, lo que supone unos 20.000 millones de euros, según un estudio elaborado por Julio López Laborada, catedrático de Economía Pública de la Universidad de Zaragoza, difundido este jueves por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
El informe, titulado El hueco que deja el diablo: una estimación del fraude en el IRPF, ha sido elaborado con datos de 500.000 declaraciones de la renta de 2008. El texto concluye que el mayor nicho de fraude está en las rentas del capital (intereses, dividendos y beneficios de operaciones de capital) y en las de actividades empresariales: casi la mitad de la renta de los profesionales y autónomos escapa al control del fisco.
El estudio recalca que en las rentas salariales no hay margen para engañar al fisco, porque las retenciones previas permiten controlar toda la información.
El documento trata de calcular cuál es el nivel de fraude por tipos de renta —el IRPF agrupa la tributación de las rentas de trabajo, capital mobiliario, inmobiliario y de actividades económicas—, y no por grupos de contribuyentes.
Los resultados revelan que el mayor porcentaje de fraude (un 61%) se concentra en las rentas de capital; el fraude en las rentas de capital mobiliario, derivadas de los alquileres y de la imputación de segundas viviendas, asciende al 55%; el de actividades empresariales por estimación directa queda cerca del 48% y el de la estimación por módulos, en el 46%.
Fuente: El País, Agencias