Los eritreos de Libia, escribieron una carta al Papa en contra de las expulsiones inmediatas al mar. Y la entregaron el pasado primero de setiembre de 2009 al cardenal Renato Raffaele Martino (del Consejo Pontificio Justicia y Paz), en ocasión de una celebración de la iglesia de San Francisco en Trípoli. En la carta se le pide a la Iglesia de ‘desaprobar las nuevas políticas de expulsión inmediata del gobierno de Berlusconi’
El arzobispo de Accra, en Ghana, Palmer-Buckle (Sínido africano), definió las expulsiones inmediatas como «leyes e iniciativas poco cristianas que van contra los derechos humanos y universales» y por lo tanto «contrarios al evangelio». A la espera de una respuesta del mundo católico, aquí está el texto de la carta entregada al cardinal Martino.
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Al papa Benedicto XVI
Cabeza de la Iglesia Romana Católica
Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano
De parte de la comunidad de eritreos en Tripoli, Libia.
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Nuestra oración es que Dios omnipotente esté con usted, le mantenga firme en su servicio para toda la vida y le acompañe y le proteja de todas las tentaciones.
Este es nuestro mensaje, escrito de parte de los refugiados eritreos residentes en Libia en general y en particular por parte de la asociación Holly Savior Association. Seguimos con atención las declaraciones de la Santa Iglesia en relación al tema de los refugiados y descubrimos con alegría las críticas expresadas por la Iglesia en relación a las nuevas políticas de las expulsiones inmediatas.
Querido Papa, el nuevo acuerdo entre Roma y Trípoli está poniendo en peligro a refugiados políticos y a emigrantes económicos. La nueva política de Berlusconi de expulsar a los que piden asilo interceptados en aguas internacionales está alterando claramente el deber de Italia de respetar las obligaciones internacionales, incluida la Convención de Ginebra de 1951 y los protocolos del último decenio. No se hace ningún análisis de las solicitudes de asilo y los refugiados políticos son expulsados a un país que pone en peligro su vida y su libertad. Como resultado de esto, centenares de solicitantes de asilo eritreos han sido expulsados a Libia y se encuentran todavía en centros de detención.
En agosto, alrededor de 80 eritreos han sido abandonados en el mar durante 22 días, sin recibir auxilio, y solo 5 sobrevivieron hasta que una embarcación de vigilancia italiana los ha llevado a Sicilia. Queremos expresar nuestra rabia a las autoridades europeas, por haber cerrado sus ojos a la vista de una patera de 12 metros con 80 inmigrantes a bordo que solo querían pedir asilo político en Italia. Hablando claro, las nuevas políticas de expulsión no frenan a los solicitantes de asilo en su intensión de cruzar el mar, en cambio ponen en peligro sus vidas.
Sin embargo, siempre hay más factores que empujan a los inmigrantes a desafiar al mar y poner en grave peligro sus propias vidas. La situación en Trípoli va más allá de cualquier límite, hay un aislamiento intolerable, debido al color de la piel, a la religión y a la nacionalidad. La incapacidad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de proveer a un rápido y efectivo procedimiento de asilo hace que los inmigrantes se desesperen y no vean futuro en este país. Además Libia se encuentra fuera del territorio jurisdiccional de Acnur, no habiendo firmado nunca la Convención sobre los refugiados. Motivo por el cual la posesión del certificado de Acnur no garantiza a los refugiados el derecho de residencia en Libia, por lo que prefieren de todos modos abandonar Libia a través del peligroso camino del mar, dirigidos a un país donde puedan obtener asilo. La nueva política de expulsión no frena el número de las travesías, sino que deja a los refugiados en peligro.
Por lo tanto, creyendo en la autoridad de la Iglesia para desaprobar las nuevas políticas de expulsión inmediata del gobierno de Berlusconi, llenos de esperanza transmitimos este mensaje a las oficinas papales.
Trípoli, 1 septiembre 2009
Fuente: Fostress Europe – 20 Octubre 2009