Entrevista a una militante del Movimiento Nacional de Meninos e Meninas da Rua del Estado de Ceará (Brasil). Jatun Suqun tiene la suerte de entrevistar a Tess Alves, mujer brasileña perteneciente al Movimiento Nacional de Meninos e Meninas da Rua del Estado de Ceará (Brasil). Lleva 25 años dedicada a labores educativas con estos niños, especialmente en Fortaleza, capital de Ceará. Cuando tenía 15 años de edad, su padre la informó de que también él había sido un «menino da rua», situación de la que supo salir con tesón y coraje.
P. ¿Quienes son los «meninos da rua»?
R. Son millones de niños que viven situaciones difíciles de abandono y carencia social absoluta en las calles de las principales ciudades de Brasil, desarraigados de cualquier vínculo familiar. En definitiva son «ciudadanos sin derechos». En Fortaleza estimamos que hay unos mil niños y niñas en esas condiciones.
P. ¿En qué consiste el Movimiento Nacional de Meninos e Meninas da Rua?
R. Es una Organización No Gubernamental que nace en 1985 a través de un grupo de educadores que comenzaban a plantarse alternativas a la política asistencialista y represiva hacia los niños y niñas de la calle. Actualmente está integrado por unos 3.000 educadores que trabaja en distintas ciudades. Nuestro objetivo principal es defender los derechos de los niños y asesorar sobre programas de atención a todas las personas o instituciones que muestren su preocupación por los niños de la calle.
P. Llamáis a vuestro trabajo «enamorar». Explícanos esto.
R. En un primer momento, el acercamiento a los niños se realiza paseando por la calle y observándolos. Después de unas semanas, cuando se han acostumbado a nuestra presencia, hablamos con ellos. Nos preguntan qué hacemos, si somos policías. Al principio mienten mucho, inventan cosas porque no tienen confianza. Luego llevamos papeles y pinturas y realizamos «graffitis». Invitamos a los niños a participar, ellos inmediatamente se sienten protagonistas. Así se inicia el contacto directo con los niños. Después, pasamos a formar grupos de base y a realizar actividades participativas.
P. ¿De dónde proceden los «meninos da rua»?
R. La mayoría ha nacido y vive en las calles sin ningún tipo de vínculo familiar. Todos llegan a nuestro Movimiento sin documento de identidad, muchos no saben la edad que tienen y algunos ni siquiera tienen nombre propio. Por ejemplo, hay un niño con el que trabajamos y que sigue viviendo en la calle que se llama «Cinco Cruceiros». No sabe qué nombre le pusieron al nacer y el apodo le viene de practicar la mendicidad. Otros niños de la calle todavía tienen algún vínculo familiar. Por lo general viven en favelas, en condiciones muy duras.
P. ¿Cómo pueden sobrevivir estos niños?
R. Deben buscar su sustento en las calles. El robo y la prostitución son las formas más fáciles de ganar dinero, pero les amenazan constatemente los escuadrones de la muerte. Mendigar también es muy peligroso porque les convierte en «blancos visibles» en las calles.
P. ¿Te han contado alguna vez qué quieren ser de mayores?
R. Sí, cuando toman confianza expresan sus sentimientos como cualquier otro niño: bombero, arquitecto, maestra… Intentamos escolarizar a muchos hace un año en centros municipales, pero no fueron admitidos bajo el pretexto de que eran «meninos da rua». Al explicárselo me decían: «¿Por qué, Tess? ¿Por qué no podemos estudiar aquí? ¿No somos niños? ¿No somos ciudadanos?». Yo no supe contestarles.