Los tanques fabricados en Trubia se venden a Arabia Saudí. Una dictadura con la que nos llevamos bien y nadie protesta.
Ha estado por España el príncipe Khaled bin Sultan, que aunque su nombre no nos diga nada a casi nadie, es ministro adjunto de Defensa y Aviación e inspector general para Asuntos Militares de Arabia Saudí. Además de ministro adjunto de Defensa, es sobrino Ministro de Defensa.
¿Y para qué ha estado?, para ver si compra entre 200 y 270 tanques Leopard a General Dinamics, de los cuales 50 serían de entrega inmediata ya que ya están construidos como parte de los que encargó el Ejército de Tierra y que después, con el recorte de presupuestos, prefiere no quedarse con ellos.
Resumiendo: 3.000 millones de euros incluyendo los «extras» normales en estas operaciones.
El tal príncipe ha sido recibido por las mas altas personalidades del Estado. Incluida «la más alta». Faltaría más.
Sin ninguna crítica en ningún lado.
¿Acaso no es Arabia Saudí una dictadura?. Que se sepa, sí.
¿Acaso no parte de Arabia Saudí la financiación del salafismo, ligado al terrorismo islámico?, que se sepa, sí.
¿No es un país donde los derechos humanos están bajo mínimos, especialmente los de las mujeres?, que se sepa, sí.
¿No se fabricaron (y posiblemente se vuelvan a fabricar si sale el contrato) buena parte de esos tanques en la fábrica de Trubia de General Dinamics?, que se sepa, sí.
Ante la venta de las armas que se fabrican en Oviedo a países moralmente impresentables, el PSOE calla, el PP calla, IU calla, ASCIZ calla, los sindicatos callan y los «intelectuales» bueno, a esos ni están ni se les espera. Esto parece un cementerio. ¿Dónde están los del «No a la guerra».
¿Para qué sirven en un país así los tanques?. Fácil de imaginar.
Sin embargo, cuando se trata de tan jugoso contrato, los derechos de los demás pasan a segundo plano. Es mejor mirar hacia otro lado y no decir nada. Y es curiosa, y trágica, la coincidencia de UNA derecha (PP), de la OTRA derecha (CiU-PNV) y de la OTRA MÁS derecha (PSOE-IU) en estos casos. Parece que la venta de armas ha construido un consenso en todo el arco parlamentario que pone los pelos de punta.