La plataforma «Hay Alternativas», que vela por un desarrollo científico que no destruya embriones humanos, ha denunciado el hecho de que el director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Antonio Pellicer, sea «juez y parte» en el proceso de consultas abierto por el Gobierno para la regulación de técnicas de investigación embrionaria. «Hay Alternativas» rechaza el apoyo del Ministerio de Sanidad a la fabricación de bebés «a la carta»
La Razón 26/05/2004
«Hay Alternativas» rechaza el apoyo del Ministerio de Sanidad a la fabricación de bebés «a la carta».
La plataforma «Hay Alternativas», que vela por un desarrollo científico que no destruya embriones humanos, ha denunciado el hecho de que el director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Antonio Pellicer, sea «juez y parte» en el proceso de consultas abierto por el Gobierno para la regulación de técnicas de investigación embrionaria. La propuesta del IVI defiende la preselección de embriones histocompatibles para la «fabricación» de niños «a la carta». Un pingüe beneficio para el IVI, que realiza el 40 por ciento de los procesos de fecundación in vitro en España.
Antonio Pellicer, director del Instituto Valenciano de Infertilidad, ha desarrollado en los últimos meses, según afirma la plataforma «Hay Alternativas», una «campaña mediática» que trata de presionar a la Ministra de Sanidad, Elena Slagado, y a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida (CNHRA) de la que es miembro para que se legalice su propuesta de preselección de embriones histocompatibles con un hermano ya nacido y de utilización de embriones «sobrantes» de procesos de Fertilización artificial para la investigación.
Juez y parte. A juicio de los más de 315.000 ciudadanos que forman «Hay Alternativas», entre los que se encuentran 3.245 científicos y expertos de reconocido prestigio, se advierte una «falta de ética en el hecho de que este médico-empresario del centro privado IVI, que realiza el 40 por ciento de la fecundación in vitro en España y tiene 40.000 embriones en sus congeladores, va a ser juez y parte de sus propios proyectos de investigación».
Para estos expertos, «el fin que defiende el IVI de sanar a un hermano histocompatible es una hipótesis que no se sabe si será efectiva»; además, el prediagnóstico requerido por Pellicer, «es un grave riesgo para el embrión».
«Hay Alternativas» denuncia igualmente que los experimentos propuestos por el director del IVI se basan en un trabajo del Instituto de Genética reproductiva de Chicago que necesitó destruir 194 embriones para obtener cinco embarazos histocompatibles. El número de embriones a utilizar en estos procesos es manifiestamente mayor, lo que plantea la cuestión tantas veces debatida de qué hacer con los embriones «sobrantes» de estos procesos.
Basándose en la sentencia 116/1999 del Tribunal Constitucional sobre defensa del embrión humano, este colectivo de científicos estima que hay «una falta de justiciación ética y médica de las propuestas al incluir circunstancias poco medibles» para permitir la fecundación de más de tres ovocitos, como «la edad, la obesidad u otras causas que pudieran estipularse en el futuro», al tiempo que recuerdan que han de seguirse las recomendaciones de la CNHRA en su informe de 1998, en el sentido de reducir «al mínimo imprescindible el número de embriones que deban ser crioconservados para lograr los objetivos procreativos».
Por otra parte, la plataforma «Hay Alternativas» recuerda que la propuesta del doctor Pellicer «es ilegal» y que ni la Comisión Nacional de Reproducción Asistida de la que es miembro, ni el Ministerio de Sanidad y Consumo, tienen competencias para modificar la ley de Reproducción Asistida aprobada por el Parlamento en 1988, «en la que se excluye toda selección embrionaria y diagnóstico de su histocompatibilidad».