Más de mil personas marchan contra una fábrica de Coca Cola en India

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Es la responsable de la falta de agua y contaminación de los suelos

09-03-2005
ATTAC

Más de mil miembros de las comunidades indias afectadas por el grupo Coca Cola participaron de una marcha por el cierre de la fábrica de Coca Cola ubicada en Mehdigani, cerca de la ciudad santa de Varanasi. La marcha había partido diez días antes de Ballia, una ciudad situada a 250 km de allí donde se halla instalada otra fábrica de Coca Cola. El objetivo de la marcha es llamar la atención sobre las negativas consecuencias que tienen para las población india estos establecimientos.

En la India todas las comunidades que viven próximas a las embotelladoras de Coca Cola sufren enormemente la falta de agua y la contaminación de los suelos y de las napas freáticas como consecuencia directa de las actividades de estas plantas en tierras ilegalmente ocupadas por dicha empresa.

Además, los análisis realizados confirman que en la India los productos Coca Cola altos porcentajes de pesticidas, especialmente DDT, en proporciones a veces 30 veces mayores que las autorizadas por las normas estadounidenses y europeas. Por otra parte el grupo Coca Cola ha venido distribuyendo sus desechos industriales a los campesinos de Mehdigani con el argumento de que sirven de «abono».

La marcha constituida en un 50% por mujeres y por jóvenes fue festiva, colorida y pacífica. Sin embargo los manifestantes fueron recibidos en las plantas embotelladoras por policías armados con armas de fuego y uniformes antimotines. Todos los oradores denunciaron las prácticas ilegales del grupo Coca Cola en la región y en toda la India. Mencionaron también los graves daños ocasionados a las comunidades indias por la falta de agua, la contaminación y la pérdida de sus tierras. Los granjeros de esta región y de todo el país se han visto seriamente afectados por esta situación.

Al terminar la reunión los manifestantes recorrieron un centenar de metros hasta las rejas perimetrales del establecimiento en donde fueron objeto del ataque de la policía que con particular ensañamiento castigó a las mujeres persiguiendo a quienes escapaban huyendo de la violencia y haciéndolos blanco de su violencia. Fue atacado también, sin la menor contemplaciòn un monje budista que se hallaba en el lugar. Se supo posteriormente que los ataques habían sido ordenados por el señor Tahir Igbal, Juez de Paz Adjunto de Varanasi. Fueron detenidos más de 350 manifestantes, casi un centenar seriamente heridos. Estuvieron detenidos toda una noche sin que se les iniciara ningún proceso hasta el día siguiente y luego encarcelados. «Coca Cola roba nuestra agua, nuestras tierras dicen que legalmente y que ilegal es nuestra lucha por la supervivencia, por nuestra existencia»explica Nandlal Master, uno de los organizadores de la manifestación, miembro de la organización Lok Samiti y de la Alianza Nacional de los Movimientos Populares. «Nosotros no aceptamos esto y nuestra lucha los echará» concluye Nandlal Master.

La violenta represión de la marcha y de la manifestación de Mehdigani no es nada nuevo – los manifestantes fueron igualmente atacados por policías armados en setiembre de 2003. Otras luchas similares organizadas en la India contra Coca Cola han sido a menudo violentamente reprimidas. La condena de la actuación policial se manifiesta » El ataque violento desencadenado contra la pacífica manifestación es ciertamente repudiable, pero nada sorprendente. Coca Cola opera con toda inmunidad y la violencia forma parte de como dicho grupo actua en el mundo entero» afirmó Amit Srivastava, miembro de la ONG Centro de Recursos de la India, presente también en la manifestación. El Señor Srivastava aludía ala campaña internacional destinada a pedirle a Coca Cola cuenta de sus acciones. Los grupos locales de lucha contra las prácticas abusivas de Coca Cola y el sindicato colombiaoo Sinaltrainalhan juntado sus fuerzas en oportunidad de dicha campaña. El sindicato United Steelworkers de los EEUU ha iniciado demandas contra el grupo Coca Cola en los EEUU en nombre de Sinaltrainal, acusándolo de complicidad criminal torturas e intimidación a los delegados sindicales de sus embotelladoras.

Grain de Sable, Info 502 (23.02.05)
Traducción Susana Merino