Médicos sin Fronteras reconoce que su campaña para sensibilizar sobre la limpieza étnica en Yugoslavia estuvo manipulada

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El asunto era muy complejo, nadie comprendía qué estaba ocurriendo en Yugoslavia, pero de un solo golpe pudimos presentar un asunto simple con buenos y malos

El co-autor de una de las mayores mentiras mediáticas de los años noventa acaba de reconocerla. Resulta instructivo cara al futuro porque los trucos de manipulación son siempre los mismos…

Flash-back. Verano del 92, guerra en Bosnia. Bernard Kouchner y sus ‘Médicos sin fronteras’ difunden en la prensa y en los muros de París una publicidad impactante y cara. El foto-montaje presenta a unos «prisioneros» de un campo serbio en Bosnia. Tras el alambre de espino, Kouchner superpone la imagen de una torre de observación de Auschwitz. Su texto acusa a los serbios de ‘ ejecuciones en masa ‘.

¿Información o propaganda?

Propaganda, reconoció Kouchner doce años más tarde. Su reciente libro autopublicitario, Les guerriers de la paix, relata una entrevista con Izetbegovic (el dirigente nacionalista musulmán que en aquel momento estaba en el poder en Sarajevo) en su lecho de muerte:

Kouchner: Eran sitios espantosos, pero ahí no se exterminaba sistemáticamente. ¿Lo sabía usted?

Izetbegovic: Sí. La afirmación era falsa. Fuera cual fuera el horror de estos lugares, no había campos de exterminio. Yo creía que mis revelaciones podrían precipitar los bombardeos.

Efectivamente, esta mentira mediática hizo que la opinión pública se inclinara a favor de apoyar los bombardeos. Toda la prensa occidental la difundió entonces profusamente, pero el reciente desmentido ha pasado desapercibido. El público no puede saber que se le ha engañado.

La media-confesión de Kouchner y este silencio mediático plantean dos cuestiones cruciales:

1° ¿Lo sabía Kouchner mucho antes?

Respuesta: Sí. Ya en 1993 un periodista de France 2, Jacques Merlino, reveló la superchería en un libro que tenía un título elocuente, ‘ Toutes les vérités ne sont pas bonnes í  dire’ [«No todas las verdades no son aptas para decir»]. En él entrevistaba al director de Ruder Finn, agencia estadounidense de relaciones públicas. Éste, muy orgulloso, reconocía haber montado la campaña de los ‘campos de exterminio’ : ‘Habíamos embaucado a tres grandes organizaciones judías : B´nai B´rith, American Jewish Committee et American Jewish Congress. Enseguida conseguimos que la opinión pública coincidieran serbios y nazis. El asunto era muy complejo; nadie comprendía qué estaba ocurriendo en Yugoslavia, pero de un solo golpe pudimos presentar un asunto simple con buenos y malos’.

¡Mintiendo, señala el periodista!

Respuesta : ‘Somos profesionales. No se nos paga para hacer moral’

Por lo tanto, Kouchner lo sabía desde hacía tiempo y no está bien -no está bien echar toda la culpa a un muerto.

2° ¿Enterraron los media las pruebas de la superchería?

Respuesta: Sí. Un periodista alemán, Thomas Deichman, había demostrado ya en 1994 que la imagen del alambre de espino estaba trucada, que los «prisioneros» no estaban encerrados. De hecho, estaba sacada de un reportaje de ITN en el que declaraban que se les trataba bien, pero ¡la periodista había cortado estas declaraciones!

El anuncio de Kouchner, los comentarios de Deichmann y nuestra explicación se puede encontrar en nuestro libro El juego de la mentira. Publicado en 1998. Por lo tanto, no era necesario esperar hasta hoy para rectificar.

En un video-reportaje ‘ Bajo las bombas de la OTAN ‘ (1999) presentamos también las imágenes rodadas por una televisión local que demostraba el trucaje del reportaje de ITN.

3° ¿Estaba Kouchner protegido, incluso por los «críticos de los medias»?

Respuesta: Sí. Un ejemplo: Daniel Schneidermann (Programa del canal de televisión francesa Farnce 5, Arríªts sur images) se puso en contacto con nosotros por este dossier y luego nos marginó del debate para no perjudicar a Kouchner.

Tampoco se cuestionaron sus mentiras mediáticas sobre Kosovo y su catastrófico balance en esta provincia. Decimos bien mentiras mediáticas y no errores. Su plan de carrera tenía por objetivo el puesto de secretario general de la ONU y tenía que hacer todo para complacer a EEUU.

4° ¿Por qué había que presentar una historia «simple» aunque falsa?

Para ocultar la responsabilidad de las grandes potencias occidentales en este conflicto:

  • Desde 1979, la CIA alemana apoyaba a los extremistas para lograr fragmentar Yugoslavia.
  • En 1989 le FMI había ejercido la presión neoliberal para eliminar la autogestión y los derechos de los trabajadores, lo que azuzó la crisis de los nacionalismos.
  • En 1991,antes de la guerra, Alemania había armado a los extremistas croatas y musulmanes.
  • De 1992 a 1995 EEUU prolongó deliberadamente el conflicto, como testifica el enviado especial europeo en Bosnia, lord Owen.

– ¿Con qué interés se hicieron todas estas maniobras?

Eliminar un sistema social demasiado de izquierdas, pero también controlar los estratégicos Balcanes y las rutas petrolíferas.

5° ¿Se trata de negar todos los crímenes cometidos?

En absoluto, pero cuando nuestros gobiernos tratan de embaucarnos por medio de una propaganda de guerra «buenos contra malos» es importante darse cuenta de sus intereses ocultos. Y de sus trucajes informativos. Por ejemplo, en relación a los campos de prisioneros en Bosnia, la ONU había contabilizado seis croatas, dos serbios y uno musulmán. Y se trataba más bien de campos de reagrupamiento para intercambios y no de campos de exterminio. Pero como los nacionalistas croatas y musulmanes eran «nuestros» aliados o, más bien, «nuestros» agentes, Kouchner, Bernard-Henri Lévy y otros invitados mediáticos permanentes los «blanquearon» por medio de mentiras mediáticas.

Habría que juzgar a los criminales de guerra. A todos los criminales de guerra, de todos los campos. Pero no por medio de tribunales fantoche levantados sobre la base de una justicia de los vencedores en los que EEUU y la OTAN se sitúan de oficio por encima de la ley e incluso claramente fuera de la ley puesto que violan la Carta de la ONU.

6° ¿Ha habido otras mentiras mediáticas que hayan «triunfado» en esta guerra?

Sí. Un solo ejemplo. Cuando la OTAN empezó a bombardear Yugoslavia en 1999, afirmó que lo hacía como reacción a lo que ella llamaba la «masacre de 40 civiles» por parte del ejército yugoslavo en Racak, un pueblo de Kosovo. Pero Belgrado hablaba de un combate entre dos ejércitos, provocado por las fuerzas separatistas albanesas. La ONU había encargado un informe a una comisión de juristas dirigidos por una doctora finlandesa, Madame Ranta. Ella confirmó la tesis de Belgrado. Pero ningún media habló de ello. Para la opinión pública la mentira mediática permanece intacta.

¿Por qué? Porque las mentiras mediáticas de Kouchner, BHL y compañía permitieron dividir a la izquierda e impedir que se opusiera a una guerra que en realidad era injusta. La opinión pública es algo que se trabaja. Y la próxima vez se volverá a hacer.

Fuente Rebelión

DE MICHEL COLLON

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