Muerte en Sudán por el oro negro

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El conflicto armado en el nuevo estado africano ha provocado 10.000 muertos y 335.000 refugiados. La pugna por el petróleo de las grandes potencias está en el horizonte. Hace unos días 200 personas murieron ahogadas en una patera huyendo de la guerra, la mayoría mujeres y niños.

Han conocido dos guerras civiles desde la independencia con millones de muertos.

Al menos 200 personas murieron ahogadas mientras trataban de huir en barco de la ciudad de Malakal, en Sudán del Sur, por miedo a los combates entre fuerzas gubernamentales y rebeldes, informaron a Efe testigos. Según las fuentes, solo tres niños sobrevivieron al hundimiento, que se produjo ayer, lunes, al tiempo que precisaron que los fallecidos, la mayoría mujeres y menores, intentaban escapar de Malakal, capital del estado petrolero de Nilo Alto, en el norte del país.

Cerca de 10.000 personas han fallecido durante los enfrentamientos, según datos del Grupo Internacional de Crisis (IGG), una organización internacional especializada en el análisis de conflictos.

Al menos 335.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la violencia en Sudán del Sur y 78.000 se han refugiado en los países vecinos, informó en Ginebra el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Un poco de historia

La antigua República de Sudán, tal y como la conocimos hasta la independencia de Sudán del Sur en 2011, era un Estado muy heterogéneo desde todos los puntos de vista, donde convivían etnias y tribus árabes y negras, pueblos musulmanes y cristianos.

Hasta 1946 el Imperio Británico administraba el sur y el norte de Sudán como regiones separadas. En ese tiempo, las dos áreas fueron unidas en una sola región administrativa como parte de una estrategia británica aplicada en el Oriente Medio.

Este acto fue realizado sin consultar a los habitantes del sur, que temían que fueran sometidos al poder político de los del norte. Sudán del Sur fue habitado primeramente por cristianos y animistas y se consideran culturalmente subsaharianos, mientras que la mayoría de los habitantes del norte son musulmanes que se consideran a sí mismos culturalmente árabes.

La guerra entre el norte árabe y el sur cristiano marcó, en todos los ámbitos, la breve historia de la República de Sudán como país en el ámbito internacional –apenas 65 años–, pero no ha sido el único foco de conflictividad en el territorio sudanés que ha marcado el convulso devenir de este país africano.

División, corrupción e intereses.

La República de Sudán del Sur surgió como tal en julio del 2011 después de que la nación-estado más grande de África, la República de Sudán, se dividiera bajo los auspicios sobretodo del gobierno de EE.UU, que respaldó a Juba en su lucha política y armada de dos décadas contra Jartum en el Norte.

Desde la división del país, ha habido conflictos continuos entre los dos gobiernos sobre demarcaciones fronterizas, acusaciones de apoyo a grupos rebeldes en los respectivos estados y sobre la explotación, exportación y distribución del petróleo, el principal generador de divisas en ambos países.

Dentro del propio Sudán del Sur, los problemas se han intensificado desde el año 2011 entre los diversos grupos étnicos sobre la asignación de carteras de valores gubernamentales, así como por denuncias de corrupción y abuso de poder generalizado.

El presidente Kiir acusó al ex vicepresidente, Machar, quien fue despedido en julio del 2013, de intentar un golpe de estado contra su gobierno y procedió a arrestar a algunos de los principales políticos del país.

Machar ha dicho que va a disputar las elecciones presidenciales del 2015 y está exigiendo que todos los políticos arrestados en la reciente ofensiva sean liberados antes de iniciar conversaciones serias de paz.

La lucha por el poder dentro del gobernante MLPS/E se ha extendido a los militares. El general Peter Yaak, radicado en el estado de Jonglei, ha prometido su lealtad a Machar, al igual que otros que tomaron el control de los lucrativos campos petroleros en el estado de Unidad.

Pero durante la semana del 24 de diciembre, hubo informes contradictorios sobre cuales fuerzas tenían el control de los campos petroleros, los rebeldes o los que todavía son leales al presidente Kiir. Mientras tanto, decenas de miles de civiles han huido en busca de refugio por los intensos combates entre las dos facciones dentro del ejército.

China presente

Algunos de los mayores campos de petróleo de China opera se encuentran en zonas controladas por los combatientes que respaldan Riek Machar, vice-presidente del país hasta que fue despedido, como se dijo anteriormente.

La producción de petróleo ha caído un 20% desde el inicio del conflicto hace tres semanas y más de 300 trabajadores chinos han sido evacuados.

La fuerte inversión China en Sudán del Sur parece haber dado sus frutos, ya que en los primeros 10 meses de 2013, China importó 1,9 millones de toneladas de petróleo (casi 14 millones de barriles) de Sudán del Sur, dos veces más que las importaciones chinas procedentes de Nigeria cada año.

Aunque representan menos del 1% del total de las importaciones de petróleo de China, lo compensa aproximadamente dos tercios del petróleo exportado por la nación más joven del mundo y se espera que aumente.

Autor: Juan Fernando Echeverría