Desde marzo de 2010, han muerto ya cuatrocientos niños mientras extraían oro en las minas de Zamfara, estado federal del norte de Nigeria.
Lo ha denunciado la organización humanitaria estadounidense Human Rights Watch (HRW), que en los próximos días presentará en Abuja un detallado informe.
Además de los muertos, precisó la organización, son miles los niños que contraen graves enfermedades, algunas de las cuales llevarán con los años a minusvalías irreversibles o a la muerte.
Los casos de muerte se deben a la contaminación por envenenamiento de plomo, tanto para los niños que trabajan en las minas como para aquellos que viven en las aldeas al lado de los yacimientos.
HRW ha pedido al gobierno nigeriano que actúe inmediatamente y adopte acciones concretas para garantizar el derecho a la salud de los niños.