NO AL ABORTO: NUEVO CASO DE MANIPULACIÓN

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En España se realizan ya más de 100.000 abortos, uno cada 5 minutos, siendo la primera causa de defunción. Y esto teniendo en cuenta que sólo son datos 'oficiales', que los reales los triplican.

Coincidiendo con la reciente publicación en los medios de comunicación de los asesinatos de bebés de 7 meses de gestación en las clínicas abortivas del grupo Ginemedex-TCB en Barcelona, asistí como matrona  a dar a luz a una mujer que sufría una patología psiquiátrica en el hospital donde trabajo. Gracias, porque me ayudaste a constatar la hipocresía de esta sociedad que consiente el crimen del aborto,  que lo justifica bajo el nombre de «derecho de la mujer«, «progreso«, «ayuda«, y a continuar con más fuerzas denunciando las causas de este negocio, que no hace otra cosa más que herir gravemente a la mujer que aborta, a su familia y a toda la sociedad.


Vamos a analizar qué hay detrás de lo acontecido en Barcelona:


Papel de los medios de comunicación


¿Han hecho una denuncia real del aborto o una pretendida campaña a su favor?


Nuevamente los medios de comunicación centraban el análisis de estos hechos y el debate sobre el aborto en la legalidad o ilegalidad de los mismos, lo cual impide tener una visión real, crítica, del hecho, y dar una solución que realmente sea respuesta. Más aún, ello colabora a que la opinión pública asuma el aborto como un «mal menor« o incluso como un derecho, y a que la «solución» aportada por personas de muy buena voluntad que desean acabar con este crimen, esté en la vía de mantenerlo y aumentarlo. 


Y digo nuevamente, porque está pasando exactamente lo mismo que cuando se despenalizó en 1985 el aborto en los tres supuestos que contempla hoy el código penal. Previo a la aprobación de esta ley, se lanzó en los medios de comunicación una campaña de opinión pública que alertaba, mintiendo, de las muertes maternas fruto de «condenar a las mujeres a practicarse abortos en clínicas clandestinas, donde eran objeto de prácticas no adecuadas y de negocio, por no existir una ley que lo regulara».  Por tanto, la consecuencia lógica era hacer una ley para este número reducido de mujeres y evitarles así su muerte.  Mentira y cinismo que los hechos han desmontado más tarde. La misma abortista OMS reconoció que el aborto ilegal no incrementa las muertes maternas. Aquella ley se hizo para que se pudiera abortar libremente en España, y para convertir el aborto en un negocio muy lucrativo que en 10 años ha crecido más de un 75%. En España se realizan ya más de 100 mil abortos, uno cada 5 minutos, siendo la primera causa de defunción. Y esto teniendo en cuenta que sólo son datos «oficiales», que los reales los triplican, ya que la las clínicas privadas, donde se realizan un 97% de los abortos en España, no declaran todos los casos para ocultar sus verdaderos beneficios a hacienda. A nivel mundial los datos nos sitúan ante un genocidio universal, la ONU habla de más de 60 millones al año, lo que supone el mismo número de muertos que la segunda guerra mundial.


Y ahora volvemos a repetir la historia. Para los medios de comunicación el «problema» de los abortos en Barcelona estaba en la «falsificación de ecografías», o de  «informes médicos que acreditaban el riesgo físico o psíquico de la madre» para poder entrar en el primer supuesto de despenalización de la ley española. O que los abortos eran realizados por «médicos que ejercían sin titulación», que se trataba de… ¡casos ilegales! ¿Cuál vuelve a ser  la «lógica solución»?: ¿Permitir por ley que se pueda abortar hasta la 12-14 semana sin necesidad de justificar nada, como ya hacen otros países y como PSOE tiene en su programa electoral? ¿Hacer respetar una ley que permite en el primer supuesto (riesgo físico/psíquico para la madre), matar a bebés antes de nacer sin límite en la edad gestacional, sin querer ver además que esta ley nació para que el aborto en España fuera de hecho libre? ¿Proponemos la hipócrita medida de que se realicen los abortos en hospitales públicos? ¿Es menos asesinato el de un niño cuya madre padece realmente  una patología psiquiátrica?  ¡NO! Me opongo a todas estas falsas soluciones que no defienden la vida humana como valor absoluto, en toda circunstancia, y que como mucho aceptan reducir el número de abortos. Yo quiero acabar con él. Ni un solo niño abortado. Los hechos se han encargado suficientemente de demostrar que aceptar el mal menor nunca lleva a solucionar el problema, sino a aumentarlo. ¡El aborto ha crecido en España más de un 80%!


Es claro, los medios de comunicación preparan a la opinión pública para que acepte una legislación que esté aún más contra la vida humana, o que vea en los atentados a su dignidad un signo de progreso y de libertad y no luche contra ellos. Porque no se puede gobernar en contra de la opinión pública de un pueblo. Para esto los medios de comunicación van a analizar y plantear mal los acontecimientos.


           


Todos los partidos políticos del arco parlamentario están a favor del aborto… ¡y callamos!


¿Me puede explicar el Gobierno de la Generalitat por qué ha consentido un año de asesinatos después de que este hecho saliera a la luz pública el año pasado? ¿Me puede explicar qué son «faltas administrativas», por las que condenó a 3.000 mil euros a las clínicas abortistas,  en este tema? ¿Lo grave  era si la clínica tenía la licencia de apertura en orden o si se asesinaban a bebes? ¿Me puede explicar el PP, que dice defender la vida, qué ha hecho? Por si les quedaba alguna duda a sus votantes: ¡nada! Como no podía ser de otra manera después de que durante su Gobierno el aborto creciera un 37% o se legalizara la píldora del día después. Y mientras el PSOE, con sus feministas a la cabeza, dirá que el aborto es «progresista», callando el hecho histórico que cuando, en el s. XIX, las primeras mujeres sufragistas  reivindicaban el derecho al voto de la mujer,  rechazaban también el aborto. O que cuando el movimiento obrero luchaba contra la miseria de la clase trabajadora, también lo hacía contra el aborto. Hoy el PSOE, que sabe que también se juega los votos, puede  estar tranquilo porque al fin y al cabo la norma actual permite abortar sin apenas cortapisas.


            Ambos partidos, de la mano contra la vida, se ponen se acuerdo para aportar falsas soluciones. Las llaman cínicamente «medidas de conciliación de la vida laboral y familiar», como los «cheques bebés». Pero, ¿por qué no luchan contra el paro y la precariedad laboral como medida real de conciliación?  El 80% de las mujeres que abortan manifiestan haberse sentido presiones por razones laborales ¿Les queremos levantar el yugo que les aplasta  a ellas y a sus hijos? ¡Entonces nos tendremos que plantear al mismo tiempo acabar con el paro! ¡Por eso se esconde el hecho de que entre el 40%-50% de los abortos en España se producen en mujeres inmigrantes, porque evidencia que detrás del aborto en España hay explotación laboral! Son muchas las mujeres inmigrantes a las que asisto como matrona y todas me dicen: «he estado trabajando hasta ayer mismo» o «no le puedo dar de mamar al bebé porque me han dicho que me incorpore al trabajo cuando pueda».


           


La Iglesia Católica en defensa del débil y oprimido


            A ambos partidos, que a la caza del voto católico instrumentalizan el planteamiento de la Iglesia Católica en su defensa de la vida, les diré que la Iglesia Católica quiere ir a la raíz de los problemas, única forma de solucionarlos. Por eso manifiesta que «no basta con eliminar las leyes inicuas, hay que eliminar las causas que favorecen los atentados contra la vida». Por eso ha gritado «trabajo sobre capital».  Por eso los obispos de Madrid, con motivo del Día de la Vida, nos recuerdan que «ha crecido el  porcentaje de personas paradas que acuden al aborto, e indica el número de personas emigrantes que se ven empujadas a cometerlo». «Un estudio detallado de las causas que llevan a las mujeres a tomar la decisión de abortar muestra que las razones por las que se llega a ese extremo son de orden económico y de carencia auténtica de formación afectiva y sexual.»


            La Iglesia Católica es la única institución que defiende el valor de toda la vida humana y especialmente la del débil y oprimido, la del hambriento, la que está por nacer, la de la mujer que aborta… Y por eso el laicismo de este Gobierno, que se torna cada vez más totalitario. Porque cuando se ataca el fundamento de la dignidad de la persona, es más fácil que sea instrumentalizada, agredida y explotada. Señor Zapatero: ¡Todos los regímenes totalitarios (comunistas, nazis y liberales capitalistas) han legalizado el aborto!


           


         Creemos una opinión pública eficaz


            Sabemos del poder que tiene la opinión pública, por eso el esfuerzo en manipularla. Estoy convencida que crear opinión pública en contra de las causas del aborto acaba con él. Para que sea eficaz debemos tener en cuenta que:


–         Querer acabar con el aborto sin luchar contra sus causas, sin plantearse transformar todo un sistema político y económico cuyo motor es el lucro y el poder, y que origina también hambre, paro, esclavitud infantil, es imposible. Una planteamiento de respuesta parcial, que no denuncie las causas del aborto y que no denuncie al mismo tiempo el hambre, el paro, la esclavitud infantil, o esconde intereses partidistas o es fácilmente manipulable y asimilado por el propio sistema que origina estas injusticias. Además, prescinde del contexto político actual en el que la derecha formal quiere apropiarse, cuando le interesa,  el «no al aborto» (por votos, porque de hecho lo apoya) y la izquierda formal lo presenta falsamente como un signo de libertad y progreso.


–         La defensa de la vida nunca podrá aceptar el mal menor, que no soluciona la injusticia sino que la agrava. Sería  ponerse del lado del verdugo.


 


Pero se presenta por primera vez en la historia de España a las elecciones generales, un partido que quiere hacer una política que esté al servicio de todo ser humano: del inmigrante, del hambriento, del explotado, del que está por nacer, del viejo. El único partido político autogestionario, que  no quiere cazar tu voto sino que pide tu colaboración para trabajar por una política honrada, por una política capaz de  generar en la sociedad esa opinión pública eficaz que sea respuesta al mundo de hoy. Es el partido Solidaridad y Autogestión Internacionalista, SAIn.


¡Vamos a  acabar con el aborto, con el hambre y con la esclavitud infantil! ¡No podemos seguir pasando indiferentes! ¡Luchemos para poder tener esperanza! ¡Unámonos!


María Aguilar, matrona.