La Red Española contra la Trata ha detectado un «cambio de tendencia» en las redes que trafican con mujeres para su explotación sexual: el peso de las menores de edad, que suponen el 12% de todas las víctimas identificadas en la Unión Europea, se está incrementando.
El País Semanal publicó un reportaje espeluznante sobre prostitución infantil en Camboya del que extractamos: «El negocio de la prostitución ha vivido tres periodos de desarrollo en este país: la colonización francesa, la llegada de militares americanos y otros extranjeros durante la guerra de Vietnam y, posteriormente, del personal de la UNTAC (United Nations Transicional Authority) a principios de los noventa. Y ahora, la del florecimiento del turismo occidental«.
En los viajes que se hacen a estos países asiáticos muchos de los clientes están allí para colmar fantasías que las leyes en sus propios países no les permitirían colmar. Pero muchos otros, y estos son aún más peligrosos, van allí convencidos de asistir a un acto folclórico, a algo que forma parte de la cultura del país, de sus tradiciones, y que además genera puestos de trabajo. Es repugnante pero está muy extendido. Esto se dice en cientos de blogs personales de estos turistas. La escena real da escalofríos: niñas vendidas por sus madres, encerradas en jaulas, golpeadas, amenazadas con serpientes, cosidas y obligadas a mantener relaciones a las pocas horas para fingir una virginidad extirpada hace mucho. ¿Acaso estos turistas «civilizados» no son pederastas?
AUMENTA LA PROSTITUCIÓN INFANTIL TAMBIÉN EN ESPAÑA
La Red Española contra la Trata ha detectado un «cambio de tendencia» en las redes que trafican con mujeres para su explotación sexual: el peso de las menores de edad, que suponen el 12% de todas las víctimas identificadas en la Unión Europea, se está incrementando.
Apramp (Asociación para la prevención, reinserción y atención a la mujer prostituida) detecta al día entre 250 y 270 víctimas potenciales de trata. Más del 10% son menores de edad y la mayoría proceden de Rumanía, Santo Domingo y Paraguay. Así lo demandan ahora «los clientes» dice la asociación. Está claro que la Esclavitud infantil, además de sostenerse sobre fuertísimos intereses económicos, tiene también que ver con una cultura hedonista que ha degradado a «objetos de placer» a otros seres humanos. ¿O no tiene esto que ver con otra múltiples vejaciones que se están produciendo entre los jóvenes?
Fuente: Revista Autogestión