El nuevo líder norcoreano, Kim Jong-Un, ahora completamente instalado en el poder, “no ha dado ninguna nueva señal positiva sobre la libertad religiosa y la vida de los cristianos en Corea del Norte”
Es lo que comunica a la Agencia Fides, el misionero de Maryknoll p. Gerard Hammond, que desde Seúl, dirige los programas para Corea del Norte de su congregación y realiza más de 30 viajes más allá de la “cortina de bambú”.
El sacerdote señala que “las condiciones de seguridad en que viven los ciudadanos son tan estrechas que es realmente difícil cultivar la fe”, mientras que “en Corea del Norte se carece de sacerdotes católicos residentes desde hace más de 50 años”.
La libertad religiosa está totalmente negada y Corea del Norte, considerada como la nación del mundo más hostil al cristianismo: el reciente informe “World Watch List 2013”, publicado por la organización estadounidense “Open Doors”, la coloca en la parte más alta de la lista de países opresores de la libertad de fe.
Según “Open Doors”, actualmente existen en Corea del Norte entre 100.000 y 400.000 cristianos y, a pesar del peligro de ser detenidos o condenados a muerte, los seguidores de Jesucristo, tratan de compartir el Evangelio en las llamadas “iglesias domésticas” que son “comunidad subterráneas”. Según una reciente nota del grupo “Christian Aid Mission”, recibida la Agencia Fides, un Pastor ha dicho que guía “tres iglesias clandestinas en Corea del Norte, con 87 miembros”.
Según la Ong cristiana “318 Mission Partner” (que se refiere a los 318 guerreros compañeros de Abraham en la Biblia, ed), que trabaja para salvar a los inmigrantes ilegales de Corea del Norte, existen más de 10.000 iglesias clandestinas en Corea del Norte. Para el p. Hammond “estas noticias son imposibles de verificar, y además cifras de esta magnitud son bastante sorprendentes, dadas las estrictas condiciones de seguridad y la red de control de los militares”. Esto no quiere decir que “la llama de la fe puede estar viva incluso bajo un régimen opresivo”, como ha sucedido en otras partes del mundo.
A principios de 1900, Pyongyang, hoy capital de Corea del Norte, era llamada la “Jerusalén de Oriente”, puesto que el cristianismo había echado raíces y había más de 3.000 iglesias. La persecución de los cristianos comenzó en 1910, cuando Japón tomó el control de la península coreana, se agravó con la llegada al poder del régimen comunista de Kim Il-Sung, después de la Segunda Guerra Mundial y continuó bajo su hijo Kim Jong-Il y hoy con Kim Jong-Un.
Fuente: Agencia Fides